Capítulos 1 -. Un secreto, un cambio de vida

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"No sé como es que aparecí aquí, todo es tan oscuro, la lluvia me está empapando y siento todo mi rostro pegajoso por las lagrimas que no dejan de caer.

«¿Por qué Dios es tan malo conmigo? ¿Por qué me odia tanto? ¿Por qué me quitó a mi ser más amado? ¡Mamá, vuelve no me dejes sola porfavor! ¡te lo ruego!»

No puedo más mis piernas me tiemblan y ya no puedo mantenerme de pie, intento agarrarme a la pared pero no puedo.

/Auuuu/

Grito y lloro de dolor, nadie me escucha, me duele el golpe que recibí con la caída, me duele mucho su partida, me duele este vacío que siento en mi pecho que me desgarra el alma, me duele saber que ya no la volveré a ver, no sentire sus caricias, su dulce voz cantandome, sus labios dándome un beso de buenas noches, ni sus palabras tan lindas que me decía "mi pequeña damita" era su apodo para mi, quiero escucharlo otra vez de sus labios, quiero escuchar su voz aunque sea una vez más.

Me arden los ojos de tanto llorar, me duele el pecho de sentirme así, ya no aguanto más. Caigo para un costado golpeandome el hombro, mi vista se está haciendo cada vez más oscura, ya no veo nada pero sigo llorando, siento como si me estuviera durmiendo.

- Mamá - murmuré.

Aparezco en mi casa al costado de la chimenea hechada en las piernas de mi mamá que me estaba peinando mi largo cabello rojizo.

- ¿Qué te pasa mi pequeña damita?

- Tuve una pesadilla en la que tú no estabas a mi lado, en donde tú habias muerto - me puse a llorar en su regazo.

- Shhh ya paso amor - me acarició mi cabeza - escucha hija te amo y nunca lo olvides, siempre estaré aquí - señaló mi corazón - eres la luz de mi vida, mi pequeña damita.

- Mamá no me dejes sola porfavor eres a la única que tengo

- Mi amor yo..... - unos hombres con trajes raros entraron de pronto golpeando la puerta y me separaron de mi mamá. Ella forsejeaba hasta que vio a una señora que no dejaba ver su rostro por su gran sombrero - Tú - dijo con desprecio - deja a mi hija ella no tiene nada que ver con ésto.

- Lo siento pero sabes que no puedo, eso no me convendria mucho ¡Llevenselas!

- Noooo ¡Mamá! ¡Mamá!

- ¡Charlotte! ¡Recuerda hija tu siempre serás la única con la verdad!¡Eres la única heredera! ¡No confies en nadie!

Nos gritamos nuestros nombres sin cesar como si eso hiciera que nos dejen tranquilas"

- ¡Charlotte! ¡Charlotte!

Alguien me llama pero no puedo reconocer su voz ¿quien era? abri los ojos y me di cuenta que todo había sido un sueño.

- Marta ¿Dónde estoy?

- ¡¿Qué en donde estás?! ¡Pues en la clínica, hija la clínica!

- Dios que alterada.

- Y no sabes cuánto, verte entrar con una camilla no me hizo para nada bien después del velorio de ayer.

- Ni me lo digas.

- No tenias que irte así me preocupaste mucho.

- Lo sé, lo siento.

- Te quiero mucho Charlotte, no me des estos sustos - dijo abrazandome.

Me senté en la cama e intente pararme pero mis piernas me temblaron y si no hubiera sido por Marta me hubiera caído.

- Dios - exclamé.

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