Capítulo 1

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Era una hermosa tarde en Seattle y una hermosa mujer de aproximadamente 40 años de edad se encontraba en una cafetería charlando animadamente con un atractivo hombre de 27 años quien le respondía a su charla con una tranquila sonrisa a la mayor.

- Enserio Christian, estoy feliz de verte –respondió la mayor con una brillante sonrisa al joven empresario.

- Igualmente Elena, pero ¿Qué te tiene tan feliz? No me malentiendas, lo que pasa es que te miro con un rostro brilloso lleno de vida –responde el hermoso hombre mirando con curiosidad a la mayor quien al enterarse de cómo estaba en esos momentos se sorprendió y sonrió con suavidad.

- Oh, es eso, digamos que mi sobrina ha ganado un concurso de canto obteniendo una beca en una buena universidad aquí en Seattle –respondió con una brillante sonrisa recordando a su "sobrina".

- ¿sobrina? Nunca me contaste que tenías una sobrina Elena –dijo mirando con ojos curiosos a la mayor ya que él conoce a Elena desde su adolescencia y nunca le ha contado de que tenía una sobrina.

- Bueno, lo que pasa es que mi sobrina es... alguien especial –respondió con una sonrisa tratando de buscar una palabra para definir a la joven chica que tenía como sobrina.

Al escuchar hablar a su amiga y socia la observó con curiosidad ya que notó que describió a su sobrina como especial y no con otras palabras para saber cómo era ella ocasionando que le llamara la atención esa afamada joven.

No pasaron mucho en la cafetería, el joven acompañó a la mayor dejándola a su hogar en su auto siendo conducido por Jason Taylor su guardaespaldas. Al llegar al hogar de la mayor, el de ojos grises observó a una chica caminar hacia el hogar de la mayor, no pudo observar su rostro pero si su cabello de un marrón oscuro.

La joven caminaba de manera elegante y firme, vestía con un pantalón tubo azul, una camisa negra y una chaqueta con capucha negra con gris, botas negras debajo de la rodilla y una gorra negra que combinaba su ropaje, por un momento Christian quedó mirando curioso a esa joven pero no sabía el porqué, tal vez por su forma de caminar tan segura y elegante.

- ¿sucede algo? –le preguntó Elena mirándolo confundida.

Christian salió de sus pensamientos al escuchar la voz de la mayor, volteo a verla y observo que ella tenía un rostro curioso y confundido por haberlo visto perdido en sus pensamientos.

- No, nada Elena... solo estaba pensando en los papeles que deje en la oficina

Elena asintió sin creerle y siguió mirando a la ventana contraria, Christian no dijo nada, volteó a ver en la ventana para buscar a la chica sorprendiéndose que la chica ya no estaba, miró a ambos lados de esa calle y no la encontró.

"Tal vez fue mi imaginación" pensó el oji gris ignorando lo que sucedió hace un momento.

El joven y hermoso empresario dejó en la entrada de la casa a Elena, se despidieron y cuando la mayor entro a su hogar el auto –conducido por Taylor –se retiró del lugar llevándose a su jefe a su hogar para tener un descanso del día de hoy.

Elena miró su hogar, se escuchaba silencioso, hasta que unos pasos se empezaron a escuchar yendo directo hacia ella, los pasos no eran apurados, eran tranquilos. La mayor sonrió al obtener en su campo de visión a la joven que conoció el día del temblor, la joven caminó hacia ella con una suave sonrisa en modo de bienvenida, la rubia sintió un dulce calor instalarse en su interior al mirar a la niña ocasionando que sus ojos brillasen y mirasen con cariño y adoración a la castaña oscura.

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