Juntos Otra Vez (LucaxAlberto)

Extra 1. (+18)

Si no te gusta la categoría (+18) por favor no lo leas. Nadie te está obligando a hacerlo.

Dudo mucho que el próximo extra llegue a un (+18), si no quieren leer este capítulo y esperar, solo les pido un poco de paciencia.

Es mi primer (+18), espero les guste! Estoy segura de que iré mejorando en el futuro, no sean tan rudos conmigo 🥺

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La noche había caído en Portorosso. Stella y Luigui se encontraban cenando, la primera no había dejado de sermonear al segundo por lo sucedido, pero tampoco dejaba de recalcar que no podía volver a molestar a sus nuevos amigos. Giulia, al regresar a casa, tuvo que dar varias explicaciones, incluyendo a los padres de Luca que habían subido para tratar de ayudar en la búsqueda de su hijo.

- ¿Entonces ya todo está bien? - Preguntó la madre de Luca.

- Si, parece que los chicos ya se reconciliaron.

- ¿Y dónde están?

- Regresé antes de poder hablar con ellos, pero dudo mucho que vuelvan a separarse por un rato.

...

Apenas habían llegado a la isla, Alberto prendió la fogata y llevó a Luca a aquel espacio adaptado en el que dormía de vez en cuando. Después de haber dejado su faena inconclusa por su pelea, sus cuerpos exigían terminarla.

Alberto se sentó y colocó a Luca sobre de él; el segundo no parecía tener ningún problema en eso, después de todo, había enredado sus piernas al rededor de la cintura de su compañero desde el primer momento.

Sus lenguas se habían reencontrado con gusto mientras volvían a bailar entre ellas. Alberto empezó a quitar la camisa del menor sin dejar de besarlo, la blanca piel de su estómago todavía tenía los moretones que Ercole había generado, pero los suaves gemidos de Luca mientras sentía las manos de su compañero lo hicieron centrarse en el momento. Iba a darle a Luca todo el placer que pudiera.

Alberto empezó a acariciar con sus manos desde la espalda, pasó por el estómago y terminó entretenido mientras jugaba con los pezones de Luca; al mismo tiempo, recordando la última vez y dejando, por muy tortuoso que fuese, los labios de Luca, empezó a dibujar un recorrido de besos desde sus labios hasta su cuello. Sus ojos cerrados ayudaban a escuchar mejor los dulces gemidos de su amor.

Sin los labios de Alberto para detenerlo, los gemidos de Luca empezaron a salir. El tacto de Alberto y la sensación de esos besos en su piel lo estaban volviendo loco. Como pudo, colocó sus manos sobre su boca, abochornado por los sonidos que estaban saliendo de él.

Alberto, al notar que aquella dulce melodía había dejado de sonar para el, abrió los ojos y atrapó las manos de Luca con una sola de el, nadie lo iba a privar de aquella melodía, ni siquiera su amado Luca.

Con las manos de Luca atrapadas, volvió a bajar a su cuello mientras le daba pequeñas y suaves mordidas que generaban una fuerte descarga eléctrica en su compañero y lo hacía soltar gemidos más altos.

La presión en los pantalones de ambos incrementó, tanto Luca como Alberto no podían seguir con la ropa puesta.

Las manos de Luca fueron liberadas por su captor quien aprovechó para quitar su propia playera. Luca, ante el dolor de su parte baja, solo alcanzó a desabrochar su pantalón, pero ante la vista del bien formado cuerpo de su compañero, su mente dejó a un lado el poco raciocinio que le quedaba.

Alberto lanzó su playera a un lugar al azar y unas manos ajenas a las suyas en su pantalón lo sobresaltaron. Luca se encontraba desabrochando su pantalón, se veía avergonzado, pero el moreno estaba paralizado por la sorpresa, ver a Luca arrodillado frente a el mientras le quitaba el pantalón lo encendía a mil.