Prólogo

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A todos siempre nos gusta hablar e imaginar sobre el destino

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A todos siempre nos gusta hablar e imaginar sobre el destino. Esa fuerza desconocida que te lleva a tu lugar en la vida. Algunos lo llaman casualidad o simple coincidencia. Pero muchos nos aferramos a esa esperanza de que existe alguien en algún lugar del mundo, que no importa los años o situaciones que pasen de por medio, está destinado a estar contigo.

La verdad es que a Han Jisung todas esas chorradas le aburrían. 

Había pasado mucho tiempo creyéndoselas y pensando que de verdad el amor de su vida iría un día a la puerta de su casa y le tocaría el timbre.

"Es una estupidez"– pensaba siempre que el tema del amor se asomaba en su mente.

Y más si sus adorables padres acababan de mandarlo a un internado. Los Han eran una familia fuera de lo normal. Eran investigadores científicos y siempre andaban de un lugar del mundo a otro en busca de nuevos descubrimientos y conocimientos. Jisung adoraba de verdad a sus padres, lo criaron lo mejor que pudieron y le otorgaron todo el amor posible que pudiera necesitar. Pero tenían un pequeño fallo. Y es que nunca se asentaban en un lugar.

Jisung había estado en más lugares de los que siquiera pudiera pronunciar o recordar. Le encantaba viajar, de verdad que lo hacía. Ver tantas culturas y gentes distintas. Entender lo pequeños y sin importancia que somos los humanos. A Jisung le apasionaba la humanidad y toda su historia. Siempre había sido su asignatura favorita y lo que mejor se le daba.

Sin embargo, el pequeño fallo tenía bastante peso. Y es que Jisung jamás había podido tener amigos de verdad, al menos no amigos que le duraran más de un año.

Al estar siempre mudándose, terminaba por perder el contacto con la gente de otras ciudades y países. Se acostumbró a no intimar con nadie salvo con sus padres y a saber que nadie iba a ser eterno. Para bien o para mal, Jisung se había acostumbrado a estar solo. Por ello, la idea del amor de pareja no se le pasaba ni por la cabeza. Si no era capaz de mantener amistades, ¿cómo lo haría con una relación amorosa?

Es por eso que, a pesar de fastidiarle que sus padres lo hubieran mandado a un internado en el norte de España para que terminara los estudios obligatorios mientras ellos se iban a Suecia a ver las auroras boreales, no se esperaba más que sobrevivir ese año para al fin olvidarse de cambiar de escuela todos los años.

Jisung dibujó una sonrisa feliz en la ventanilla del coche con el vaho que dejó su aliento. Cambió la posición en el asiento del coche apoyando la frente en el frío cristal. Se estremeció por el repentino cambio de temperatura y soltó un suspiro que había estado reteniendo mientras cerraba los ojos. La verdad es que era algo agotador su estilo de vida. Y por mucho que llevara 17 años con él, no terminaba nunca por acostumbrarse.

El Sol estaba en lo más alto del cielo teniendo en cuenta que era casi medio día. Estaba de camino a ingresar al internado. Sus padres ya se habían tenido que ir a Suecia para su investigación, así que solo la compañía del conductor estaba con él.

Reflejo-Minsung (LMH+HJS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora