Y vuelta a la casilla de salida,
¿vale la pena seguir jugando?
Puede que no tenga otra elección.
Porque en eso consiste la vida.
Te caes y te obligan a levantarte.
Crees que todo ha acabado, pero sólo es otro comienzo.
No podrás frenarlo, y si tú no tomas las riendas y eliges,
el tiempo lo hará por ti.
No te preocupes,
hagas lo que hagas siempre recordarás lo pasado,
cuando fuiste la razón de una sonrisa,
haberte calmado con un abrazo inesperado,
o al sentirte orgullosa de tenerlos
y preocúpate,
porque también recordarás las despedidas,
las lágrimas que derramaste en silencio,
o la vergüenza causada por el miedo.
Pero, dudas si hiciste lo más apropiado, te arrepientes de ello.
Y te perdonas.
Porque no puedes vivir torturándote por tus errores.
Puede que quieras a una persona, o simplemente quieres quererla.
Es un príncipe, ¿o estás disfrazando a un sapo?
Pero, no puedes cuestionarte todo lo que haces.
Si no te arriesgas, no avanzas.
Porque así te lo exige el tablero.
Somos humanos, somos tan perfectamente imperfectos
que la imperfección nos hace perfectos.
Nunca se sabe qué ocurrirá en el futuro,
pero dependerá de las decisiones que tomes en el presente,
y en qué has aprendido en el pasado.
Depende de la persona que seas, escogerás un camino u otro.
Habrá momentos en los que estés indeciso,
Pero el tiempo te obligará a avanzar por sí solo.
A lo mejor esto no son más que pensamientos al azar,
Sentimientos confusos,
Errores imperdonables,
Miedos no superados.
Pero es todo lo que pasa por mi mente ahora.
