Abyss {Saga Lanterns #3}

Chapter 5

*Lumine's POV*

Entre Razor y yo, conseguimos acomodar a Xiao en nuestra cama. Una vez acostado, Razor corrió junto con QiQi a la farmacia Bubu para buscar lo necesario para tratar las heridas de Xiao, con Paimon acompañándolos pues, Razor solo había ido dos veces y QiQi.... QiQi podría olvidarse.

Humedezco un paño con suavidad y empiezo a limpiar las heridas que había en sus brazos, con cuidado, aprovechando para examinar de cerca su cuerpo y ver donde tenía más heridas.

Me sentía culpable. Al fin de cuentas, Xiao había sido herido indirectamente por mi culpa. Yo lo había expuesto a este peligro.

Suspiro y humedezco el paño de nuevo, limpiando lo para luego seguir con su otro brazo y seguir con su rostro.

No pude evitar acariciar su mejilla, presionando mis labios.

Sabía que solo estaba inconsciente, y que necesitaba recuperar la energía drenada por la magia del abismo pero aún así... La preocupación se mantenía en mi.

El no debería haber sido el blanco de esa horrible magia.

Aparto el cabello de su rostro con suavidad mientras seguía deslizando la tela por su rostro, dejando este limpio.

Al acomodar su brazo de nuevo recto sobre la cama, a su costado, puedo ver más sangre y hago una mueca. Su costado también había sido dañado?

Levanto con cuidado aquella camiseta blanca, sin querer lastimarlo por muy inconsciente que estuviese.

Ahí aprecié que la herida, no estaba en su costado... Pero en su torso tampoco.

Frunzo el ceño y con cuidado y esfuerzo consigo darle la vuelta, dejándolo boca abajo.

Levanto su camiseta , descubriendo su espalda y allí veo las heridas. Tenía cortes y hendiduras como si algo se hubiese hundido en su piel.

Daba... Demasiada impresión verlo, no había ninguna duda.

La puerta se abrió y QiQi apareció allí con una cesta de mimbre llena de cosas, junto con el Dr Baizhu.

QiQi corrió donde Xiao y el Dr Baizhu se puso a mi lado, apoyando su mano en mi hombro.

—Seria mejor que fueses a tomar un poco el aire, no crees, Viajera? Yo me ocupo de nuestro Adeptus.

Lo cierto es que no quería irme pero... Y si estorbaba allí?

Asiento al Dt Baizhu, poniéndome en pie.

—Porfavor ayudarlo en todo lo que pueda, Dr Baizhu.

—No me lo digas dos veces, querida Lumine. Es un orgullo poder tratar al gran cazador de Demonios. Y ya tenemos cercanía, llámame solo Baizhu porfavor.—Responde él y apoya sus manos en mis hombros. Su serpiente movió su cabeza para verme, sus ojos parecían estar llenos de curiosidad— No creo que te haga bien mantenerte aquí, toma aire y te avisaremos cuando haya acabado.

Asiento y finalmente salgo de la habitación, aún con el trapo ensangrentado en mis manos.

Caminé hacia la salida, queriendo justamente tomar aire. Vi de reojo a Paimon y a Razor en la sala, y este último parecía tener intenciones de venir hacia mi. Pero en ese momento... No quería hablar con nadie. Paimon pareció leer mi mente y sujetó con cuidado a Razor, diciéndole que fuesen a descansar ambos a su habitación, ya que había viajado hasta Liyue ese mismo día.

Caminé por las oscuras calles de Liyue hasta el puerto, vacío a esas horas de la noche. Me senté en uno de los muelles, quitando mis botas para luego dejar que mis pies tocasen el agua.

Realmente... Debía detener a mi hermano. Y debía hacerlo sola.

No podía dejar que el resto saliese lastimado por nuestra culpa. Era mi batalla y la suya, no la del resto.

No quería meter prisa a Albedo, el cual estaba buscando la forma de disminuir los efectos de la magia del abismo, pero tiempo era justamente lo que no teníamos... La aparición del Emisario del Abismo era justamente el aviso de que estaban dando otro paso.

Realmente... Pensé en muchos planes, y ninguno aseguraba victoria. Él tenía subordinados y yo no quiera meter a nadie más en nuestra batalla.

Cuanto tiempo estuve allí? No estoy segura, Paimon apareció a mi lado y se acomodó en mi regazo, abrazando mi torso con sus pequeños brazos.

No podía contarle mis planes de derrocar a mi hermano y derrotar al abismo yo sola. No me dejaría y seguro se lo contaría a alguien.

—Antes de venir aquí, Paimon fué a hablar con Ningguang. —Menciono la pequeña y la miré.—Paimon avisó de la cercanía del emisario del abismo y van a mantener vigilancia con la geo armada para que si haya algún movimiento, nos lo digan rápidamente.

—Gracias Paimon. Mañana le mandaré una carta a Albedo... A ver cómo va con su investigación.

Paimon asintió y me miró.

—Sabes que eres la mejor amiga de Paimon, no?  —Murmura Paimon y la observo.

—Claro que lo sé Paimon, tu también eres mi mejor amiga.

Paimon me abraza con cariño y le devuelvo el abrazo, dejándola sentada en mi regazo.

Nos quedamos allí en silencio, pensando.

En mi mente estaba armando todo un plan pero...

Mis amigos no estaban involucrados en el.

Yo era la que debía detener a mi hermano ... Fuese como fuese