[19]

2.6K 467 56
                                        

JiMin no comprendía porque TaeHyung se esforzaba en arreglarlo si verían una película en la comodidad de su sala. El menor había llegado acomodando cada mínimo detalle del apartamento, incluso había limpiado la sala tantas veces que había perdido la cuenta realmente de cuantas veces lo observó en modo cenicienta.

— Ya dime que te pasa. — TaeHyung se detuvo a mitad de camino mientras sostenía un bonito suéter color perla. El menor de ambos trató de hacerse el desentendido por completo mientras fingía un gesto de dolor.

— Nunca sabes cuando pueden visitarnos. — Mencionó tan bajo que JiMin tuvo problemas para poder escucharle. Rodando los ojos, terminó por aceptar el suéter que TaeHyung le ofrecía.

— ¿Invitaste a algunas de tus amigos modelos? Porque desde ya te lo digo, no estoy de ánimos para intentar algún tipo de relación con nadie. — Objetó de forma rotunda mientras muy a mala gana terminaba de vestirse. — Es más, debería colocarme mi pijama solamente y despeinarme el cabello. — Mencionó repentinamente. TaeHyung negó horrorizado.

— ¡No! — Exclamó el menor sobresaltando a JiMin. — He planeado esta noche desde hace varias semanas y no dañaras mis planes fríamente calculados. — Mencionó señalándole. — Así que te pones bonito, demasiado bonito, y te sientas en el sofá a esperarme. ¿Entiendes? — JiMin asintió sintiendo un pequeño sustito brincar en su pecho al ver la expresión molesta del menor. — Por eso te amo y somos mejores amigos. — Sonrió cambiando bruscamente ante la mirada aturdida de JiMin.

TaeHyung era el rey de la dualidad.

...

YoonGi observó un tanto intranquilo la puerta frente a él. A su lado JungKook estaba recitándole las maravillas que podrían resultar después de aquella noche, pero él, en su momento más pesimista, estaba seguro que no sería tan bueno como el menor se empeñaba en decir.

— ¿Estás seguro que esto es una buena idea? — Inquirió el pálido mientras veía con desconcierto el pasillo por el cual quería regresar. Había sido tanto tiempo sin llegar a aquel apartamento que se sentía prácticamente como un desconocido. JungKook se detuvo a su lado mientras soltaba un largo suspiro.

¿Quizás TaeHyung y él estaban presionando demasiado un hilo que parecía no querer dar para más?

— ¿Quieres estar aquí? — YoonGi se sorprendió ante la pregunta hecha por JungKook. Desde que habían salido del apartamento, JungKook había hablado tan seguro de lo que harían, que verlo ahora dudar, lo hacía querer huir de ahí con más ganas.

¿Estaba realmente seguro que todo saldría bien después de todo?

— Es mucho tiempo. — Negó el pálido mientras se detenía en su lugar. — Él se ve feliz sin mi a su lado, ¿Qué te hace pensar que realmente necesita que aparezca a empañar su vida con todos los problemas que tengo?

— Lo siento hyung. — Susurró JungKook mientras caminaba hacia el pálido. — Yo siempre pensé que esto era lo que querías. Cuando estabas de gira, pensabas constantemente en JiMin, yo realmente creí que te haría bien verlo y hablar lo que no pudieron hace seis meses atrás, pensé que un amor como el de ustedes no podría acabarse de esa forma tan triste.

— No debería. — Negó YoonGi. — Yo realmente debería ir y aclarar todo como siempre lo hago, pero estoy malditamente congelado por el miedo de perder algo que todavía no sé si tengo.

— Nunca lo sabrás sino vas por ello. — Animó el menor. — Llamaré a TaeHyung y los dejaremos solos, y-yo... No sé si estoy haciendo lo correcto hyung, pero realmente espero que seas feliz.

...

JiMin suspiró aburrido mientras veía la puerta. Habían pasado veinte largos minutos desde que TaeHyung había dicho algo sobre ir por pizza y durante todo ese tiempo solo, las ganas de ver alguna película habían desaparecido por completo.

Ahora solo quería dormir o tirarse en la cama con el teléfono en la mano mientras revisaba las redes sociales y trataba de distraerse aunque siempre terminara revisando cada mínimo detalle de la cuenta de YoonGi. Cuando el timbre del apartamento sonó, el desconcierto pintó su rostro mientras se levantaba de su asiento y se dirigía en dirección a la puerta.

— ¿En tu intento de irte lejos a comerte la boca de JungKook se te olvidó la contraseña de la puerta o es que no... — Lo que fuera a decir quedó a medias cuando reconoció el rostro sereno de YoonGi justo frente a él.

Sus miradas conectaron tan rápido como pudieron y un incesante hormigueo se hizo presente en el cuerpo de ambos por la necesidad de querer acercarse como tantas veces lo habían hecho.

— Hola. — Fue lo único que dijo YoonGi después de lo que parecieron largos minutos en silencio. JiMin boqueó varias veces sin saber realmente que decir. ¿Un hola era suficiente para definir todo lo que tenía en mente? ¿Por qué de repente sentía que no sabía hablar? — Quizás un hola es demasiado estúpido de mi parte, pero maldita sea, ni siquiera sé como estoy aquí frente a ti, pero tenía que hacerlo porque JungKook insistió tanto en esto y porque realmente siento que soy un estúpido por haberte dejado ir de la forma en que lo hice porque estoy enamorado de ti, siento que te adoro más de lo que se debería adorar o amar algo y que me perdone Dios si estoy pecando por decir esto, porque yo realment... — YoonGi calló. No necesariamente porque no sabía que decir, sino por la dulce presión de aquellos labios que tanto había extrañado.

— Hablas tan bonito cuando estás nervioso. — YoonGi arqueó la ceja desconcertado. — Pero no tienes idea alguna de cuanto deseaba verte para decirte lo mismo. — Susurró. — Soy la persona más feliz desde que te conocí, lo sabes. — Concluyó viéndolo fijamente con esa mirada que YoonGi sabía, era su perdición. Aquella misma que lo había hecho caer profundamente en JiMin y todo lo que representaba el menor.

— ¿Me dejas pasar y besarte tanto como deseo? — JiMin asintió gustoso, retrocediendo inconscientemente y llevándose consigo el cuerpo del mayor junto a él. — ¿No necesitas más explicaciones?

— Solo necesito que me ames y me adores tanto como acabas de decir. — Susurró. — Después hablamos todo lo que quieras.

Y YoonGi con ello lo supo. Su lugar feliz en el mundo, era Park JiMin y el dulce sabor de sus labios.

Adore You.

...

¡Oficialmente finalizamos Adore You!

Siento que cuando llego a este punto, no quiero soltar la historia jajaja, pero realmente hasta aquí siento que todo está acorde y que este es final adecuado para la historia que empezó con una perspectiva diferente, pero terminó siendo más dulce que problemática.

Muchas gracias por el eterno amor y por la paciencia.

Disculpen cualquier error.

Nos leemos en el epilogo.

Adore you » Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora