"Hey, mira el lado bueno.. No estaremos solos, nos tenemos uno al otro. ¿No?"
||«Quién diría que ser una de las hijas de Dearest sería un problema grande, tener a tu padre detrás tuyo y de tu pequeña hermana es sumamente molesto. ¿Sobre proteger par...
Un tremendo silencio incómodo invadió el auto donde iban todos, no sólo eso, también el ambiente estresante empeoraba el asunto. Louis se quedó mirando a la nada solo sus lágrimas recorrían sus mejillas mientras se re cargaba al asiento, Mearest tomaba el volante con fuerza y acelerando lo más que podía. Estabas totalmente llena de tantas emociones negativas, en cualquier momento algún oficial los detendría por ir a velocidad máxima o peor aún, entregarlos por miedo a que Dearest les hiciera algo.
—“Mamá, ¿vamos a estar bien?”— Preguntaste con muchísimo miedo.
—“No lo sé..”— Respondió la mayor con temor.
POV Dearest:
Llegué finalmente a mi casa con algunas cosas para mi esposa, también pasé a comprar comida. Mi sorpresa fue que al llegar todo estaba vacío, no había nadie. Revisé ambos pisos pero no había rastro de ellas, me preocupó un poco cuando mi semblante cambió por completo.
—“¿Ese es.. El casete?”— Murmuré acercándome a este. —“¡No están! Esa maldita perra los sacó.”—
¿Cómo se atrevía a hacer eso? Solo me saboteó todo mi plan, ese idiota volvió a ver el sol pero no por mucho tiempo. Sonreí buscando en mi cajón aquella arma que guardaba desde hace meses; la cargué y salí de la casa en busca de todos.
>…<
Faltaba poco para salir de la ciudad, la mayor se bajó en una estación para recargar el tanque de gasolina y comprar algunas cosas. La castaña ya había despertado y estaba sumamente feliz por ver a su hermana de nuevo, había cambiado de lugar con Louis para abrazarte.
—“En serio creí que jamás te volvería a ver!”— Chillaba Cherry sin soltarte.
—“Yo también te extrañé mucho.”— le dijiste.
Aquella estación estaba completamente vacía, solo estaba el personal de la tienda. Se percataron los tres de que había llegado otro auto y se posicionó detrás de ustedes, Louis miró por el espejo, no podía ver quién era. La mayor salió apresurada de la tienda para subirse a su auto.
—“Listo, ya nos vamos.”— habló apresurada poniendo las cosas que había comprado en los pies del chico.
Arrancó tan pronto como pudo dejando la estación muy lejos, a la velocidad a la que iban pronto estarían ya en la carretera. Cherry y Mearest celebraban alegres el hecho de que ya habían abandonado aquella ciudad; pero algo te tenía incomoda o cuando mucho con un mal presentimiento. ¿Qué era? No tenías idea, pero poco a poco sentías tu vista muy nublosa.
—“¿por qué todo es tan borroso..? No logro distinguir bien las cosas..”— murmuraste y terminaste cerrando los ojos.
>…<
—“¡Vamos ________, se hará tarde!”—
—“ya voy.. Aún tengo sueño..”— Bostezaste.
—“Bien.. Aquí estamos! Vendré por ti cuando salga, estaré en aquellos salones.”—
—“N.. No quiero entrar ahí..”—
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