Censura.

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Hande:

Centré los ojos en Dilara y negué con la cabeza sin apartar el móvil de mi oído.

Había visto que Kerem había subido un vídeo de disculpa segundos después de publicar mi foto en Instagram, al momento me di cuenta del error y la borré, pero la gente había sido lo suficientemente rápida para darse cuenta de ello.

Ahora, mi novio no contestaba su teléfono y estaba realmente preocupada.

- ¿Viste sus ojos? Pensé que se pondría a llorar en cualquier momento- mi amiga no hizo más que hurgar en la herida. Claro que me había fijado en su mirada, Kerem estaba realmente triste en ese vídeo-
- Estoy preocupada por él- desistí a seguir llamando, es probable que ahora no quisiese hablar con nadie- ¡Es injusto! No dijo nada malo, al contrario, tuvo razón con sus palabras, y visto lo visto también la tuvo con la forma de llamarlos…
- Ya sabes como funcionan las cosas en este mundo, y para nuestra mala suerte han dado con la persona que menos lo merece en este país- Dilara había cogido un cariño enorme a Kerem, en realidad todos mis amigos lo habían hecho, y eso solo confirmaba sus palabras- No te preocupes por él, ¿sí? Ahora necesita estar solo.

Me abracé a mí misma, caminando hacía la ventana para ver como las nubes comenzaban a cubrir el cielo azul. Al parecer el tiempo había decidido acompañar mi humor hoy.
Enfado, enfado y tristeza por como las personas podían ir contra alguien tan bueno como Kerem. Simplemente había advertido de la importancia de usar la mascarilla, algo que todo el mundo debería decir para poder concienciar al resto.

- ¡Es que no es justo!- insistí, dando una patada contra el suelo como si fuese una niña pequeña- Yo solo quiero que me responda, necesito escucharlo decir que está bien y que todo va a quedar aquí, no que se torture leyendo comentarios ridículos que no tienen razón alguna.
- Creo que te ha escuchado- hizo un gesto con los ojos hacía la pantalla del móvil iluminada-

Prácticamente me abalancé sobre el móvil cuando el rostro sonriente de Kerem apareció en la pantalla junto con el nombre que él mismo se había puesto: “Amanin”.

Retuve todo el aire posible en mis pulmones y después lo solté con calma antes de responder a la llamada.

- ¿Hayatim?- no era lo primero que pretendía decir, pero estaba realmente preocupada por él-
- Amanin- noté su sonrisa al otro lado, pero también una voz cansada- Siento no haber respondido antes, estaba dándome una ducha muy larga.
- No te preocupes- un silencio se interpuso entre nosotros- ¿Estás bien?
- Bueno… estoy mejor de lo que esperaba pero peor de lo que tú quieres que esté- cerré los ojos e hice una mueca, era obvio que estaba peor de lo que me decía- Pero no te preocupes, mañana estaré mejor…
- Yo quiero que estés mejor hoy- susurré y miré como Dilara ponía ojitos en mi dirección- Si quieres puedes venir a mi casa…
- ¡No! Quero decir, no tengo ganas de salir de casa y…
- Puedo ir yo a tu casa- sugerí con rapidez-
- Handemyy, hoy van a ir Gamze y Caner con Mavi para poder verte, no las has visto en más de 10 días, así que no voy a hacer que pierdas el día con tu familia por mí- aquello me enfadó-
- Kerem Bürsin, tú también eres mi familia, así que no actúes de esa manera conmigo porque estás jugando con fuego.

Dilara empezó a hacer un corazón con las manos y rodé los ojos, caminando hacía la terraza y así perder de vista las bromas de mi mejor amiga. Siempre bromeaba cuando se trataba de mi relación con Kerem, simple y llanamente porque decía que jamás me había visto mirar a nadie de la forma en que lo miraba a él.
Y tenía razón. Lo que sentía por Kerem escapaba a mi comprensión, no podía expresarlo con palabras, y a veces creía que tampoco con todos los gestos que tenía hacía él. Siempre era insuficiente, siempre era demasiado poco para mostrar la manera en la que me sentía.

HanKer One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora