Capítulo 2

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Aome había tomado un baño rápido, sin embargo, su ropa se encontraba completamente sucia, sin otra opción le pidió prestada una prenda a la Anciana Kaede. Ésta le ofreció la vestimenta de sacerdotisa y decidió salir por agua, aprovechando que salió, rápidamente se vistió; minutos después la Anciana volvió a ingresar a la cabaña, por un momento creyó ver a su hermana, le tomó unos segundos reaccionar

- Bien, gracias Anciana Kaede. Voy a salir a dar un paseo y acamparé afuera, si los chicos llegan por favor no les diga que sigo aquí, les dije que me iría a mi hogar

La Anciana Kaede sólo asintió con la cabeza

- Ve con cuidado, no olvides el arco

Aome se volteó a verla, luego al arco. Dió un suspiro y tomó una de las flechas de la Anciana entre sus manos; después de unos instantes de nuevo una luz tenue iluminó toda la flecha. Cuando el resplandor desapareció se la entregó en manos a la anciana.

- Tome, tal vez sirva de algo mientras no estoy y recuerde no decirle a nadie que sigo aquí, le dejaré también el arco por si lo necesitan... Nos vemos

La chica abandonó la cabaña y se perdió entre la oscuridad

- ¿Por qué tengo un mal presentimiento? - mirando la flecha -

Pasaron largos minutos hasta que escuchó como los demás han llegado e ingresan a su cabaña a gran velocidad.
Se sorprendió al ver al pequeño Shippo inconsciente en los brazos de Miroku

- ¡¿Qué fue lo que le pasó?! - acercándose al monje, este sólo la rodeó y lo recostó en el futón

- El perro pulgoso lo golpeó

-Sango por favor... - ve la mochila de Aome - pásame la mochila de la señorita

- ¿Mochila? - No la había notado, rápidamente la agarró y se la acercó al monje, este empezó a buscar en su interior bendajes y ungüentos para atenderlo

- Inuyasha es incapaz de dejar de este modo a un niño, en especial si es Shippo - dijo Kaede

- A todos nos sorprendió -

- Pero... ¿A qué se debió tal acción?

- Simplemente se molestó por algo que dijo Shippo sobre Kikyo... Anciana su hermana sigue con vida, Aome fue capaz de purificar el miasma que se encontraba en su interior

La Anciana sólo asintió ante lo que el lobo le dijo

- ¿Aome sigue aquí? O acaso olvidó su...

- No joven Koga ella vino y se fue hace rato - respondió rápidamente la anciana - dijo que por esta vez no se llevaría su equipaje - las palabras de la azabache resonaban en su cabeza - Recuerde no decirle a nadie que sigo aquí -

- Entiendo , entonces, ya que no tengo los fragmentos no tengo nada más que hacer aquí, debo irme, nos vemos - se despidió y emprendió camino a donde se encontraba su manada

Poco después Shippo recobró el conocimiento

- ¿Qué pasó? ¿Ya llegó Aome? Ugh! Mi cabeza

- No Shippo, aún no amanece, sigue durmiendo. Sango, su excelencia, ya es tarde; descansen lo que puedan, no se sabe en qué momento aparezca Naraku y hay que estar atentos ya que mi hermana sigue en este mundo

Sango y Miroku estaban de acuerdo con lo que Kaede les dijo, Sango se acomodó con Kirara cerca de Kaede y Shippo mientras el monje se acomodó y recostó sobre una de las paredes. Minutos después sólo se oían los grillos

Al salir de la cabaña de Kaede no pudo contener más las lágrimas y corrió sin rumbo fijo, cuando se dió cuenta se encontraba frente al árbol sagrado, aquél en donde conoció al chico del que se enamoró, cayó sobre sus rodillas ¿qué debía hacer? Prometió quedarse a su lado, pero ahora le sería muy difícil, se dijo que sí él era feliz ella igual lo sería, pero ahora sólo sería un estorbo en su relación

- I- Inuyasha dime ¿Aún quieres que permanezca a tu lado? - dijo entre lágrimas - ¿Hize bien al salvar a Kikyo? De todas formas... Ella no pertenece a este mundo desde hace un tiempo - con sus mangas limpió sus lágrimas y se puso de pie. La suave brisa movía las hojas del árbol junto con sus cabellos. Cuando estaba por rodear el gran árbol apareció una pareja a la que no quería ver en esos momentos

- Aome, creímos que estabas por aquí, sólo queríamos agradecerte nuevamente por salvarme

- Sí, yo no pude agradecerte y no es algo que me agrade hacer...

- No- No es nada, me alegra que estén juntos

Quería dejarlos solos, dió unos pasos atrás y chocó con el árbol, la pareja frente a ella se dió un beso... Justo como aquella vez... Sólo se volteó incomoda y cuando iba a dar un paso sintió como varias serpientes caza almas le impedían el movimiento aferrandola al árbol

- ¿Q-Qué? ¡¿Qué significa esto?! ¡Déjenme ir!

La pareja se separó unos sentimetros para voltearla a ver

- ¡Keh! No seas tonta. Debemos deshacernos de ti. Ya no me eres de utilidad - Dijo separándose de Kikyo y alistando sus garras

Sus lágrimas empezaron a caer sin control.

- ¿Entonces sólo soy un reemplazo? No no no no. Dejame ir Kikyo, Inuyasha, me iré pero por favor no digan nada más. AAAAAHHH!

Las serpientes desaparecieron, su ropa se estaba tornando roja seguido de un dolor que jamás había experimentado. Cayó al suelo

- Mi-Mi pe-pecho - Aome no procesaba aún lo que Inuyasha le había hecho - ¿Cómo pu-diste, pudieron? - Su visión era cada vez más borrosa

- Keh! Solo muere de una vez

- Inuyasha - colocó uno de sus pies sobre el cuerpo de la chica- ¿No te pasaste? Recuerda que es mi reencarnación

Ejerció presión y la azabache sólo tenía una cara llena de dolor, su voz ya no salía; cerró sus ojos, ya había perdido el conocimiento

- Vámonos - ambos caminaron y se transformaron en unos muñecos de madera

De entre las sombras salió Naraku con un fragmento completamente contaminado de la Perla de Shikon

- Vaya vaya, creí que mi pequeño plan no funcionaría contra ti Aome - dijo con pasos lentos. Una sonrisa retorcida apareció en su rostro - pequeña ¿tanto te duele?

Alzó con sus tentáculos el cuerpo inconsciente de Aome y le colocó el fragmento justo en la zona en la que su marioneta la hirió

- Serás una gran ayuda pequeña - tomando en cuenta el grave estado en que la azabache se encontraba, la acomodó medio sentada en el tronco del árbol sagrado, que gran espectáculo admiraba- Veamos que es lo que harán o cómo sabrán qué le sucedió; unos minutos serás invisible para todos. Aome, todo queda en tus manos. Está vez no habrá nada que puedan hacer... Perla de Shikon - la tomó entre sus dedos y la elevó - la pelea final se acerca y con esto, nuestra victoria está muy cerca- una risa macabra escapó de sus labios

Se encominó hacia los muñecos para tomarlos y quitarles lo que tenían enredado - Que afortunado fui al obtener sus cabellos en ese momento - desapareció en medio del bosque

El sufrimiento de Aome [Inuyasha] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora