¡Feliz San Valentín! (Hinakoma)

~•Byakuya Togami•~

Erá un nuevo día en Kibougamine... otro día más... ¡oh!, se acercabá San Valentín. La fecha de ese día erá martes, y nuestro albino favorito se ibá a declarar el jueves. Sin contar que tenía una cita con el sin talento.

El peliblanco camínaba por los pasillos sín rumbo alguno. Su mejor amígo, Ouma, le había informado que tendría una cita con su novio, por eso no estaría presente este receso.

Vaya mierda. Sín Ouma, sus recesos no erán iguales. Tampoco podía ir con su amado, porque esté estabá en época de examenes, por lo cuál no tenía tíempo.

Aburrido, veía como los demás colgaban corazóncitos en las paredes y techos, solo faltaban dos días para San Valentín, entonces erá normal que ya estuvieran empezando a decorar.

Tambíen míraba el pobre albino como las parejas ibán felices caminando y compartiendo, míentras el estabá más solo que un champiñón.

Su visión se centro en dos chicas agarradas de la mano felízmente. Una erá peli-lila, lo que más le llamaba la atención erán los guantes negros con algunas decoraciones que portaba la chica. La otra llevaba un estílo algo... ¿gótico? Por así decírlo, y tenía un peínado extravagante, tenía unos ojos rojos y tambíen... ¿acaso llevaba un anillo en el dedo índice de su mano izquierda?. Bueno, el caso erá que las dos se veían de lo más contentas.

Míentras el Afortunado míraba a la parejita, noto que alguíen había chocado con el.

- Uh, fíjate por dónde vas, plebeyo - Dijo con superioridad un chico rubio, con ojos azules en los cuáles portaba unas gafas color blanco.

- Si, lo siento - El albino apenas y le respondío, estabá tan súmido en sus pensamientos que ni siquiera noto el haberse chocado con alguíen.

- ¿Acaso sabes con quíen estás hablando para responderme de esá forma? Yo soy Byakuya Togami, el Heredero Definitivo. No es necesario que tú te presentes, solo eres un plebeyo, así que no me interesa tú nombre - Respondió a las míseras dísculpas del albino, despúes de todo, el erá Byakuya Togami, nadíe tenía el derecho a hablarle así.

- Hmm, ¿Heredero Definitivo?, ¿Qué clase de talento es ese? - La ignorancía del peliblanco estabá empezando a hartar al rubio.

- Hmph, ¿por qué no me sorprende?, erá obvio que en está escuela solo habían un montón de ignorantes - Hizo una pausa para suspirar el rubio- Como sea, quería preguntar algo, ¿que tanto le míras a esas dos plebeyas? No es que me importe, pero parecíera que se te va a ir la mírada.

- ¿Huh?, ¿se notá tanto? - Río sarcasticamente Komaeda - Es solo que me causa un poco de envidia lo felices que se ven, y yo aquí, solo. Seguro no lo entíendes porque debes tener muchos amígos - Lo último lo dijo el albino entre dientes, más sin embargo el rubio lo escucho.

El Heredero acomodo sus gafas, le diría algo al albino, como "es normal que los plebeyos como tú se la pasen solos". Si no fuerá por lo que dijo el peliblanco entre dientes, lo cuál le hizo recordar que el tambíen estabá igual de solo, la unica persona que lo seguía a todas partes le daba asco a más no poder.

Había otra persona la cuál seguía al rubio, no tanto como seguír, pero al menos se preocupaba por hablarle. Está persona al rubio no le dabá asco, es más, el gran Byakuya Togami se había enamorado de ese plebeyo que le hablaba sin importar cuánto el rubio le díjera que lo dejará en paz. Pero obviamente primero estabá su orgullo, Byakuya pensaba fíelmente que si su castaño no erá quíen se confesaba, jamás tendría nada con el. Además, su padre no consentiría ni loco que a su hijo pródigo le gustarán los hombres. Para completar, el castaño que le gustabá al rubio tenía toda la pinta de ser heterosexual, víeras por donde lo víeras.

- Ta has quedado callado, ¿no será que tú tambíen estás solo? - Respondío al silencio con ironía el albino.

- Eso a tí no te incumb-

Otra vez se quedo en completo silencio el rubio, al ver como su castaño estabá conversando anímadamente con la Idol Definitiva. A Komaeda se le hizo extraño estó, así que volteo levemente su cabeza, para ver a dos personas hablando felizmente, cualquiera que viera a esos dos díria que erán pareja.

Luego el albino volvío a ver la cara de Togami, la cuál erá una de completo desagrado, se notabá que no le hacía ninguna gracía la escena que estabá víendo.

Byakuya fruncio el ceño y cerro los ojos fuertemente. Sin duda, el rubio estabá de lo más enojado, lo cuál el peliblanco notó.

- Pareces enojado, ¿te molesta que ese chico y esa chica estén hablando?.

El rubio no respondío, solo le dirigío una mírada intensa al albino.

- No te importa, no es como si me pudíeras ayudar o algo parecido - Habló enojado el rubio.

- Pues, ¿quíen dijo que no le puedo ayudar, "señor Togami"? - El albino lo había dicho sarcasticamente, pero el rubio se lo tomó en serio.

- No me hagas reír. ¿Como un plebeyo podría ayudar a un Togami?.

- ¡Claro que puedo ayudar!, pero yo no lo decía-

- ¡Bien!, entonces ya que te ves tán determinado a ayudarme, te daré veinticuatro horas. Si no veo resultados estarás en muchos problemas, y habló en serio - Interrumpío el rubio al albino, justo cuándo este estabá por decír que no hablaba seríamente.

- Pe-pero-

- ¡Pero nada!, me ayudarás désde ya, ¿entendido? - El rubio lo hacía por pura maldad, en realidad esté no esperabá ningúna ayuda del albino, solo quería que cuándo no obtuvíeran ningún resultado pudíera dejar en rídiculo al plebeyo peliblanco.

- H-uh, entendido - Komaeda no vío ningúna opción más que aceptar. Solo se había chocado con alguíen, y ahora estabá en deuda con un míembro de la familia Togami. Todo por abrir la boca.

- Muy bien, sígueme plebeyo.

El rubio quería dejar en rídiculo al albino.

El albino ni siquiera sabía como había llegado a esá situación.

¿Quíen diría que estó seria el inicio de una nueva amistad?

Al peliblanco se le había olvidado algo, pero, ¿que erá?.

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Palabras utilizadas en la historia: 1015.

Errores ortografícos aquí -->

Por fìn actualización 😅👋, perdón si el cap está malo, no tenía mucha imaginación está vez. Pero bueno. Como síempre, muchas gracías por darle apoyo a está historia.

Gracías por leer~