Capítulo 6

456 41 6
                                        

Capítulo 6

·Harry·

No tenía control de mí mismo, pero Louis tampoco, el recuerdo del sabor de su boca había permanecido en mi mente por los últimos seis años, pero no se comparaba en lo más mínimo en sentirlo, tan real, tan apasionado, nuestras bocas redescubriéndose como si fuera la primera y sus cuerpos pidiendo cada vez más.

Jale el cuerpo de Louis hasta adentro del departamento cerrando la puerta de un azote, el beso continuaba mientras con mis grandes manos recorría lentamente el torso desnudo del otro hombre, no pude resistirme más y lo alce por la cintura haciendo que este enroscara sus piernas alrededor de mi cuerpo.

Lo más cerca de mi era la mesa del comedor y no tenía la intención de hacerlo cómodo, mi única intención era hacerlo real, tenía que asegurarme que en verdad todo esto estuviera pasando y que no solo fuera un invento de mi imaginación, como aquellas noches en las que lograba dormir y soñaba que sostenía a Louis en mis brazos más fuerte que nunca, pero al despertar no había ningún rastro de él.

Lo senté en la fría mesa de mármol, pero el mayor no parecía inmutarse, nuestras bocas se separaron y empecé a besar su barbilla, bajando por el cuello dejando pequeñas marcas rosas que dentro de unas horas se volverían moradas, estaba reclamando lo que desde hace años me pertenecía y no tenía la intención de que el secreto quedara dentro de esas cuatro paredes, continúe explorando su pecho, acariciando con la lengua sus rozados pezones que para ese momento ya se encontraban totalmente erectos, di una pequeña mordía provocando que de los labios de mi amante saliera un pequeño gemido que no hizo nada más y nada menos que provocar una ola de éxtasis en mi interior.

Llegue a la zona v y sin pensarlo dos veces le quite los pantalones de pijama que llevaba puestos, eran lo único que nos separaba de su completa desnudez, me agache y abrí sus piernas comenzando a besar sus muslos y continuando por su pene que se encontraba ligeramente mojado por el líquido preseminal, otro gemido escapó de su boca, comencé a dibujar círculos con mi lengua en la punta del miembro del hombre alzando mi mirada para ver su cara de placer, poco a poco fui introduciendo su miembro en mi boca hasta el punto de que topaba con mi garganta mientras que con mi mano estimulaba sus testículos para más satisfacción y vaya que estaba funcionando y todo esto es demostrado debido a que Louis no paraba de jalar mi cabello rizado mientras movía su cadera cada vez de forma más intensa.

No pasó mucho tiempo hasta que sentí como su columna se arqueaba y mi boca se llenaba de un tibio y viscoso líquido, subí nuevamente hasta sus labios para que pudiera probarse a sí mismo, al romper el beso me acerque a su oído -Me toca– susurre para después morder el lóbulo de su oreja y empujarlo suavemente hacia atrás para que su espalda quedara en su totalidad sobre la mesa.

Una vez más baje por su cuerpo haciendo un trazo con mi lengua desde su cuello hasta sus muslos, abrí sus piernas y separe su culo dejando expuesta su rosada y estrecha entrada que suplicaba por mí, pasé mi lengua unas cuantas veces por encima de ésta haciendo que el cuerpo de Louis se estremeciera pidiendo cada vez más, cuando estuvo listo la metí acariciando con mi boca su dulce interior -Ha...Harry- un gemido salió de su boca, sus piernas empezaban a temblar y sus ojos apenas podían mantenerse abiertos a causa del placer –so...solo ha...hazlo, ya hazlo- empezó a suplicar de una forma tan caliente que la ya notoria erección dentro de mis boxers se hizo más dura, saqué mi lengua de su interior lo que lo hizo gruñir por la sensación de vacío, corrí hacia la habitación por lubricante y un condón y en menos de un minuto me encontraba de vuelta con Lou.

-Déjame hacerlo- dijo quitándome el condón de mi mano y abriendo el paquete para después agacharse y con esa maldita mirada traviesa que me encantaba, se deshizo de mis boxers y tomo mi pene desde la base y comenzó a masturbarme aun mirándome desde abajo a los ojos, sentía que en cualquier momento me correría con tan solo su tacto era simplemente mágico, mierda lo deseaba tanto. Puso el condón en mi miembro y se reincorporó , estaba a punto de voltearse y colocar todo su peso sobre sus brazos -Ni se te ocurra Tomlinson- lo tome por la cintura y lo acerque hacia mí, su respiración era pesada y no dejaba de observar el movimiento de mis labios -Llevo 6 años esperando este momento no creas que dejare que me des la espalda por mas que me encante ese culo– mi mano actuó sola bajando de su cintura a sus nalgas golpeándolas fuertemente.

Lo volví a acostar en la mesa de la misma forma en la que se encontraba unos minutos atrás, llevé sus piernas hacia mi cuello y empecé a rozar su entrada con mi pene un par de veces -Mierda solo hazlo ya– tomó mi miembro y lo introdujo en su cuerpo el cual no estaba lo suficientemente dilatado, no quería lastimarlo, pero carajo se sentía tan bien estar dentro de él, era hecho para mí, así como yo estaba hecho para él, las embestidas empezaron lentas y suaves, pero a petición de Louis se hicieron cada vez más fuertes y agresivas, mi pelo empezaba a pegarse a mi frente por el sudor y el cuerpo de Louis solo se movía de arriba abajo pidiendo por mas y mas -Ha...Harry– apenas podía articular las palabras.

Las pupilas de esos bellos ojos azules se encontraban sumamente dilatadas, su boca abierta dejando escapar fuertes gemidos por esos labios rojos y sus mejillas completamente sonrojadas, toda esa combinación sumada a las muecas de placer que hacía me ponen tan jodidamente caliente y todo eso yo lo provoco, lo provocaba y lo seguiré provocando, su espalda volvió a arquearse y sentir como su cuerpo se cerraba alrededor de mi para que después un hilo de semen saliera de su pene manchando su pecho decorado por tatuajes, no tarde mucho en hacer lo mismo en su interior.

A la mañana siguiente desperté y quise levantarme pero había un brazo sobre mi espalda que me impedía el movimiento, así que supe que ahí estaba él, que en verdad lo de anoche había sido realidad, que Louis en verdad estaba conmigo.

Quite su mano con mucha cautela para poder pararme de la cama y dirigirme a la cocina para preparar el desayuno para ambos, espero que le siga gustando desayunar pan francés, al terminar de hacer el desayuno puse las cosas en una mesa de cama y me dirigí a la habitación y ahí seguía Louis dormido, creo que el era las más dulce criatura que había visto nunca, el volver a verlo dormir era para mi la mejor sensación de mi vida, el me hacia sentir como en casa, me quede 15 minutos más observando a Louis dormir hasta que comenzó a despertar.

-Buenos días Lou-

-Buenos días Hazz-

-Toma te traje el desayuno-

Le puse la mesita de noche frente a él y comenzó a desayunar, no sabía que iba a pasar entre nosotros, ni cuánto iba a durar, pero esta vez no lo iba a dejar, no iba a dejar que nada ni nadie lo arruine, esta vez iba a luchar con todas mis fuerzas por nuestro amor.

The Habit {L.S.}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora