Acto 6

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Ambos entraron sigilosamente hacia el patio de los Potter, ya que los adultos se encontraban en una gala en el ministerio y por lo que parecía Harry se encontraba durmiendo en la que era su habitación, en eso el perro comenzó a ladrar.

- Shh ... - le dijeron a coro.

- Bien ... espera un segundo – murmuró Draco.

Se acercó al campus y abrió lentamente la puerta, asomo la cabeza un poco hacia el interior y noto que alguien estaba recostado en la cama.

- Está dormido – afirmó – dame al perro.

- De acuerdo ... ohh ... creo que tiene moquitos ... - Draco la miro con una ceja en alto – oh ... esa nariz – hablo Ginny al perro, con una voz más aguda de lo usual, ignorando la mirada de Draco.

- Los perros no saben sonarse ...

En eso Ginny logro que el perro se sonara la nariz y le dio una mirada de suficiencia a Draco, mientras este la miraba con cara de asco.

- Ya, dame al perro ... - Draco lo jalo del collar y lo metió dentro del remolque – haber ... entra con Harry y dale unas buenas lamidas ... - le dijo al perro antes de cerrar la puerta.

Luego de cerrar bien la puerta, volteo donde Ginny y le dijo.

- Weasley si esto funciona, te voy a deber una muy grande ...

- Ya me la debes hace mucho tiempo ...

No pasaron ni cinco minutos desde que encerraron al perro y se comenzaron a escuchar gruñidos desde el interior y el remolque se comenzó a zarandear.

- ¿Qué rayos sucede?

- No lo sé – respondió Draco asustado – oh, por Merlín ... ¡Harry! ... ¡Harry! – comenzó a gritar tratando de abrir la ventana y la puerta - ¿Te encuentras bien?

- ¡¿Se escucha como si estuviera algo bien?! – preguntó Ginny histérica.

En eso los gruñidos se intensificaron y los movimientos de dentro se volvieron más agresivos y salvajes.

- Oh ... Salazar ... ¡esto es horrible!

- ¡Ya sé!

- ¡Por esto jamás vamos a volver!

Ginny lo miró como si le hubiera salido una segunda cabeza, para después gritarle.

- ¡Ese no es el asunto importante ahora!

- ¿Qué podemos hacer?, la puerta está protegida para abrirse solo desde dentro y por fuera solo reacciona a la magia de Harry.

Al escuchar el alboroto, Harry apareció desde dentro de la casa.

- ¡¿Qué está pasando?!

- ¡Harry!

- ¿Y tú que haces aquí?

- Se supone que estás con ese perrote ahí dentro ...

- ¡¿Qué ...?! ¡Sirius es el que esta adentro!

- ¡¿Qué?!

- ¡¿Black?!

- ¡Sirius! ¡Sirius! – en ese momento Harry recordó que era mago y saco su varita para abrir la puerta - ¡Oh, Merlín! Sí que es un perrote ...

Cuando lograron separar al crup de Sirius, que cabe aclarar estaba en su forma animaga, llegaron los Potter y procedieron a sanar a ambos dentro de la casa, dejando así a los tres adolescentes solos, para que puedan hablar.

- Entro a verte en un rato Canuto – le dijo Harry.

- Está bien, cachorro, no te preocupes ... arregla tus cosas ... – contesto él, débil.

- ¡Qué pena Sirius! - gritó Ginny.

- Los sentimos ... - comentó Draco como quien no quiere la cosa.

- Va a estar bien chicos, no se preocupen – respondió James restándole importancia.

- Además ... ¿Quién le manda a pelear con un perro? Ahora que asuma las consecuencias – secundó Lily para terminar de llevar a Sirius dentro de la casa.

Harry se pasó las manos por el cabello frustrado y se alejó de ambas.

- Weasley me dijo que te dé un perro – habló Draco rápidamente.

- ¡Oye!

- De acuerdo ... reconozco que fue en parte mi idea, pero jamás creí que ese perro se pusiera a pelear con tu padrino, además ni siquiera sabía que Black estaba adentro. Yo solo quería darte un perro porque tú dijiste que nunca había hecho nada lindo por ti y quise que tuvieras ... - Draco estoy hablando cada vez más rápido, porque no quería que Harry se moleste más con él, pero su discurso fue interrumpido por el chico de anteojos, que para callarlo tomo su rostro entre sus manos y le dio un tierno beso.

- ¿Me amas otra vez ...? – preguntó Draco suavemente.

- Nunca deje de amarte ...

- ¡Ohh ...! – ambos voltearon a ver a Ginny con cara de ¿Qué rayos? – arruiné el momento ¿no ...?

- Descuida ... y ... en serio te debo una ... - le dijo Draco agradecido, para después voltear y volver a besar a Harry, pero esta vez el beso era más demandante.

Ginny comenzó a sentirse incómoda así que se acercó lentamente a ellos y les susurro.

- Oigan ... ya es algo tarde, ¿creen que podrían llevarme a mi casa?

- Usa la chimenea, es lo más práctico – respondió Draco cortante.

Harry soltó una pequeña risa y sin soltar a Draco le dijo a Ginny.

- Tranquila ahorita te acompañamos adentro, ya que tengo que avisarles a mis padres que vas a usar los polvos flu para ellos que habiliten la chimenea.

- Gracias Harry ... yo mejor los espero dentro de la casa – completo ella cuando vio que ambos comenzaron a besarse por tercera vez y para evitar ver cosas que no le apetecían, huyo hacia dentro – ¡No se vayan a atragantar! – les grito en medio de su huida.

Ambos se rieron y se separaron levemente, pero mantenían unas sonrisas tontas en sus rostros.

- Te amo Harry ... prometo cambiar ...

- No es necesario, te amo tal y como eres ... aunque ser un poco más detallista no te mataría te lo aseguro.

- Voy a intentarlo – dijo dándole una pequeña sonrisa.

Harry le dio un pequeño beso y comenzaron a avanzar hacia la casa tomados de la mano. Sabían que los problemas no se iban a terminar de la noche a la mañana, pero de ahora en adelante, todos los problemas que se les atravesarán los iban a superar juntos y eso era todo lo que les bastaba.



🌼❤️



Bueno, este es el fin de la historia, les confieso que se me hizo muy divertido adaptarla, de todo corazón espero que les haya parecido entretenido y sin más que decirles, les mando un beso y un abrazo, cuídense, los quiero.



✌️❤️

De cuando Draco botó a HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora