[LEVI Y TÚ] Nuestro momento #2

7. Encuentros y despedidas

-¿Sabes algo Levi?-digo cogiendo los barrotes y colocando mi cabeza en medio de éstos- cuando me dijiste que me esperaba un castigo, sinceramente no pensaba que estuvieses hablando literalmente de encerrarme en un calabozo-pongo los ojos en blanco al ver como Levi suelta un suspiro, me alejo de los barrotes y contemplo la celda en la que me encuentro, esto es deprimente ¿Qué he hecho para merecer esto?

-Es un 2x1, así te castigo por desobedecer y además evito que uses tu poder ahora que el titán se acerca a la ciudad, no seas pesada.- se empieza a alejar y sale del lugar.

Nos encontramos en una base de la policía estacionaria que se encuentra en la ciudad del distrito de Olbt donde se está acercando el titán, aunque por lo que tengo entendido Erwin se está negando a evacuar la ciudad, aunque todos creen que el titán llegará allí antes del amanecer, es decir, en muy pocas horas.

Por los gritos que oigo desde la celda al parecer al ser un excéntrico se guía por las masas de personas, si evacúan la ciudad hacia Sina, el titán romperá la muralla Sina con tal de entrar y atacaría la ciudad más poblada de allí, la cual es Mitras y eso sería un gran problema.

No paro de dar vueltas por la celda deseando que me saquen ya de allí, podríamos llegar a un acuerdo, pero que me abran la maldita celda, llevo aquí muchísimas horas, literal, ya debe haber llegado el titán, o han acabado con él o siguen en ello...

AAAGH LEVI, es tan difícil odiarte

-¿Hay alguien?-grito, pero no hay respuesta, lo vuelvo a intentar pero nada-malditos os habéis ido sin mí.

Me acerco a los barrotes y empiezo a buscar algo con lo que poder salir de allí, veo que en la pared de delante están colgadas unas llaves, aunque por lo pequeños que son mis brazos no llego ni de broma, suspirando me quito la parte superior del uniforme y lo cuelo entre los barrotes y empiezo a sacudirlo tratando de alcanzar la pared, pero no hay manera, me siento en la cama y me desato todos los cinturones, el que tengo justo debajo del pecho y el de las piernas, una vez quitados los ato entre ellos con el uniforme, ahora debería llegar a las llaves, o al menos hacer que caigan al suelo. Me acerco de nuevo a los barrotes e introduzco entre ellos la ropa, empiezo a agitarla descontroladamente, hasta que el cinturón golpea secamente las llaves y hace que caigan al suelo provocando un gran estruendo que resuena en eco, empiezo a mover la ropa arrastrándola por el suelo tratando de acercar las llaves, en ese momento empiezo a escuchar unos pasos que se acercan en donde estoy, la puerta se abre y me encuentro a Ray quien pone los ojos en blanco al entender lo que estoy tratando de hacer

-¿Nunca aprendes?-dice agachándose y cogiendo las llaves entre sus manos.

-Ray déjame salir, por favor, llevan mucho tiempo allí fuera ¿aún no han vuelto verdad?

-No, esta vez no-me guiña un ojo-aún no han vuelto, pero no pienso abrirte la puerta.

-¿Sabes lo preocupada que estoy?-pregunto dejando caer mi invento improvisado en el suelo y soltando un fuerte suspiro- ¿Y si no regresan? ¿Y si no les vuelvo a ver?

La cara de Ray se torna seria por un instante, aunque de nuevo recobra su sonrisa

-¿No confías en tus compañeros?-me pregunta haciendo rodar las llaves en sus dedos.

-¡Podrían morir!-exclamo mirando hacia el suelo

-¿Entonces no confías en ellos?-ríe-vaya, eso no me lo esperaba-levanto la mirada y veo como se coloca los pulgares en los bolsillos del uniforme-pensé que en la legión confiabais los unos en los otros. ¿Crees que son unos débiles y que morirán?

-No lo entiendes-murmuro-¡Que confíe o que deje de confiar en ellos no hará que sobrevivan!

-Solo su fuerza, pero parece que no confías en ella.