SIONIS ©

VIII

La verdadera revolución comienza cuando dejas de pensar en quienes te dejaran hacerlo a quienes serán los que verdaderamente intentaran detenerte.

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Sloane y Alvaid se encontraban en la empresa, debían empezar a poner orden en todo el lio legal. Resultaba que Leonel tenia una denuncia por malversaciones y falso movimiento de dinero en nombre de fundaciones.

William que era la mano derecha del Sionis les dijo que nunca pudo hacer esos tratos, Leonel podía ser mezquino, narcisista y miles de defectos más pero nunca podría poner en riesgo todo lo que hizo su familia. Siendo el padre de Alvaid el cabeza y jefe de todo el manejo de impuestos, intereses, entrada y salida de dinero, todos debían acudir a su opinión y tratar de llegar a un acuerdo con los socios.

- Señorita Alvaid, mi cliente está seguro que su padre no querría dejar que la herencia de sus genes se vaya a la bancarrota. Por eso le dispongo un precio para que nos venda sus acciones. Usted misma me dijo que no sabe manejar un negocio como este.

Un hombre que se había presentado como Hugo estaba tratando de convencerla de vender todas sus acciones. Querían pasar a ser los dueños absolutos y ella tendría un veinte porciento de la ganancia recaudada.

- Señor Hugo, con todo el respeto... mi intención no es vender todo lo que nuestro padre nos heredo . - Le dio una mirada a la rubia sentada a su lado. - Se que no tengo experiencia comercial, administrativa ni nada que tenga que ver con el sistema contable de una empresa. Pero, puedo asegurarle que aprendo muy rápido y según Leonel. Esta en mi sangre, no pienso aceptar ninguna oferta.

- ¿Sabe que va a tener que enfrentarse a un proceso legal siendo así?

- No veo la razón de eso, estamos hablando de Leonel Sionis, un hombre de palabra. Debería saber eso y su cliente aún más.

- Su padre hizo transacciones y seguramente lavado de millones de dólares. Por lo que se, usted no lleva mucho aquí y no conoce abogados de confianza que puedan llevar procesos legales de estas magnitudes, confié en mi y haga caso a mi oferta.

Esa serenidad al decirlo hizo que la morena sintiera enojo, claramente intentaba engañarla.

- Para su mala suerte, conozco un abogado que puede darme de sus servicios de formas increíbles. - Alvaid miró a su hermana . - O... mejor dicho una abogada excelente.

Sloane la observo sin creer lo que acababa de escuchar, ella nunca había llevado un caso así. Jamás. Menos contra abogados de altas elites.

- ¿Usted es abogada? No recuerdo que Leonel tuviese una hija con esa profesión . - Frunció el ceño.

Con una mirada cálida, super distinta a la que traía, Alvaid alentó a su hermana a que mostrara su profesionalismo.

- Si. Y-yo... - Respiró hondo y se enderezó en señal de seguridad . - Señor Hugo, Sabemos que su cliente es una accionista de esta empresa junto con otros y según me brinda mi conocimiento y la información que estuve leyendo...

La pelinegra le había estado pasando documentos para que leyera y opinara al respecto, pero todo traía segundas intenciones, la estaba preparando para esto

> La toma de decisiones y responsabilidades son proporcionales a la cantidad y tipo de acciones que posee y por lo que vi, tiene muy pocas, incluso menos que los que a penas comienzan. El señor que usted viene a representar no tiene participación importante en el capital social. No tenemos obligación de darle nada y menos sin consultar en una junta general. Si desea llevar esto a algo mas judicial, encantadas.

Fliparon. Todos. Hasta la misma Alvaid que miraba la situación llena de emoción y respeto hacia la chica.

- Ya oyó las condiciones de mi abogada, si tiene algo más que decir puede contactar con ella directamente.

El hombre se levantó, acomodo su costosa ropa y asintió.

- Vendré cuando tenga noticias de mi cliente, buenas tardes señoritas.

Cuando la puerta se cerró la mayor de las hermanas comenzó a reír y aplaudir a Sloane.

- ¡Eres la puta ama! - Se levantó y dio la vuelta al escritorio . - ¿Viste su cara? ¡Le cerraste el jodido culo!

Sloane tenia la cabeza gacha y sonreía a penas . - Gracias Alvaid.

- Ey... ey, ey,ey... - Se arrodillo frente a la rubia . - ¿Qué pasa? ¿Qué tienes?

Ella negó y seco las pequeñas lagrimas que rodaban por sus mejillas.

- Tu... confiaste en mi... eres la primera que lo hace... Yo...

- No llores, Slow. Yo creo en ti desde que me hablaste con pasión sobre tu carrera, no me importa si fallas o ganas, tendrás tu oportunidad y aprenderás de ella . - Le acomodó el cabello y secó los rastros de lágrimas.

Sollozó . - Siempre quise ejercer mi carrera así... siempre quise que hablaran de esa forma como tu lo hiciste... Gracias de verdad...

- No tienes que agradecer nada, todo esto es nuestro y lucharemos para que nos respeten, la vida nos debe una por todo lo que no has hecho sufrir. No le será tan fácil vencernos... ya no...

Asintió absorbiendo sus mocos . - Esta bien, hagámoslo juntas.

- Ahora mismo me vas a decir como carajos te fue con el jodido metalero que estaba en nuestra casa . - Le golpeó el hombro.

- Oh eso... me disculpo de nuevo...

- No tengo problemas de con quien hagas tu vida sexual pero la próxima mándame uno de sus amigos que no dure menos de 10 segundos, fue catalogado como el peor polvo de mi vida . - Dijo frustada.

Sloane comenzó a reir a carcajadas .
- ¡No puede ser! ¡Te lo tiraste!

- ¡Disculpa! ¡será que tu te lo llevaste para peinar su sedoso, largo y negro cabello!

- Bueno si... si lo peine... pero no de una forma tan gentil ...

Sonrió con esa doble intención y chocó los cinco con Alvaid.

- Así se habla, querida.

***

- ¿Quieres dejarme comer en paz? Juro que voy a tirarte una taza por la cabeza, Samu .- Blake amenazó a su hermano, quien le tiraba migajas de pan del otro lado de la mesada.

- Eres un amargado, hermanito. Relájate un poco, pareces a nuestro padre.

La sonrisa egocéntrica de su hermano provocó que blanqueara los ojos.

- Al tuyo mejor dicho .- Se colocó la capucha blanca.

- ¡Oye, oye! .- Le llamó la atención .
- Mal educado, ambos son nuestros padres.

- ¡Fíjate que me educó Simón! .- Tomó la el vaso de agua y le lanzó el contenido a la cara.

- ¡Oigan! ¡Chicos! ¡Cálmense! Dejen a sus padres tranquilos. D'aro estaría obligándolos a limpiar la cocina con la lengua si ve todo este lío, son grandes ya.

Si, como lo leen. Dirán.... ¿Familia ensamblada? No. Los De Luca eran como una familia normal: Mamá, papá y papá. A falta de 1 tenían 2 padres: Simón y D'aro.
Ambos hombres se encontraron enfrentados por un amor que nunca se decidió, y llegaron a un poliamor que terminó con mansión, dinero, casamiento y 4 hijos. La gente claramente nunca se enteró, porque serían un escándalo mediático y su madre Amelia, quien es la dueña de Charlie Angel, una empresa fashion de modelaje, quedaría mal. Es un acuerdo de ambas partes.
Amelia ama a D'aro, Simon ama a D'aro y D'aro... Nunca se decidió... Con el tiempo, ambos llegaron a quererse como una familia. Los niños crecieron y según la mujer, los 2 primeros son italianos y los otros 2 son americanos. Bastante pareja la sangre. Lo importante es que son hermosos estos chicos.

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