Quiero cerrar los ojos.
Dejar de ser imprescindible por unos segundos.
Empezar una nueva historia y dejarlo todo atrás.
Vivir perdida en la nada condenada a ser silencio.
Abrazar la paz y saborear el amor que antes desconocía.
Ser incapaz de encontrar una solución a nada.
Dejar de serlo todo. Ahora tú no eres nada, no eres nadie.
Sin embargo, sigues escuchando esa voz...
"Empieza a ver más allá de tus párpados cerrados.
Entiendo que sigas sin darte cuenta, no lo hacías ni cuando creías que estaban abiertos."
Necesitar una flor que de verdad me diga si me quieres o no al deshojarla.
O que mi corazón sea más claro con sus latidos cuando te tengo cerca.
Y entonces te das cuenta de que piensas en lo que va a pasar en vez de en lo que pudo pasar.
Y al llegar a esa conclusión, recibes en tu corazón a tu amiga la duda y echas a sensatez de tu cabeza.
Pretender que no pasa nada cuando sí pasa... o viceversa.
La solución a todos mis problemas son más problemas. Así, a su lado, todo esto parecerá un juego de niños.
Pero sería un círculo vicioso que solo iría a más, así que lo pediré otra vez:
Quiero cerrar los ojos
