Emma Sano

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Este One-shot es libre de cualquier pecado +18, siéntanse libres de leer.

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La primavera solía ser su época favorita, adoraba ir a ver los árboles de Sakura florecer, todos los años iba con sus amigos. Hasta ese horrible año que ellos simplemente la apartaron, las personas que consideraba cercanas, sus preciados amigos de la infancia le habían dejado de hablar por su orientación sexual.

Lo más difícil era fingir que todo estaba bien en casa, su madre y padre le habían preguntando esa mañana si iría al mismo parque de siempre, así que tragándose su dolor simplemente dijo que sí.

Preparo comida en una bonita cajita rosa, también té de manzanilla en su termo de My Little Pony, un poco infantil pero adorable a fin de cuentas. Cambio su ropa por algo cómodo y abrigado, el viento soplaba fresco cerca del lago.

-Ya me voy, volveré en un rato.-

Aviso desde la entrada, colocándose sus zapatos para por fin salir de aquella burbuja donde debía fingir una felicidad casi aterradora.

Le costó llegar al lugar por el horrible tránsito de un sábado en la tarde, pero no podía quejarse ya que era menos tiempo en casa, menos tiempo donde debía escuchar voces alegres y cargadas de falsedad. Cruzó la calle luego de ver el semáforo en verde, viendo a los niños correr hacia el bonito césped verde del lugar.

Cuando encontró un espacio vacío acomodo su manta, sentándose sobre ella para por fin soltar el aire, deseaba tanto un tiempo para aclarar sus pensamientos. Esperaba poder graduarse pronto y largarse de esa ciudad.

Había acomodado su almuerzo y servido un poco de té, el ambiente alegre la distraía un poco de sus pensamientos, solo que no esperaba escuchar el llanto de una chica justo frente a ella.

Una cabellera rubia y larga hacia juego con el cielo celeste, pero su llanto arruinaba sin dudas aquella imagen casi celestial. Sin notarlo había dejado su té y avanzado hacia la chica, todos a su alrededor volteaban hacia ella como si estuviera mal llorar.

-¿Te encuentras bien? Aunque es una pregunta tonta si estas llorando...- Susurro lo último como una respuesta para ella misma, debía aprender a no meterse en los problemas de otros, suficiente tenía con ella misma.
Estaba a punto de disculparse para volver a su lugar cuando ella levantó la mirada, sus ojos bañados en lágrimas y un poco hinchados habían revuelto totalmente sus pensamientos.

-¿Soy fea?-

Ahora todo tenía sentido, la habían rechazado, pero tampoco podía comprender mucho como debía sentirse. -No, eres muy bonita, pero si sigues llorando te saldrán arrugas.- Respondió mientras buscaba un pañuelo en su bolsillo, entregándole el mismo, pero no esperaba que eso provocará una risa en ella. Bueno, tenía sentido ya que el pañuelo tenía bordado un pequeño y lindo pony.

-Eres muy amable, gracias.- Una suave y pequeña  sonrisa  se trazó en sus labios, tan pequeña pero significativa que enamoraría a cualquiera. -Me llamo Emma, Sano Emma.-

El apellido de la chica era el mismo que el de Mikey, un cliente habitual en el restaurante de sus padres, el chiquillo siempre hacia un escándalo si la comida no tenía una banderita.

-¿Por casualidad eres familiar de un chico al que le dicen Mikey?- Emma a su lado la miró confundida, pero confirmo con un movimiento de cabeza a su descarada pregunta, diciendo que era su hermano. -Lo siento, no me presenté, me llamo Yamada ____. Tu hermano siempre come en el restaurante de mi familia.-

Al volver su mirada a la manta notó una pequeña ardillita robando parte de su comida, debía volver antes de que esa glotona acabará con todo, pero dejar a una chica en ese estado no era nada amable.

-Si no tienes nada que hacer podemos comer juntas, claro si eso no te molesta.-

La amistad que formó ese día con Emma era como su medicina, luego de sentirse tan en el fondo aquella dulce chica había alegrado cada día desde que se conocieron. Despreocupada, alegre, divertida y con sentido de la moda. A su amistad se sumó Hinata Tachibana, quien era todo lo contrario a la rubia. Ambas chicas eran preciadas para ella, pero no de la misma manera.

Emma lo había notado al poco tiempo, pero sus sentimientos por el amigo de su hermano seguían latentes, aunque intentará enterrarlos en lo más profundo de su ser. Ella deseaba corresponder a los sentimientos de ____ más que nada, aún así acabo por rechazarla cuando se le confesó. Las palabras hirientes que realmente no sentía salieron de su boca, arruinando por completo aquel lazo que se había formado entre ambas.

Yamada _____ y Sano Emma no eran amigas, tampoco amantes, ahora solo eran dos almas que se desconocían.

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La verdad tenía pensando darle un buen final, pero quedó esto. Es algo corto, pero me gusto.

Si quieren leer algo en especial pueden enviarme un mensaje por privado. Recuerden tomar agüita.

One-shots ~Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora