La Sultana Olvidada: Los Inicios.©

Capitulo 5

1 semana después.

Las personas seguían festejando la noticia.

Ayşe Sultán hizo fiestas por todo el imperio.

Todos estaban felices por el embarazo de Atike.

La familia real estaba feliz. Pero esa felicidad no iba a durar mucho.

―Esta noche enviare una criada a los aposentos de Orhan ―informó Ayşe―. Atike no irá por un buen tiempo.

Las criadas asintieron.

―Busquen a una concubina.

Ece Kalfa llego al rato con una concubina.

―¿De dónde es? ―le preguntó a la Kalfa.

―Italiana. Llego hace unas semanas.

―Bien. ¿Cómo te llamas? ―interrogó en italiano.

―Cecilia.

―Muy bien, Cecilia. Esta noche iras a los aposentos de mi hijo, el şehzade Orhan.

Cecilia agachó la cabeza.

―Como desee sultana.

―Desde ahora tu nombre será Nurhan. Puedes ir a prepararte. Dile a algunas muchachas que te ayuden.

Nurhan se reverencio y salió directo al Hammam.

―¡Naz! ¡Azli! ―Nurhan llamo a sus amigas.

―¿Que sucede, Cecilia?

Nurhan sonrió.

―Ayşe Sultán me ha nombrado Nurhan y me dijo que esta noche iré con el şehzade.

Naz y Azli sonrieron.

―¿Que esperamos entonces? Vamos a prepararte.

―Quedaras más hermosa que Atike ―dijo Naz.

―Para mañana el şehzade ya ni recordara a Atike ―aseguró Nurhan.

Las tres corrieron a los baños.

―¿Qué quieres que sea? ―preguntó Ayşe a Atike. Ambas estaban charlando mientras comían en los aposentos de la sultana. Ayşe estaba tomando café.

―Una niña.

Ayşe se atragantó con la bebida y empezó a toser.

―¿Se encuentra bien, sultana?

―Sí, claro. Solo que me sorprende que quieras una niña. La mayoría solo quiere şehzades.

Atike pareció horrorizada.

―Una niña no tiene nada de malo. Es lo que Alá quiso que sea y eso hay que respetarlo.

Ayşe sonrió complacida. No se había equivocado con Atike.

―Esta noche una criada ira con Orhan ―dijo la sultana cuidadosamente, esperando alguna reacción por parte de Atike. No hubo ninguna.

―Oh, bien ―dijo como si nada para sorpresa de Ayşe.

―¿No te molesta?

―No. Esto es un harén. Así son las cosas.

Definitivamente Atike era la muchacha ideal para ser su sucesora.

Ayşe tomo un sorbo de su café y, cuando volvió su vista a Atike, vio que esta estaba con los ojos cerrados, agarrada fuertemente de la mesa.

―¿Atike? ―La madre del şehzade se levantó justo en el momento en el que la muchacha caía al suelo, desmayada.

Su noche había sido arruinada por el «malestar» de Atike.

Casi lo había logrado. El şehzade había empezado a desabrochar su vestido cuando un Ağa llegó para informar que Atike Hatun se desmayó.

Orhan se había ido apenas el Ağa terminó de informar la situación.

―Puedes irte ―le dijo.

Nurhan había vuelto al harén. Humillada y derrotada.

―La haré pagar ―dijo con furia.

Naz y Azli asintieron.

―¿Que tienes en mente? ―preguntó Azli.

―Veneno.