Capítulo 3

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—¿El campo de entrenamiento estará abierto a estas horas, Baekhyun?

—Siempre está abierto para los miembros de la realeza, mi príncipe —le entrega unos documentos, mientras Junmyeon se dedica a organizar papeles a su lado.

—Gracias —le sonríe—, creo que ya han trabajado mucho por hoy. Por favor, llévame al campo, me gustaría poder usar mi arco. Después ya se pueden retirar a su habitación.

—¿En serio, príncipe?

Chanyeol asintió, se dispone a ordenar los papeles en su escritorio. Se siente ansioso, y la cabeza le duele un poco, supone que es por la tensión y el estrés. No cree ser capaz de mantener la calma si su prometido está alrededor, su paciencia tiene un límite.

—¿Baekhyun, sabes dónde está mi habitación? —pregunta al ponerse en pie, sus dos asesores se encuentran listos para salir de la habitación a su lado.

—Comparte habitación con el príncipe heredero su alteza... —dice casi con pena.

Junmyeon por supuesto no iba a recibir tal información sin despotricar.

—¿Cómo? ¡Esto es inconcebible!

Chanyeol se perdió en sus pensamientos, ignorando los insultos de su amigo hacia su prometido. Definitivamente, iba a perder la cabeza, de por sí está acostumbrado a tener su propio espacio y poder perderse en sus pensamientos, compartir habitación, la cama, fue lo último que se le pasó por la cabeza, está agobiado.

—Solo llévame al campo de entrenamiento.

Dicho y hecho, Baekhyun los guío hasta ahí, en el camino Junmyeon dejaba en claro lo mucho que le desagradaba el príncipe heredero, Chanyeol nunca se lo recrimina, porque todo lo dicho por su amigo lo piensa; sin embargo, nunca podría decirlo en voz alta, se le enseñó a guardarse sus pensamientos y emociones, pocas veces pierde la cordura.

La única forma que tiene para desahogar sus emociones es entrenar, ya sea con su arco o con un encuentro de cuerpo a cuerpo. Recuerda pasar horas encerrado en el campo de entrenamiento de su reino, peleando sin descanso con los guardias del palacio. A lo largo del tiempo, desarrolló habilidades con el arco y la espalda, lo que muchas veces lo ayudó a no sentirse tan intimidado por los miembros de su corte.

—Llegamos su majestad —el castaño hace una reverencia después de mencionar lo dicho.

—¿Seguro que no quiere que lo acompañe, príncipe?

—Voy a estar bien, Junmyeon, cualquier inconveniente que tenga te lo haré saber —sonríe enternecido—. Pueden descansar por hoy.

No se hicieron esperar las reverencias, Chanyeol terminó quedando solo ante una inmensa puerta de roble. Hizo una reverencia hacia los dos guardias, que custodian la puerta, quienes también hicieron una en respuesta, permitiéndole entrar de una vez por todas al campo de entrenamiento.

Al entrar divisó a varios hombres combatir, con espadas o de cuerpo a cuerpo, siente la adrenalina empezar a correr por su cuerpo, divisa unas bancas cercanas casi al lado de la puerta, toma asiento y se permite observar el encuentro que tienen dos soldados. Los golpes son certeros, los varones se aglomeran alrededor del combate, la euforia es palpable y en breve con una patada en la espalda se declara al vencedor del encuentro.

—¡Zi Tao es el ganador!

Los aplausos no se hacen esperar, hay orgullo en el ganador, sin embargo, aquello no le impide ayudar a poner en pie a su contrincante, se dan un apretón de manos y Chanyeol admira su comportamiento.

—¿Quién más quiere retar a Tao? —agrega el mismo hombre que lo declaró vencedor.

Los murmullos no se hacen esperar, algunos alegan que no quieren ser la próxima víctima del hombre, y aquello solo lo incentiva a ponerse de pie, caminar hasta el montículo de hombres y dejar correr toda su adrenalina.

Matrimonio Arreglado [Sechan/Chanhun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora