Capítulo 6: Mentiras y maldades.

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La ley primera y fundamental de la naturaleza es buscar en el caos la paz - Thomas Hobbes.

Cierro los ojos tratando de volver a dormir, por más que cambió de posición no puedo conseguir dormirme nuevamente.

Veo el techo con desesperación, Alicia duerme hasta el otro lado de la cama mientras sujeta una almohada. Exhalo el aire de mis pulmones, la cabeza me da vueltas causando mareos y náuseas.

Bajo mis pies hasta el piso frío, voy directo al escusado: siento como la respiración se me corta por un momento, vómito todo lo que había en mi estómago. Jalo la cadena haciendo que el agua se lleve todo.

Me quedo sentado en el piso con la espalda recargada en la pared, pienso en cual sera la reacción de Dariel al verme aquí. «No será algo bueno seguramente».

De un movimiento me pongo en pie causando que un dolor atraviese mi cabeza, gruñó y doy un masaje en mis sienes. Pongo las manos en el lavamanos, alzó la mirada para ver mi reflejo en el espejo.

Noto como algo pasa detrás mío. Volteo de reojo para toparme con Paul detrás mío. «¿Pero qué carajos?».

—Tengo que salir, tal vez vuelva en dos semanas o antes—se recarga en el umbral de la puerta.

En sus manos trae un juego de llaves y una pequeña caja.

—¿Tienes llaves?—asiente y las mueve en su mano.

—Tienes que hacerme un favor—dice, lo veo con incredulidad—. Tienes que cuidar de mi cachorro—dice y apunta a sus espaldas.

Me asomo por la puerta del baño y justo en la cama noto un bulto peludo en mi lado de la cama.

—¿Y eso?—él da una leve sonrisa.

—Mikaila dio a luz hace dos meses y éste cachorro fue el único que nadie quiso adoptar—toca al cachorro, Alicia no parece darse cuenta de nada. Me da las llaves y agrega:—. Si necesitas algo no dudes en entrar a mi habitación, bajo la cama hay cosas para ella—hace un movimiento hacia Alicia.

—¿Me estás regalando el perro?—digo sin despegar la mirada del animal.

—Tómalo cómo quieras, solo asegúrate que esté bien—en el interior de la caja hay un par de juguetes pequeños.

—No soy bueno cuidando animales...

—La estás cuidando a ella—suelta con ironía. Da media vuelta y sale de la habitación, ¿Cómo se llama el perro? ¿Es hembra o macho?

Aseguró la puerta y vuelvo a poner mi atención en el animal, este duerme profundamente igual que Alicia, ya quisiera ser ellos.

Muevo al animal a un lado y tomó asiento en la cama, estudió al cachorro, su panza se mueve levemente y sus bigotes tiemblan: esta soñando.

No sé qué horas son, sólo se que falta poco para que amanezca. Agudizó el oído cuando escucho un auto encenderse, veo por la ventana allá abajo esta Brent viendo cada movimiento de Paul.

Brent parece decirle algo a Paul, Paul solo se limita a negar. El auto se aleja con rapidez, Brent no entra a la casa asta que el auto desaparece en la oscuridad.

—¿Ya se fue?—la voz adormilada de Alicia me hace dar un respingo.

—Sí, ¿estuviste despierta todo este tiempo?—preguntó, no despegó la mirada de Brent. Algo o más bien alguien llama mi atención los brazos flacuchos de Caroline se envuelven en el cuerpo de Brent.

Su cara se pega a su espalda, «¿Eso es lo que parece?». Brent sonríe y se gira hacia ella, se besan apasionadamente.

—¿Es para mí?—la voz de Alicia me hace volver la mirada hacia ella, sostiene en sus brazos al animal.

TychoʼsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora