-CAPÍTULO#8-"ENCADENADOS"

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El silencio invadió el lugar repentinamente. Bastaron sólo unos segundos para que la piel de Emily se tornara pálida. Parecía muy asustada.
-¡Ese libro es espantoso! -bajo la mirada y la mantuvo firme en el suelo.
-¡Oh vamos, esto no es cierto! -abre el libro Chad y comienza a hojearlo- Todo lo que dice es un fraude, seguro lo escribió alguien sin vida social.
-Fraude o no, ese libro tiene una energía extraña. -agregué mientras caminaba hacia Chad- Creo que debemos dejarlo donde estaba.
Emy continuaba silenciosa sentada en el sofá, parecía molesta así que comenze a inquietarme un poco.
-Aquí dice: -narra Chad con voz de narrador de cuentos de terror- "El pacto con Lucyfugo".
-Eso no es cierto. -repliqué inmediatamente- ya basta Chad.
-¡Oh mortal temerario, si te entrego mi alma... ¿accederás al pacto? -todo lo decía bromeando.
-No deberías bromear con eso. -Le aclaré mientras me colocaba de espaldas hacia el estante con los libros.
-Oh por dios, sólo son cuentos de hadas -comenzó a reír a carcajadas- ,que podría salir mal.
Emily continuaba atónita a lo que hablábamos Chad y yo. Parecía estar muy distante en sus pensamientos.
- Y para terminar: -dice Chad en voz alta- "Yo prometo mi alma para el día que muera y el alma de los aquí presentes, prometo nunca dudar de tú grandeza, Lucyfugo"
En ese instante un objeto de cristal golpeó fuertemente mi cabeza. Caí tendido sobre el suelo. Todo estaba oscuro y solitario hasta que comenzé a escuchar unos quejidos. Poco a poco sentía como se acercaba hacía mi aquel inquebrantable llanto.
-No me ignores... yo existo...
Al escuchar esto abrí los ojos.
Estaba tumbado en el sofá junto a Emy y Chad. Me dolía mucho la cabeza y no recordaba nada.
-¿Qué pasó? -pregunté.
Ambos me observaron agitados. Me senté y observé una de las botellas que contenían las bebidas en el suelo rota por la parte superior.
-¿Te duele mucho? -preguntó Emy.
-Un poco. -contesté un poco atontado.
-Haber -señaló Chad- ,admito que esto fué muy raro.
El libro estaba en el estante nuevamente, quizás Chad lo puso allí luego del incidente.
-Debo ir al baño. -dije al levantarme del sofá.
Caminé hacia el pasillo en direcciónal baño. Entré y me dirigí hacia el lavamanos. Abrí la llave de paso y eché agua en mi rostro y en mi cabello, este último tenía un poco de sangre así que lo agité frecuentemente para limpiarla. Luego miré al espejo por un tiempo. Cuando me dispuse salir del baño escuché el sollozar de una persona. Miré nuevamente el espejo y rápidamente me percaté que detrás de mi había una sombra. Miré detrás pero la sombra no estaba. Tal vez sólo era la conmoción del golpe. Cuando iba saliendo del baño vi pasar una sombra inhumana al lado mio...
-No me ignores Nathan...
-Cielos, Chad deja de jugar -caminé hacia la sala de estar nuevamente- ,ya no es gracioso.
-Nathan -me llamó Chad, el mismo que pensaba que estaba conmigo haciéndome una broma en al pasillo- ,tenemos que hablar.
Pero... entonces si no era Chad. ¿Quién era? ó ¿qué era?

Continuará...

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