8- SOLO CONTRA ZEUS

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Volví al inframundo. Al llegar encontré a Hades muy cabreado, nada más llegar me dijo:

-¡Pero tú eres gilipollas o que te pasa! ¡Cómo se te ocurre hacerle algo así a un dios! ¡Tú no sabes en el lio en el que nos has metido, ahora vendrá a por nosotros!-

-Da igual, en un segundo lo asesinaré.-Dije mientras limpiaba mi espada.

- ¿Estás loco, no? ¿Tú solo contra un dios? Morirás en menos de 5 segundos.

-Nací para morir en esta misión.- Después de decir esto me fui a pedirle otro favor a Hefesto.

Cuando llegué le dije a Hefesto:

- No hay tiempo para explicaciones, dame tus dos mejores cíclopes.-

Hefesto me los dio sin rechistar pues sabía que los necesitaría en mi batalla. Fui a las ruinas de lo que antes era mi casa y grité:

- ¡Zeus, ven aquí si tienes cojones y pelea conmigo!- En un instante apareció en una nube que se retorcía en espiral con rayos en su interior y dijo:

- Qué quieres insecto, ¿por fin has entrado en razón?-

-No, nunca estaré aliado con un gilipollas como tú.- Tras esto se cabreó y me lanzó rayos con las manos. Intenté esquivarlos pero eran muy rápidos, y en una de sus tiradas me lanzó por los aires. Creía que era mi fin pero entonces recordé una cosa que había aprendido; cuando te tiran la mejor forma de contraatacar es hacerle un barrido con la pierna. Entonces le tiré al suelo, me levanté, salté y le clave la espada en su tórax. Luego le corté la cabeza y me la quedé, aunque sabía que esto me acarrearía problemas ya que los dioses ni los titanes mueren, sino que se van regenerando poco a poco.

Llegué al inframundo preparado para lo peor...

Sombras del olympo (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora