||W E L C O M E B A C K|| >Senpai x Reader<

[17]

—“Cielos, ¿cuánto tiempo más estaremos aquí?”— Preguntaste a ti misma cuando buscabas a Louis por los pasillos largos de aquella tienda. —“Parecía más pequeña.”— murmuraste.

De pronto encontraste al de ojos verdes viendo un pasillo sumamente oscuro, te acercaste a él para ver lo que veía.

—“¿Louis?”—

—“Me quiero largar de aquí.”— contestó el chico.

Te quedaste seria unos momentos, notaste que se dió la vuelta y tomó tu mano.

—“Ya vámonos.”—

Caminaron hasta la salida de aquel vacío lugar donde sólo se escuchaban los sonidos de los refrigeradores, lo notabas bastante serio ¿y ahora que tenía éste?
Llegaron a su casa que había vuelto a la normalidad, Louis suspiró un poco cansado y te miró un poco preocupado.

—“Lo siento.”— Dijo aquello mientras caminaba a su habitación para encerrarse ahí un rato.

Seguías bastante confundida, esperabas a que él no se pusiera en el mismo plan que Senpai. Aunque claro, antes de irse estaba muy bien, ¿qué pasó entonces?.

POV Louis.

Necesito encontrar la manera de sacarnos de aquí, ese idiota está buscando la manera de torturarme cada que pueda. Estoy cansado, si no fuera por ________ ya habría caído en la locura. Y este maldito de Senpai tampoco ayuda mucho, ¿no entiende que yo no decidí caer en su cuerpo?.

“—¿Qué esperas para largarte entonces?—”

—“…”—

>…<

Creo que pasaron unas horas desde que llegamos de la tienda y no escucho ningún ruido, ¿se habrá dormido _______? Salí de mi habitación para buscarla, me asomé a su cuarto y ahí estaba dormida. Sonreí al verla y cerré con cuidado la puerta mientras retrocedía, me fui a la sala a pensar un rato viendo como el tiempo pasaba sin que me diera cuenta. No me lo podía sacar de la cabeza ¿que estará haciendo? ¿Me seguirá buscando? Siento una presión horrible y Senpai solo hace que empeore. Nadie estuviera pasando por esto si no fuera por mi necedad.. Suspiré y miré el techo con la mirada perdida, sentí como él regresó y yo me perdía entre sus códigos.

—“Quejate todo lo que quieras Louis así jamás lograrás salir de acá, aparte no permitiré que te lleves a _________, pedazo de animal.”— «Mencioné para después ponerme de pie, supongo que debo disculparme con mi hermosa rosa por haberme portado tan grosero.»

POV Narrador.

Aquel joven de ojos azules caminaba hacia tu habitación en silencio para no hacer ruido, al llegar abrió la puerta con cuidado y se asomó para verte.

—“Oh.. Es tan linda durmiendo..”— Murmuró mientras se mordía su pulgar.

—“_______...”—

En otro lugar se podía sentir la inquietud del padre de ambas hermanas, Dearest estaba sentado en un escritorio nuevo que había comprado para su habitación. Empezaba a darle vueltas a la idea de sacarte del juego mientras veía una foto que tenía ahí de esa familia tan unida que según eran, aquel hombre suspiró pesado y sacó el casete de uno de los cajones del escritorio.
Lo tomó con cuidado poniéndolo en la mesa para poder saber cómo estabas y de paso probablemente torturar al pelirrojo.

“—________, ¿dónde estas, hija?—” Pensó un poco preocupado. “—Cómo es que no te encuentro?—” Comenzó a preocuparse al ver que en ningún escenario estabas.
Una pequeña sorpresa se llevaría al finalmente sentirte, sonrió a esto pero su sonrisa se desvanecería al ver al rubio contigo.

—“¿¡Qué rayos está haciendo!?”— Gritó al ver como el de ojos azules te tocaba mientras tu dormías como si estuvieses inconsciente o algo.
El mayor apretó con fuerza el casete ocasionando una grieta por el medio muy notoria, gracias a esto Senpai se detuvo por un corto en su cabeza. El chico saldría arrastrándose de aquella habitación sintiendo un dolor horrible en todo el cuerpo, aquella mano que estuvo contigo se llenaría de estática para quedarse inmóvil del sufrimiento. Dearest casi soltaba rabia por la situación y comenzó a darse cuenta del error que fue haberte encerrado.

—“Si esto fue lo que yo vi.. ¿¡Qué más le habrá hecho a mi niña!?”— Exclamó tirando el juego contra la pared. Reaccionó pronto y revisó que no se hubiera dañado mucho, para su suerte solo seguía esa grieta y nada más. Volvió a guardar el casete en el cajón tan pronto como pudo, los pasos de su esposa se escuchaban cerca.

—“¿Pasó algo?”— Preguntó ella desde afuera de la puerta.

—“No querida, todo bien.”— Respondió con una tranquilidad falsa.

>…<

—“¿Entonces ya despertó?”— Preguntaba Cherry bastante feliz a Pico.

—“Sip, ya despertó.. Podemos verlo.”— Dijo el pelinaranja con una pequeña sonrisa.

La castaña emocionada entró al cuarto donde estaba Keith, unas lágrimas recorrieron sus mejillas al verlo lleno de vendas y despierto.

—“Hola cerezita..”— Habló con una voz ronca el peliazul.

—“Keith..”— Cherry tomó su mano con cuidado y la acarició. —“Me alegra mucho que hallas despertado..”— La voz de la chica se cortaría por sus ganas de llorar.

La pareja se quedaría ahí hablando por un par de horas, el chico trataba de poder hablar más pero su garganta se lo impedía por el dolor en todo su cuerpo. Después entraría Pico a hablar unos minutos con él, hicieron que los ánimos de Keith subieran al menos un poco.
Después de la visita Mearest y Cherry se fueron ya que irían a comprar comida, la castaña se sentía un poco mejor respecto a lo de Keith.

>…<

Despertaste de golpe al sentir un piquete fuerte en la espalda, sentandote en tu cama notaste que la puerta estaba semi abierta. Saliste de aquella habitación para ver que todo estaba como cuando llegaste, esas manchas negras por algunas partes y el sentirte mal regresaba. Senpai era el que se encontraba peor pero trataba de estar bien para cuando lo vieras no te asustaras, se volteó y te miró sumamente feliz. Se acercó rápido a ti para envolverte en un abrazo y comenzar a disculparse por su actitud olvidando lo que había hecho hace rato.

Te extrañó un poco esa disculpa pero igual la aceptaste, querías preguntarle acerca de lo que estaba pasando pero aquel abrazo se sentía tan cálido que simplemente no querías que terminara. Besó con ternura tu frente, te llevó al sofá y ahí se sentaron ambos.

—“Creo que algo le ocurrió al juego.” — Se escucharon las voces de ambos chicos.

—“¿Huh?”— Los miraste preocupada.

—“El único que tiene en su poder el casete es Dearest, algo le hizo al juego.”— Seguían ambas voces escuchandose en el mismo cuerpo.

Te quedaste pensando mucho más preocupada, ¿y ahora qué habrá hecho el idiota? Te preguntabas, aquel chico suspiró y te miraron ese ojo azul en la izquierda y ese ojo verde en la derecha.

—“Podemos desaparecer en cualquier momento sin saberlo…”—

Continuará… 🐛