El amanecer 5:50 a.m.

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El amanecer de las primaveras era el paisaje que más le gustaba dibujar a Abril.

A veces,cuando tenia temporadas de pintar como si la vida le fuera en ello,se despertaba a las 5 de la mañana con el fín de poder capturar el precioso amanecer desde su ventana.

Ella hacía siempre lo posible por no hacer ruido y así no despertar a su madre,aunque resultaba prácticamente imposible,ya que Sarah se despertaba con el más mínimo sonido.Solía hacerle compañía a su hija mientras ella daba pinceladas en el lienzo con las acuarelas que ella misma le regaló su  hace 10 años. Aún las tenía,y no podía creerselo,ya que las había usado casi todos los días que le daba tiempo a sentarse un rato y descansar, garabateando lo primero que se le pasara por la cabeza.

A Sarah siempre le ha parecido que los dibujos de Abril transmitían aquello que ella sentía al dibujarlos,y se apreciaba el esfuerzo y dedicación que  pone en ellos.

Para la chica,los mejores momentos eran al amanecer con su madre.Ella era lo único que le quedaba.

Dibujaba el alba cada día desde la misma ventana,pero a distintas horas.Un dia a las 5:20, el día siguiente a las 5:30,5:40... 

Todos esos amaneceres se acabarían muy pronto.

El anochecer que iba a dar paso a la creación del cuadro de las 5:50 cambió todo por completo.

Abril se encontraba sola en casa.Su madre había salido fuera,había quedado con un hombre para cenar y luego dar una vuelta.No le hacía mucha gracia que su madre fuera viendo hombres puesto que,aunque su padre ya no estuviera más allí con ellas, significaba que una parte de Sarah intentaba olvidarse de él,eliminarlo de su disco duro de recuerdos,y Abril lo único que intentaba era aguantar su recuerdo tranquilamente,como una persona que guarda sus más preciados tesoros en una caja fuerte escondida en un lugar secreto,donde a nadie se le ocurriría mirar.Sabes que lo tienes y que es tuyo, y a la vez puedes despreocuparte porque tienes la seguridad de que nunca lo vas a perder,ni nadie te lo va a robar.

Sarah la había avisado de que no la esperara despierta,ya que ella y su "amigo" iban a dar un largo paseo por la ciudad. Su madre le prometió que estaría en casa para el amanecer 5:50 a.m.

Cuando Abril se despertó a las 5:40,aún no había llegado su madre a casa.Ésta se enfadó bastante,Sarah le había prometido que estaría alli.Se sentía, como el juguete viejo y usado de un niño al que le han comprado un transformer.Se sentía,como una niña inocente a la que le prometen una bici para navidad y al final solo le traen calcetines.

Se sentía...mal.

Entonces oyó un ruido.Un estruendo.Una bomba.Una explosión.No sabía con exactitud qué era,pero la había dejado sin aliento.

Se asomó por la ventana,y fue entonces cuando vislumbró un cúmulo de humo y fuego unas manzanas más lejos de su casa.

No podía quedarse en casa parada sin hacer nada al respecto,de alguna forma sabia...que tenía que hacer algo.En su interior,unas voces la inquietaban y la intrigaban acerca del suceso.

Cuando fue a acercarse,una masa de gente rodeaba el lugar de la explosión,dejando huecos demasiado pequeños para que una niña de 1.60 de altura pueda ver algo entre tanto barullo.Era como si se tratara de una obra de teatro,en la cual el fuego sea el protagonista y la gente de los alrededores los expectantes que aplauden y gritan 'wooaah' al unísono. Mientras tanto,la ambulancia sustituía a la orquesta y el director,el medico del SAMU.

Fue cuando consiguió llegar al núcleo de lo acontecido cuando su corazón hizo amago de pararse para siempre.

Su madre estaba en medio de todo el fuego.

Había un coche ardiendo en llamas con Sarah y su "amigo" dentro.Los bomberos no consiguieron sacar al hombre,que yacía abrasado en el asiento del conductor,mientras que a la madre de Abril si que la sacaron,a pesar de que fue en vano.

Se sintió como si le arrebataran lo más querido de las manos.

Salió corriendo detrás de los tres hombres que transportaban a su madre en una camilla,luchando contra el fuego que se oponía a que ambas se juntaran.

La gente la gritaba,la agarraban de los brazos y diciéndole que ya no se puede hacer nada al respecto,con el fín de despertar a la niña y que actue con sensatez.Pero nada ni nadie la paró para llegar hasta el SAMU,donde su madre estaba a punto de subir.

Ella lloraba,gritaba y peleaba con enfermeros y bomberos para que la dejaran acercarse a su madre.No comprendía por qué no podía verla,no entendía por qué todo el mundo la refrenaba hacia su objetivo.¿Acaso estaban todos locos? Si ella fuera un médico y acabara de sacar a una mujer de entre las llamas,dejaría que su hijo se acercase,en vez de retenerlo para que el dolor sea aún más intenso.

Pero cuando se acercó entendió por completo la actitud y los actos de los que la rodeaban.

Sin entrar en detalles,hubiera preferido no haberla visto.

¿Cómo una persona puede acabar muriendo de tal forma en cuestión de segundos?¿Cómo es posible que todo esto sea real?¿Acaso la vida es una pesadilla,y a la mañana siguiente solo escuestión de despertarse?¿Era todo el accidente una falsa?

Pero después de ver a su madre era imposible pensar que todo fuera un sueño.Eso era más que real.Era terrorífico.Era...mustio.

Abril cayó delicadamente al suelo.Habría caído de golpe de no ser por la ayuda de unas enfermeras.La niña se cogía la cabeza y gritaba una y otra vez por qué,por qué y por qué.No daba crédito a lo que veía.

Las enfermeras intentaron llevarsela de allí,aunque ella se opuso.Empezó a gritar por todas partes que le devolvieran la vida a su madre,que se murieran todos,y otras amenazas varias.

Ella escupía toda su ira por la boca,pero lo que realmente sentía,era que su madre le debía un amanecer de las 5:50 a.m.

Eso le faltaba.Ese amanecer no lo iba a recuperar jamás.

No existen figuras retóricas suficientes como para transmitir el dolor de una hija al perder a su madre.

Memorias de un artista desenfrenadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora