2.

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Giulia y Luca corrieron hacia la pequeña playa de Portorosso. A pesar de estar a unos pasos de la mayoría de edad, decidieron jugar como cuando niños y se persiguieron hasta la playa.

Giulia era más atlética que Luca, a si que le ganó la carrera por mucho, además de que muchas personas detenían brevemente a Luca para saludarlo después de no verlo por tantotiempo.

Luca le había perdido el rastro a Giulia, pero sabía que solo tenía que doblar la casa de la esquina y llegaría a la playa. El sol que apareció cuando cruzó el edificio lo cegó brevemente y tras ajustar su vista y detenerse un momento para respirar, vio el cabello pelirrojo de su amiga mientras lo señalaba.

Giulia y Alberto estaban con las piernas en el agua, el color azul de las escamas de Alberto brillaba con el sol que se colaba en el líquido.

Los tres años que habían pasado le habían sentado bien a Alberto; desde niños, Alberto le ganaba a Luca en cuerpo y fuerza, pero ahora el trabajo de salvavidas había echo que su cuerpo se desarrollase más grande y fuerte. El tono de su piel moreno se veía bronceado y seguía teniendo aquella sonrisa que siempre mostraba.

Luca sintió como su corazón se estremecía al ver a su mejor amigo, pero lo ignoró creyendo que solo era la emoción. Apenas había recuperado el aliento cuando salió corriendo hacia él.

Alberto también salió del agua y trato de alcanzar a Luca, pero el segundo fue más rápido por primera vez en su vida y se lanzó a abrazarlo. El moreno era más alto por lo que evitó que su amigo se mojara con el agua y lo hizo girar en el aire.

Cinco segundos después de haber terminado de girar, Luca se percató de su acción y trato de zafarse de Alberto, pero este parecía ignorarlo.

- Vamos Alberto, al menos déjame tocar el suelo.

El nombrado, al darse cuenta que el abrazo ya había durado mucho, bajo a su amigo y lo dejó en la arena. Giulia se acercó a los chicos y entre los tres se dieron otro abrazo.

- ¡Esto es fantástico! ¡El equipo de rezagados está nuevamente unido! - Grito ella emocionada.

- Ya los extrañaba chicos - Habló Alberto.

- Y nosotros a ti, cuando Giulia me contó que te habías vuelto más alto no creí que tanto - Le mencionó Luca con una sonrisa avergonzada, pues el no había crecido como esperaba.

- Bueno, es tu culpa por dejar de venir - Alberto pasó su brazo sobre su hombro y se agachó - Entiendo que la escuela es difícil, pero 3 años es mucho tiempo amigo.

- Lo lamento - Luca sintió un cosquilleo en su estómago con la cercanía de Alberto - Te contaré todo lo que ha pasado después.

- Si, ahora es momento de divertirse - Los interrumpió Giulia.

- Me encantaría, pero no he terminado mi turno, no puedo irme en estos momentos - Dijo Alberto señalando su uniforme de salvavidas.

La cara de inconformidad de Giulia no se comparaba con la cara de tristeza de Luca, aunque ya habían sido advertidos por el padre de la joven, querían pasar más tiempo con su amigo.

- Vamos, no pongan esas caras, hoy termino de dar instrucciones al nuevo y se quedará en mi lugar cuidando. En la cena podremos estar juntos.

Con esa frase, los ánimos de los jóvenes mejoraron y aunque trataron de estar juntos más tiempo, el trabajo de Alberto los interrumpió y se tuvieron que despedir.

Giulia y Luca se desviaron a una heladería, pasarían por un rico helado antes de regresar a casa de ella para desempacar.

La puerta del local decía que solicitaban un auxiliar. Portorosso se había vuelto un poco popular los últimos años, el bello paisaje natural y la tranquilidad del pueblo atrajo a aquellos que necesitaban desconectarse de su estresante vida por al menos unos días, también había rumores de un guapo salvavidas que atrajo la atención de las jóvenes y, además, el verano era la época perfecta para visitar el lugar.

Juntos Otra Vez (LucaxAlberto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora