-Mision: exploración-

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Me encuentro en la habitación aún inmóvil procesando lo que acaba de pasar, alguien, tiene el teléfono de mi madre, el cual está desaparecido, y se que por algún motivo se relaciona con mi padre.

¿Qué?

Sigo pensando si debería contestar o no, la curiosidad me carcome, pero...

¿Qué tal si es una trampa? ¿Y si es el asesino y busca terminar con mi vida también?

Gruño en frustración, sin saber si contestar o no, intentó recordar esa noche, todo fue tan extraño, y lo peor es que los recuerdos que tengo son muy vagos, ni siquiera me es claro el color de ojos de aquel extraño, es como un acertijo sin pies y cabeza, algo al que aparentemente no encuentro respuestas.

No tengo nada, no se ni por dónde empezar, así que tomo toda la valentía que tengo y contesto aquel mensaje.

Matías
-Sí

Espero pacientemente la respuesta de aquel número, pero no llega, tal vez me estaban jugando una broma, tal vez si fui muy estúpido y aquello que me pasó solo fue un intento de robo que casualmente sucedió aquella noche.

O quizás no.

Pasan algunos minutos y aún no obtengo respuesta, tal vez después de todo si era una mala broma.

Suspiró derrotado dejándome caer en el respaldo de la cama y cierro mis ojos por un breve momento por el cual ni siquiera me doy cuenta que me he quedado dormido, estoy en un profundo estado, todo está obscuro, hasta que...

A lo lejos observo una luz blanca, me acerco rápidamente hacia su dirección y a medida que llegó hacía ella notó lo cegadora que es, entró sin saber muy bien el porque y me encuentro con un bello jardín.

Está rodeado de bellas flores, rosas, jazmines, girasoles, entre otras, mis pies están desnudos, pero el pasto debajo mío se siente muy cómodo, ni siquiera me molesta la humedad de la tierra.

Sigo caminando por aquella vía, y a lo lejos puedo distinguir un adulto y un niño, al parecer son padre e hijo por lo parecido entre ellos pero...

¿Están discutiendo?

No lo se, puedo ver qué ambos forcejean mientras que el hombre lo quiere llevar hacía el otro lado de aquel jardín, hacía lo obscuro, debo detenerlo o si no le hará daño.

Empiezo a correr rápidamente hacia ellos, algunas espinas de las plantas se incrustan en mi piel, al principio arden como si te estuvieran clavando cientos de agujas al mismo tiempo, pero después de llevar algo de tiempo sobrellevando el dolor te acostumbras.

Aún respirando agitadamente llegó hasta ellos, pero en un intento de jalar a aquel niño mi mano atraviesa su brazo, intento tomarlo de algún lado pero es inútil, no puedo tocarlo, el hombre sigue jalando al niño rumbo hacia la obscuridad y mi presencia parece no notarse, como si fuera un fantasma.

¿Y si realmente lo soy?

Grito en desesperación, clamando por ayuda, pero no hay nadie más en este lugar, solo ellos y yo, en una distracción buscando a alguien que pueda ayudar a aquel niño, volteó hacia ellos, pero ya no están, se han ido.

¿Que? ¿Qué es esto? ¿Por qué me siento así? ¿Por qué tengo esta sensación de...Vacío?

No es un sueño, si no un recuerdo.

Las huellas de mi padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora