[LEVI Y TÚ] Nuestro momento #2

34. El puerto

Pieck y el general Magath deciden unirse a nosotros para intentar parar a Eren. El plan consistía en ir a la ciudad y avisar a Connie, Mikasa, Armin, Jean y Yelena para partir juntos hacia Marley.

Estamos sentados alrededor de la hoguera cuando veo cómo se acercan unas figuras, corro hacia Mikasa y Armin sin pensármelo dos veces.

—¡Chicos! —grito abrazándolos con fuerza.

—¡__!

Armin y Mikasa me corresponden al abrazo, nos separamos unos segundos después y nos miramos de arriba abajo, no me lo creo, por fin juntos.

—Te hemos echado muchísimo de menos—empieza Armin.

—Pensaba que este día no llegaría. Me alegra que estés de vuelta, ___—sonríe Mikasa.

Saludo eufóricamente a Jean y Connie. También han venido Falco y Gabi. De repente reconozco una figura y se me hiela la sangre.

—¿Annie? —logro decir —¿cuándo...?

—Cuando Eren activó el retumbar el cristal donde estaba se rompió —se limita a decir.

—¿Vas a ayudarnos? —pregunto sin poder creerme aún que esté hablando con ella. Fuimos muy amigas, confié en ella y resultó ser un titán...

—Quiero volver a casa, y no habrá casa a la qué regresar si no detenemos a Eren —tras decir eso se sienta dando por finalizada la conversación.

También está Reiner pero no le dirijo ni la mirada.

Se genera un silencio muy incómodo, el único sonido que se oye es el del fuego crepitar mientras Hanji prepara una olla con comida.

—¿Nadie me va a dar una mano aquí? —pregunta— por favor, dejen de mirarse mal los unos a los otros.

—Irónico —empieza Magath— compartir comida con la gente que hemos matado y quienes también han matado a los nuestros... que interesante, si no intervenís deteniendo a Eren Jaeger, veréis el mundo convertirse en lo que deseabais, ¿no? Un paraíso para los demonios de esta isla. Estuvimos muy cerca de prevenir que Eren y Zeke hicieran contacto, pero decidisteis intervenir.

—Tal y como se lo expliqué señor Magath, nosotros no deseamos un genocidio, de hacerlo, no habríamos huido hacia el bosque para hacer este estofado —recalca Hanji.

—En otras palabras ¿me dices que habéis desarrollado un sentido de la justicia?

—Magath —intervengo— creo que no te ha quedado claro un pequeño detalle. Ahora somos aliados, así que si cierras la boca nos harías un favor.

—Vaya —Magath no parece querer callarse— tengo entendido que tú también has tenido mucho que ver con el retumbar, de hecho, fuiste tú quién obedeció la orden de Eren y lo activó ¿verdad? Vaya mujer de justicia.

En ese momento frunzo el ceño, no dejaré que las palabras de este hombre me derrumben. Sé lo que hice y es algo que solo yo puedo entender, cuando llegue el momento podré arreglarlo, estoy segura.

—¿Cómo te atreves a hablar de justicia? —Jean parece muy enfadado— ¿Vivimos bajo la amenaza de los titanes que vosotros enviasteis pero resulta que somos nosotros los malos? ¡¿Me oyes?! ¡La razón por la que hemos luchado de forma tan desesperada es porque no queríamos morir siendo devorados por titanes ¡¿Nos estás diciendo que eso nos convierte en demonios, viejo de mierda?!

—Sí, sois unos demonios —Continúa Magath— todo lo que se decía sobre vosotros... que traeríais la desgracia y la destrucción resultó ser cierto, el mundo ahora será destruido y todo porque decidisteis pelear hasta la muerte.