Solo quiero saber lo que no conozco del todo, lo que nadie quiere conocen.
Se que es peligroso pero estoy dispuesto a reconstruir nuestra amistad.
Aun que tenga que ir en contra de mi madre.
En Issho unos reyes estaban muy angustiados pues el día anterior les habían informado que su hijo había abierto el gran "Torii" lo cual solo significaba una cosa y es que estaba con los ¡humanos! seres muy crueles con ellos, eran peligrosos después de todo eran salvajes a la misma altura de una sociedad sin valores ni autoridad, donde la había mas libertinaje que libertad, que horror su pequeño estaba con seres que seguro querían experimentar con el, como cualquier cosa, que contando que su tecnología no era como la de ellos no sabia que barbaridades le iban a hacer. Creyeron que solo se quedaría para mirar un rato lo cual era mucho, pero había pasado ya un día por lo que tenían que poner cartas en el asunto.
Así que mandaron a llamar a sus consejeros y muy amigos que sabían la gravedad del asunto, junto con los capitanes de cada elite de exploradores y guardianes, aun que hicieron una excepción con el explorador mas joven y amigo de su hijo, Yoshi.
Se hablo de muchas cosas distintas soluciones pero llegaron a un sola cosa, iban a mandar a un un grupo de exploradores y unos cuantos guardianes, era solo ir y volver sin hacer mucho ruido, sin llamar la atención. Si ponían resistencia tendrían que mandar mas tropas de ambos. Pero se iba a mantener en secreto, no iban a asustar a su gente, solo si escalaba a mayores.
Ya nada los podía detener, tenían su ubicación por el collar que siempre cargaba el príncipe. El cual había sido un regalo de su padre, de hermosas piedras.
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La entrada se abrió con ayuda de la Reina, su esposo no pudo resistirse tenia que ir por su pequeño, así que se despidió de su amada con un beso en la frente, jurando regresar sano y salvo con su pequeño.
Yoshi: Su majestad *hizo una pausa en su oración* ¿esta seguro? *estaba encima de su caballo, poniéndose enfrente de el "Torii"
Masaru: Claro que si, es mi pequeño *subió al suyo, mirando a su estudiante* esperamos mi amada *miro por ultima vez a su esposa*
Mitsuki: les deseo suerte mis guerreros *despidiéndose por ultima vez antes de no verlos, suspiro triste, para cerrar la entrada con un movimiento de manos, reverenciándose ante el "Torii"* por favor protege a mi familia y a mi gente *junto sus manos, en una clase de oración* ancestros, los pongo en sus manos *quedándose un tiempo en esa pose*
El viento movió unas cuantas hojas rodeándola en una sala vuelta, sacando una pequeña sonrisa a Mitsuki.
Mitsuki: Muchas gracias, muchas pero muchas gracias *junto sus manos mirando al cielo*
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En el mundo humano, el castaño se puso al frente de todos ya que era el que tenia la ubicación, decidieron galopar entre media de las calles, no estaba tan lejos del bosque por lo que no los verían muchas personas. Sus vestimentas eran algo llamativas además que estaban montando a caballo, pero se las arreglaron para pasar desapercibos. Al cabo de unos minutos encontraron una gran pared gris con un símbolo.
