Alicia
El camino a casa junto a Matías y Jacob fue silencioso, nadie dijo nada ni comentamos algo al respecto.
Todavía sentía la adrenalina corriendo por mis venas, recordaba aún con exactitud el olor a quemado y el miedo que tenía de no salir a tiempo.
Y estaba metida en este lío solo por entrometerme en los planes del estúpido de Matías.
El lucía tan tranquilo como si todo fuera de lo más normal.
Idiota.
Jacob era más agradable que que Matías, mucho más, aún no entendía como eran mejores amigos si eran tan distintos.
Jacob era más abierto, divertido y más espontáneo, en cambio Matías no sabías con exactitud lo que estaba pensando, era un total misterio y creo que eso era lo que más me atraía de el, que a pesar de tener esa actitud tan nefasta parecía engancharme más.
Por eso exactamente lo seguí, vale, la curiosidad es más grande que yo.
No pensé que fuera un problema tan grande, pero vamos, si ya se todo esto de nada sirve deslindarme de esta situación.
Además quiero pasar más tiempo junto a Matías y descubrir que es lo que oculta, porque es tan misterioso, porque siempre tengo esa necesidad de acercarme más y más a él.
Finalmente llegamos a mi casa, echo una ojeada tras de mí y observo que Matías y Jacob también se detienen.
No traigo las llaves, maldición, tendré que tocar el timbre y mamá abrirá y si ve a Matías empezará a insinuar cosas donde no las hay, ya desearía yo.
Ellos me observan confundidos mientras a mi me sudan las manos a medida que me acerco a la puerta, dejo salir un pesado suspiro y aprieto el botón.
Mi corazón empieza a latir a toda velocidad impulsado por los nervios de esta situación, escucho algunas voces tras la puerta y pasos acercándose.
Mi mente va cada vez más rápido inventandome excusas ingeniosas para que no pregunte más del tema.
Mamá aparece en mi campo de visión me da una mirada extraña y observa tras de mí a los dos imbéciles que traigo conmigo.
-¿Por qué no estabas en casa?- oigo a mi madre preguntar enfadada.
Demonios, ahora estaré castigada un par de semanas.
-Fui a...correr con mis amigos- dije yo enfatizando más en la palabra "amigos" para que el mensaje le quede claro que solo son eso.
Ella me voltea a ver a mi, después a mis acompañantes tras de mí, no los puedo ver pero se que están saludando con la mano efusivamente a mi mamá.
Hasta que la veo esbozar una gran sonrisa.
Espera ¿que?.
-¡Al fin tienes amigos Ali!- ella me dice, y en lo que tardo en reaccionar ella me toma entre sus brazos y me apretuja fuertemente contra ella.
-Mama...basta- le suplico.
-Es que jamás pensé que este día llegaría...a veces eres tan...solitaria- dice ella a modo de lamento mientras se seca una lágrima falsa.
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Las huellas de mi padre
TerrorEn lo mas profundo de mi ser se esconde ¿curiosidad? ¿miedo? ¿o anhelo por descubrir quien era realmente mi padre? no lo se aun con exactitud pero algo era seguro no descansaría hasta hallar la verdad que siempre estuvo ahí, frente a mis ojos y que...