Xavier
Aún tengo grabado en la retina su andar seductor por el departamento, todavía puedo sentir mi polla ardiendo por la necesidad de tenerla luego de aquel espectáculo.
Quería volver a tenerla, y no podía.Aquellos años como seguridad en clubes me habían manchado y por eso siento que no merezco a alguien como Roux.
Tuve que golpear y arrastrar fuera a hombres que insultaban a mis compañeros de trabajo dentro del club debido a que les pedían que abandonen el lugar porque no medían sus palabras y aún así esperaban que las mujeres se fueran con ellos. Pero lo peor fue la escena que presencié un día que me quedé detrás de las cámaras a observar que todo vaya bien y luego de ello dejé aquella vida para irme con el hombre que se convirtió en mi amigo.
Aidan Dark.
Aquella noche vi como un hombre tenía contra la pared a una pequeña chica que nadie parecía ver. La estaba manoseando con fuerza, oculta detrás de su ancho cuerpo, y ella lloraba mientras una de las manos del tipo se perdió bajo su corta falda y la otra la sostenía por el cuello.
No avisé a nadie y fui a poner fin a tal escena. Estaba harto, muy harto de los hombres que se comportaban tan mal con las mujeres.
Arrastré al tipo al callejón de atrás del bar, le di una paliza que lo dejó al borde de la muerte, y regresé por la chica.
No estaba.
Un hombre con paso seguro se acercó a mí, era Aidan Dark, me dijo que había tranquilizado a la chica y la metió en un taxi para que vaya a la seguridad de su casa.
Eso estaba resuelto.
Al parecer, Aidan había visto toda la escena y estuvo a punto de actuar antes de que interviniera.
La chica estaría bien, pero el tipo en el callejón era otra cosa.Salí con Aidan al callejón, y le busqué el pulso al hombre con el rostro cubierto de sangre.
No tenía.
Aquello sería un problema. Un grave problema.Llevé mis manos a la cabeza y tiré con fuerza de mi pelo. Grité frustrado.
Aidan estaba hablándome, podía ver que se acercaba y movía los labios mientras me sostenía por los hombros, pero no lo escuchaba. Solo podía pensar en la cantidad de problemas que tendría ahora debido a dejarme llevar por la ira.Siempre fui impulsivo, un hombre de carácter y poca paciencia. Por esa razón últimamente prefería estar detrás de las cámaras de seguridad, vigilando, y no sacando ebrios del bar, pero hoy no me pude contener.
Y por esa razón todo se fue a la mierda.Aidan estaba muy cerca de mi cara, continuaba hablando el muy cabrón, y solo para serenarme, lo escuché.
Me estaba ofreciendo una salida.Me propuso irme con él, me ofrecería un trabajo.
No sabía qué podía darme él, apenas lo conocía y no sabía si podía confiar, aun así le dije que no quería nada que me hiciera rabiar, quería algo tranquilo y le dije que yo revisaba las cámaras del bar, y que tenía habilidades de hackeo.
El rostro se le iluminó.
¿Por qué sería?
Tiempo después lo averigüé.Cuando la rabia poco a poco abandonó mi sistema, fui con Aidan a la oficina de monitoreo del bar y borré todo lo grabado en las últimas horas, desconecté las cámaras y salí.
Aidan me vigilaba de cerca, puede que temiera que pierda la cordura en cualquier momento.
Ya no pasaría, estaba centrado en la tarea de eliminar toda conexión del bar conmigo. Pasé por otra oficina, la que contenía todo el papeleo del bar y los contratos de cada uno de los que trabajábamos allí con toda la información personal.
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Destino con opciones ©
Short StoryCONTINUACIÓN de 'Destino sin opciones'. Roux Dark está retomando su vida luego de vivir los últimos cinco años en un yate en medio del mar. Debido a un viaje que realizó a sus dieciocho años, sobrevivió al trágico accidente automovilístico (intencio...