Kerem:
Las risas del interior de la caravana de Hande se podían escuchar desde casi un kilometro de distancia. No tenía ni idea de qué era lo que estarían hablando entre ellas, pero cada vez que esas tres se juntaban era yo quién terminaba terriblemente avergonzado.
Sobre todo si teníamos en cuenta la capacidad de Dilara para intentar sacarme de quicio ante el más mínimo gesto, cosa que en el fondo me encantaba, era una versión femenina de mí, lo que significaba que podía contraatacar sin miedo a que todo terminase en una guerra.
Nilayko era más parecida a Hande, más tímida y reservada, aunque eso ni quitaba que a su manera dejase de encontrar la forma de provocar una terrible rojez en mi cara.- Después de la recogida de premios de anoche van a intentar desquiciarte con el gesto más pequeño que hayas hecho- escucho decir a Anil mientras caminamos en dirección a las risas-
- No me lo recuerdes, ni siquiera he querido entrar a Twitter por miedo a los análisis que habrán hecho de cada uno de nuestros movimientos- arrugué la frente al notar la tirantez en el pelo. No importaba como lo llevase, Bedo siempre encontraba la forma de abusar de la laca-
- Te puedo contar que Akif tenía razón al mencionar las miradas, porque hubo un momento dónde te quedaste así- se detuvo para girar la cabeza y comenzar a aletear las pestañas de manera exagerada-
- Allah, Allah, ¿en serio tengo que soportaros?- negué con la cabeza y sonreí, porque no me extrañaba que esa hubiese sido mi reacción al ver a Hande. Siempre la iba a mirar así, sin importar el momento o el lugar-Con un suave golpe de nudillos contra la puerta, espero paciente a que alguna de las chicas nos invite a entrar. Pero esa invitación no llega, así que vuelvo a tocar con un poco más de fuerza, de nuevo sin recibir respuesta alguna por parte de ellas.
Anil se encoge de hombros cuando lo miro sin comprender nada, en cualquier otro momento me hubiese aventurado a abrir la puerta de la caravana, pero ahora que iba acompañado temía que Hande pudiese estar cambiándose de ropa o algo por el estilo.- Mira a quién tenemos por aquí- la cabeza de Dilara salió por una de las ventanas de la caravana, y sí, aquello solo indicaba que iba a haber algún ataque en mi contra-
- ¿Hoy no se me permite la entrada?- pregunté con mi mejor cara de niño bueno, aunque tenía claro que eso no funcionaría con la mejor amiga de mi novia-
- ¿Después de ver la manera en la que tienes de mirar a Hande? Creo que ella te permitiría todo lo que quisieras, pero somos nosotras las que hemos dicho que no puedes entrar.
- Didi, venga, tengo media hora de descanso antes de volver a rodar y no la veo desde esta mañana- suplico, sacando el labio inferior a modo de pena-Para mi sorpresa, la cara de mi novia aparece delante de la de Dilara, y mi cara de pena se transforma en una completamente sonriente. No importa el tiempo que pase, siempre me quedaría abrumado con la belleza que desprendía. Podría nacer mil veces, conocer a todas las personas que han habitado esta Tierra desde su creación, y jamás encontraría a nadie que se asemejase a ella.
- No tienes permitida la entrada a esta caravana, Kerem Bürsin- la escucho decir con una pequeña sonrisa- Es una orden implantada por las mujeres del set, hoy solo las chicas se juntan con las chicas…
- ¿Eso significa que no voy a poder acercarme a ti hasta que rodemos?
- ¡Vamos, Kerem!- Anil se echa a reír tras de mí- Que no es el fin del mundo, estáis juntos todo el día, no va a pasar nada por echarla un poco de menos.Le pongo la peor de las caras mientras camino hacía la ventana dónde estaba Hande, viendo como Dilara pone los ojos en blanco y se adentra en la caravana, o escuchando como Anil se queja del amor mientras se dirige a cualquier lugar que desconozco.
- Eso es verdad, vas a terminar cansándote de mí- la escucho decir cuando me detengo bajo la pequeña ventana por la que está asomada-
- Al contrario, el día se me queda demasiado corto, necesito mucho más tiempo para estar a tu lado- niega con la cabeza, echándose a reír- Al menos dame un pequeño beso.
- Uy, ¿te lo mereces?- coloco las manos en la ventana para impulsarme un poco y estar más cerca de su rostro-
- Claro que me lo merezco, según Dilara, he entendido que has visto alguna especie de vídeo donde me quedo embobado mirándote, eso es más que suficiente para ganarme un beso por tu parte.