Te he visto otra vez. He hablado contigo, me he sentado a tu lado, me he reído de tus tonterías. Otra vez. Pero desgraciadamente al igual que he vuelto a estar contigo, has desaparecido. No estabas a mi lado al levantarme. He abierto los ojos y ya no estabas.
¿no te cansas?
Llevas demasiadas noches dentro de mis sueños, quizás para mi es un sueño y para ti una pesadilla. Llevas demasiadas mañanas desaparecido, a lo mejor el dolor que siento al no verte a mi lado, no es comparado con el alivio que sientes por librarte de mí. Me encantaría buscarte, buscarte hasta encontrarte y decirte a la cara que quiero que estés conmigo cuando despierto por las mañanas, que me abraces hasta que mis lágrimas cesen, que me recuerdes que no estoy siempre sola y sobre todo que tengas valor para decirme a la cara si lo que sientes por mí es lo mismo que yo por ti o si no quieres volver a verme en mis sueños. Por desgracia, no puedo encontrarte. Para mi no tienes rostro cuando estoy despierta. Todas las noches te veo. Todas las mañanas te olvido. Es un sufrimiento constante enamorarme y perderte una y otra vez. No saber imaginarte en mi cabeza para recordarme lo que me gusta de ti. Todavía no te encuentro y cuando lo haga sabré que eres tú con el que siempre he soñado. Por ahora, me basta con verte en mis sueños ya tendré tiempo para verte en la realidad.
Tú, chico perfecto, si estás leyendo esto: Hasta mi próximo sueño.
