--¡¡Ahhh!! ¡¡Ummm nooo¡¡ maldición SUELTENME--
--¡¡CÁLLENLO!!-- ordenó uno, el flaco, que se ahogaba en la risa, cubrió con sus manos ásperas y sucias la boca de Bek.
Mientras deslizaban la túnica por sus brazos, beck lanzaba patadas e intentaba moverse, resistiendo lo más que podía, sin resultados.
De pronto empezaron a desenvolver la vestimenta inferior, llevaba ya el torzo desnudo sintiendo aquellas manos ásperas como lijas en su piel.Mientra se removía, sintió una mano posarse en su trasero y apretarlo desvergonzadamente, gritó furioso con más fuerza pero la mano en su boca callaba bastante del sonido.
El delgado lo miró con los ojos muy abiertos y dirijió su mirada a su cuello, repentinamente, y como perro hambriento, lamió su cara hasta bajar a la clavícula.
Un sonido de asco se escapó de la garganta de Bek, el agarré en su trasero se volvió más lacivo y sin pudo.
Para eso, el de abrigo plomo y el de capucha roja, que parecían más decentes, estaban revisando su cargamento sobre la yegua a unos cuentos metros y le daban la espalda sin ningún interés.Quizás si llama la atención de ambos, los tres que lo retenía se detendrían. Solo eso le quedaba, la especulación.
En cuanto tuvo la oportunidad, mordió la mano sobre su boca, a lo que él delgado la retiró de inmediato solo para pegar un chillido agudo de dolor y molesto abofeteo al menor con tal agresividad que le hizo sangra el labio.
Pero logró llamar la suficiente atención como para que los hombres voltearan.Bek tuvo un poco de esperanza al ver una repentina expresión de desagrado en el de abrigo plomo, a diferencia que de capucha roja que más desinterés no podía mostrar.
--¡que carajo! ¡joder suelten al niño! no somos unos jodidos violadores-- intentó hacerlos entrar en razón pero el trío no parecía querer entender.
Y al verlo, tomó su espada y la apuntó directo a uno de sus otros opresores que inmediatamente se detuvo para levartar las manos de forma lenta, sin dejar de sonreír torpemente mientras se alejaba centímetro por centímetro, los otros dos no se hicieron esperar para repetir los movimientos del delgado.
Beck dirijió su vista mientras se incorporaba y notó que el de rojo se encontraba contrario a los caballos y a ellos, probablemente intentando robar más botín para el mientras los demás estaban distraídos, sin embargo menos no le podía importar ahora mismo.
Los cuatro se pusieron a discutir de quién sabe qué, pues Beck sólo se dispuso a observar la razón por la que él nunca había hecho equipo y en verdad que se agradecía mentalmente por lo astuto que siempre fué respecto a ello.
Río por lo bajo desviando la mirada a un punto no específico, hasta que llegó a ver a su yegua, pobre, se ve sedienta y solitaria...solitaria.Mierda que son estúpidos, lo descuidaron y ahora dejan a la yegua a su merced.
Con los brazos aún en alto, empieza con cortos pasos, dando la espalda a la hembra y la monta emprendiendo su más veloz marcha. No huida, marcha. Dejando a los ladrones atrás como verdaderos idiotas.
Pero no sabe que pronto, alguien más fijará su interés en su propósito.
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Consuelo para su corazón (actualización lenta)
FanfictionHorus deja a Bek y Saya a cargo de todo el reino y va en busca de su amada, pero termina en los pueblos del desierto. Bek al enterarse de aquello va en busca del dios, pero no sabía que Rah, padre de Horus, lo entregaría a su hijo como el consuelo p...