Luego de una larga semana de estudios y exámenes al fin había llegado el fin de semana, y el junto a sus amigos habían planeado pasarlo en una cabaña en la playa.
Era viernes y solo faltaban algunas clases para que el día escolar terminara y el castaño caminaba por los pasillos buscando a su ap.
La cosa es que, sus amigos lo convencieron (obligaron) a invitar a Jungkook con la excusa de que "el también debe estar cansado, alegrale el día", estúpidos.
Sujetando el tirante de su mochila, mordiendo su labio inferior, vió como a lo lejos estaba el pelinegro hablando con un chico de cabello rojo.
- ¡Jungkook! - llama alzando la mano logrando la atención del pelinegro quien le dió una sonrisa.
- Jungkook ..-
- ¡Espérame amor! - grita Eunha pasando por el lado de Taehyung empujándolo haciendo que este cayera de rodillas - Ah, se cayó -
- ¿Qué haces? - pregunta Jungkook con el ceño fruncido acercándose a Taehyung.
- ¿Qué? ¿Yo? Solo lo pasé a empujar- responde.
- Entonces discúlpate, debes tener más cuidado - le tiende una mano a Taehyung - ¿Estás bien? -
- Si estoy bien - se levanta.
Eunha, al ver que algunas personas del pasillo miraban la escena, avergonzada de ser regañada, solo caminó saliendo de la vista de todos.
- Perdonala, ha estado muy rara estos días - dice Jungkook tocándose la nuca incómodo.
- No te preocupes, no me hice daño, ¿Ella está bien? -
- Si, si, ya se le pasará. Bueno ¿Para que me hablabas? - pregunta Jungkook.
- Oh, cierto. Verás, después de esta semana llena de trabajos y eso, los chicos y yo planeamos pasar el fin de semana en la playa, Jin tiene un amigo que vive ahí y nos prestará una cabaña para que nos quedemos y me preguntaba si.. ¿Quieres ir? -
- Oh, eso me encantaría, tendría que preguntarle a mis padres pero no creo que me hagan problemas -
- ¡Genial! Digo, genial, d-después me confirmas por mensaje ¿Si? Okey, adiós~ - empieza a caminar nervioso.
- Espera, Tae, ¡Espera! - grita Jungkook.
El castaño voltea sonriendo - ¿Si? -
- No tengo tu número -
- ... -
- ... -
- ¿Y..? -
El pelinegro suelta una risa bajando la cabeza negando ante lo despistado que era el chico - Si no tengo tu número no puedo escribirte - explica.
- Ah, oh, cierto, que tonto soy - ríe golpeando su frente mientras saca su teléfono para dictarle su número - bien, este es mi número -
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