Es increíble ver como una persona te dibuja una sonrisa.
Es satisfactorio cuando esa persona te regala una margarita.
Cuando te demuestra lo que siente hacia a tí y tú le correspondes.
Un picnic en primavera, una cena a la luz de las velas...
Un atardecer en verano, compartiendo un helado...
Un paseo entre los árboles de otoño, contemplando tu bello rostro...
Abrazados junto al fuego en invierno, queriendo darnos un beso.
De vuelta la primavera pero ahora está ella. A la que tú miras como pensé que me mirabas a mí. A la que tú haces feliz, al hacerle sonreír.
Todas heridas que tuve que coser esta primavera,
todas las veces que no sonreí en verano,
toda la lluvia que descargué en otoño
y todo el frío rencor nació en invierno
¿vale la pena seguir asi?
¿Cómo me dibujo una sonrisa?
La margarita ha deshojado sus pétalos.