Final

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San durmió como un tronco esa noche

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San durmió como un tronco esa noche. Mile y yo permanecimos a su lado limpiándolo de vez en cuando con agua de manzanilla; el silencio entre ambas había sido espeso. Cada una estaba absorta en sus propios problemas; mientras yo pensaba en San, la gitana gruñía amenazando con envenenar a Yeosang si se atrevía a encerrarla de nuevo. Mile daba miedo cuando una situación parecía agobiarla; normalmente era dulce y protectora como una madre, sacaba las garras y soltaba todo lo que pensaba sin medir las consecuencias. 

La mañana arribaba y junto con ella el cansancio se apropiaba de mi cuerpo. Mile se había recostado en una de las camas vacías para tomar una pequeña siesta, pero yo era incapaz de dormir hasta que San despertara. La gitana le había hecho beber un té que lo mantuvo inconsciente durante toda la noche; ella aseguraba que a San le haría bien un sueño profundo. 

Yo permanecía sentada en la silla que San solía usar observando su rostro magullado y sereno por el sueño. La manzanilla había bajado la inflamación al punto que solo una pequeña parte de su pómulo aún estaba hinchada. Estiré mis manos acariciando un poco el moretón en su mejilla; a diferencia de la vez anterior en esta ocasión la cara de San conservaba sus rasgos, los golpes con más saña los había recibido en torso y abdomen. Aquel suave roce debió lastimarlo un poco pues la fina burbuja de sueño en que se encontraba se rompió; sus ojos se abrieron y las delicadas pestañas abanicaron un poco mientras se acostumbraba a la luz.

 ㅡSusi, soñé que mamá me quitaba las botas ㅡSu voz engrosada por el sueño salió débil de sus labios —Fue un sueño lindo... Justo ahora extraño a mamá ㅡTomó mi mano llevándola a su pecho acariciando con su pulgar cada uno de mis dedos.

 ㅡMile me pidió que te las quitara ㅡSupe que había fruncido el ceño pues San soltó mi mano para llevarla a mi rostro y acariciar entre mis cejas ㅡSeguro lo soñaste en ese momento. 

Con cuidado lo ayudé a sentarse. Él insistía en que estaba bien y que no sentía tanto dolor pero su rostro se deformaba a medida que erguía su cuerpo. Sus ojos se conectan con los míos justo antes de que me tomara entre sus brazos; me rodeó con fuerza dejando a su mano deslizarse por mis cabellos. Su corazón latía cerca de mi pecho mientras sin detenerse San susurraba "gracias por llevarme a casa". Le expliqué a groso modo que toda la tripulación había ido a buscarlo, pero negó con la cabeza aclarando que yo lo hacía sentir en casa, que le había quitado las botas como lo hubiera hecho su mamá... como lo hacía cada vez que él se metía en una pelea.

Con el despertar de San me llegaron las fuerzas para dejar el camarote y tomar el desayuno. Algunos hombres se sentaban a la mesa mientras otros movían las cosas en la cubierta haciendo andar el barco; Seonghwa metía algo de comida en una canasta, al tiempo que Mingi y Yeosang observaban con detenimiento un mapa lleno de rayas y tachuelas. 

ㅡDeberíamos seguir la ruta original. De esa forma ahorramos tiempo hasta que Hongjoong nos diga que hacer ㅡHabló Yeosang dejando una brújula sobre la mesa al tiempo que trabajaba una de las líneas del mapa para reestructurar el recorrido ㅡJusto ahora estamos a tiempo de retomar. Si lo hacemos en los próximos dos días sería lo ideal, no hay muchos grados de desviación ㅡObservó su reloj de bolsillo intercalando su atención entre este y el mapa ㅡ¿Qué opinas Mingi?... ¿Capitán? ¿Mingi? 

Our Desired Reliquiarium: Innocence; [sn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora