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salir con Eren Jaeger incluiría
-Calor o frio, siempre estarías usando una de sus sudaderas con capucha, no puedo enfatizar esto lo suficiente, a este hombre le ENCANTA verte usando su ropa.
—Te ves tan linda con mi sudadera, princesa, ¿estas cómoda? ¿calentita?—
-Tantos nombres de mascotas; van desde el típico bebé, cielo, princesa, cariño, corazón. Pero a veces se volvían creativos; mi pequeña calabaza, boogaboo, pastelito o su favorito; pancito de miel.
-ay es que chiquillxs no puedo con eren /llora
-Los abrazos. Ahora escucha, este hombre ha pasado por una mierda horrible, y todos lo pasar por este hombre dom que no te dejan decir una palabra pero a veces, cuando son solo ustedes dos, necesita desesperadamente ser la cucharita. Le encanta sentir tus brazos alrededor de él, especialmente cuando lo tranquilizas, lo felicitas y pasas los dedos por su largo cabello.
—Oye (n), no ves que quiero que me hagas cariño y tu estas viendo la novela—
-Dios mío, está bien, ir de picnic. Pero escúchame. ir de picnic / caminata con eren sería genial, especialmente si al final está oscuro y acampas bajo las estrellas, acurrucándote en su pecho y él te canta suavemente para dormir. ¿¡HOLA, OSEA SE LO IMAGINAN!?
—Te sientes tan calentita, bebé. Tan cómoda. Me encanta estar envuelto en tus brazos como un burrito—
- Hablando de picnics, este hombre te mira con un vestido de verano y te pone de rodillas mientras te levanta el vestido por las caderas y literalmente te arranca la vida.
-Vestidos = Sexo desenfrenado.
—Te ves muy bien con este vestido, bebé, tienes suerte de que no te lo quite en la maldita tienda de comestibles, joder—
- Calentamiento de polla. Es que es obvio que es una masita y siempre necesita estar cerca de tuyo, de cualquier manera y que mejor dentro de ... ti.
-Y claramente tiene su lado salvaje y dominante.
( . . . )
—Te gusta eso, ¿verdad, pequeña puta?— Gruñó Eren mientras apretaba su agarre en tu cabello y tiraba de tu cabeza hacia atrás, sus caras se acercaban.
—Dime, dime quién te hace sentir tan jodidamente bien— dijo, con voz baja y profunda, llena de deseo.
—T-tu, cariño— murmuraste entre gemidos, apenas capaz de pronunciar ninguna palabra en primer lugar. Eren te estaba jodiendo como un estúpido, y todo lo que salía de tu boca, aparte de los gemidos, era incoherente.
Eren estaba chocando contigo sin piedad, golpeando ese punto dulce una y otra vez, empujándote cerca de alcanzar tu altura una vez más. era grande y lo sabía, sabía cuánto costaba por ti, pero aún así lo hizo, amaba arruinarte y, lo más importante, amaba la forma en que tus cálidas paredes lo recibían una y otra vez.
Era malo, muy malo, pero te trataba mejor que nadie, y se aseguró de que lo supieras. Con cada embestida que los enviaba a ambos a la euforia, cada toque enviaba escalofríos por su columna vertebral y cada beso era tan apasionado pero suave, se aseguró de que supiera quién los hacía sentir tan bien.
Las lágrimas rodaban por tus mejillas sonrosadas mientras Eren continuaba con su ritmo rápido, sin desacelerarse ni un solo segundo. —E-eren, por favor es demasiado, no p-no puedo— te ahogaste entre gemidos y sollozos, luchando por aguantarlo todo, era demasiado grande, demasiado para que lo manejes.
Solo pudiste aguantar un tiempo antes de sentirte adolorido y sensible a cualquier simple contacto. pero eren era rudo y él lo sabía, se aseguró de que supieras que eras suya y suya única.
—Tómalo, tómalo como la buena zorra que eres— Dijo justo antes de darte una dura palmada en el culo.
La sobreestimulación nubló tus pensamientos, estabas llorando y suplicando a todos que se detuvieran, tu núcleo sensible y dolorido. —Uno más, bebé ¿no? Sé que puedes hacerlo—
Susurró mientras frotaba círculos relajantes sobre el lugar en el que te golpeó el trasero antes. y después de alcanzar y descender en tu último subidón, eren se retiró y te volteó suavemente, colocando suaves besos por todo tu rostro y cuello.
—Lo hiciste tan bien por mí hoy, ángel— Murmuró contra tus labios antes de besarte apasionadamente y envolver sus brazos alrededor de ti.
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