3.

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La cena, aunque algo amontonados, había transcurrido amenamente. Las bromas entre Alberto y Giulia eran del agrado de todos, Luca inclusive se había sorprendido de la relación tan estrecha que tenían sus dos amigos. Una pequeña punzada se hizo presente en su corazón cuando notó que Alberto y Giulia se rieron solo entre los dos.

Rápidamente Luca agitó su cabeza para olvidar esa punzada. No comprendía lo que pasaba, desde que había visto a Alberto hacia apenas un par de horas, su mente había estado intranquila, ¿siempre era así cada verano?; seguramente era el cansancio del viaje, después de una noche de sueño su cabeza se relajaría.

- ¿Y bien? ¿Qué opinas Luca? - Alberto lo sacó de sus pensamientos.

- ¿Eh? ¿Qué?

- Amigo, estás en las nubes.

- Es tu primera noche aquí, deberías pasarla en casa con nosotros - Hablo su mamá.

- Vamos querida, deja que se quede aquí, apuesto a que querrá pasar la noche con sus amigos.

- Pero han pasado tres años sin estar con él - Insistía su mamá - Si Luca quiere quedarse aquí está noche está bien, pero mañana pasará la noche con nosotros.

- Disculpen... - Interrumpió el señor Massimo - Sabes que nos encanta que te quedes aquí, pero hace unos meses tuvimos un problema con termitas y la cama que usabas quedó destruida, espero que no te moleste dormir en el sofá.

- No será necesario, puedes dormir en mi cama - Interrumpió bruscamente Alberto - No me importa dormir en el sofá - Añadió.

- ¿Eh? Pero...

- ¡Sin peros! Así podremos pasar la noche juntos.

- ¡Es una gran idea! - Se unió Giulia - Haremos una pijamada, prepararé palomitas como botana.

Cuando se dio cuenta, Luca ya se encontraba sentado con sus amigos, todos juntos sobre una manta en el patio mientras comían las palomitas caseras de Giulia y hablaban de los viejos tiempos. Había tan poco espacio en la sala que tuvieron que salir a hacer su "pijamada" en el patio, bajo el árbol donde Alberto y Luca durmieron cuando su aventura inicio.

- ¿Recuerdan cuando durmieron ahí arriba?

- En realidad, hubo una vez que casi nos descubres - Se rió Luca.

- ¿De verdad?

- Si, fue la primera noche, al parecer llovió y Alberto y yo no nos dimos cuenta hasta que nos despertamos - Luca estaba contando la historia animadamente - Nos caímos al suelo por la sorpresa cuando tú abriste tu ventana fingiendo tocar esa trompeta. Incluso tu papá, casi nos descubre.

Giulia y Luca se rieron ante el recuerdo. Giulia solo podía imaginar lo sucedido y Luca ahora solo podía recordar el nerviosismo que sintió aquella vez. Al abrir levemente su ojo, pudo ver qué Alberto lo observaba con una sonrisa.

- Es increíble que ya hayan pasado tantos años, pareciera que fuese apenas ayer cuando el pueblo les temía, nadie hubiera imaginado que las dos ancianas de la casa de la colina eran como ustedes.

Giulia hablaba con cierta nostalgia, ella sabía mejor que nadie que el próximo año las cosas iban a ser muy diferentes para todos. Ella estudiaría arte para ser una gran artista como su madre, Luca había aplicado a una universidad con un programa de astrofísica por lo que se tendrían que separar, y Alberto... Bueno, era Alberto, lo mejor era esperar que el confirmara sus planes.

El reloj pasaba de la media noche, todo Portorosso ya se encontraba en silencio y el trío de amigos se había quedado dormido sobre la manta.

- Ey, Luca - Alberto se había despertado - Despierta amigo.

Juntos Otra Vez (LucaxAlberto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora