Capitulo 5: [Noticias]

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Draco estaba en la cocina, preparando una tarta de melaza junto al viejo elfo, ya que después de la cirugía estaba un poco más levantado, según el empezaba a mejorar.
Harry entró por la puerta principal de la casa, embriagado por el olor de la comida, sabía inmediatamente que Draco estaba en la cocina haciendo la comida de ese día, pero especialmente una tarta de melaza que le encantaba desde el colegio.

-Que lindo te ves cocinando- susurro a su oído abrazando al rubio hacia el, besando su mejilla haciéndolo sonreír

-Eso me lo haz dicho siempre, dime algo que no sepa- dijo volteandose para quedar cara a cara, llevaba dos semanas con quimioterapia cada semana, por lo que pudo utilizar un hechizo para hacer crecer su cabello -Y si hoy todo sale como queremos- empezó a susurrar a su oído -Podriamos hacer algo más ¿no te parece?- una sonrisa coqueta esbozó los labios de ambos, dejando ver que hace más de un mes o dos no tenían "accion" como ambos decían

-Como digas amor, iré al despacho- sonrio y abandonó la cocina, dirigiéndose a la biblioteca y leer unos documentos, más que nada facturas de hospital y resultados de exámenes de salud con sus respectivas evaluaciones.

Después de media hora la comida estaba lista, Draco colocó una mesa de gala, con varios tiempos y un solo reloj marcando las horas, simplemente una reunión que no se daba entre ellos hace más de un tiempo contado, ya que normalmente esa era hora para que Draco tomara sus sedantes y el dolor disminuyera.

-¿Te duele algo en este momento?- Harry pregunto tomando uno de los pedazos de la tarta de melaza, pensando si su amado realmente estuviera bien

-Por el momento no, pero me creerás que hace dos días en mis pulmones siento un poco de dolor, y algo de molestia en el abdomen- pauso un momento para limpiar su boca de forma aristocrática como acostumbraba -Pero nada que los sedantes no arreglen, y las marcas de la quimio desaparecieron ¿no te parece genial?-

-Si amor, es genial- sonrio por fuera, mientras por dentro consumía su mentira; no solo odiaba que Draco pensara que todo iría a mejorar, cuando realmente sus estudios estaban decayendo

-Ya terminamos de cenar, podríamos ir a lavarnos los dientes y dormir o simplemente...- con una sonrisa hizo que Harry se sonrojara hasta la médula, ya que todo el estaba rojo -Podríamos escribir una carta a Francia, ya sabes, entrenar- ambos reían ante la poca experiencia de Draco coqueteando en varios momentos

-Si amor, vamos a ... Entrenar- tomaron sus manos, y empezaron a dar besos apasionados durante todas las escaleras, hasta llegar a la habitación, donde ambos empezaron a quitar sus ropas, Harry aún con miedo de lastimar a Draco preguntaba sobre sus acciones antes de hacer algo -Draco, ¿seguro que quieres continuar? No quiero lastimarte- pregunto algo dudoso, ya que la fragilidad de su marido lo hacía ver a alguien más pálido y más delgado de lo normal

-Claro que quiero seguir cariño, si es por el dolor, tome unas pociones para poder continuar, hace mucho que no hacemos ... travesuras- siguió el beso desnudando el torso trabajado de Harry, que delineaba con sus delgados dedos, al mismo tiempo que su acompañante dejaba marcas de cardenales por su clavícula, como extrañaba esa sensación, donde ambos parecían perderse en el tiempo.

La noche transcurrió en una acción desmedida, ambos sabían y más Draco que su parte trasera dolería el día de mañana, pero solamente estaba feliz de tener a Harry a su lado, como amaba amanecer con el, o simplemente que fuera lo último que veía a diario, sonriendole como una simple máquina hipnótica.

-Harry, por favor los medicamentos- pidió cuando el dolor comenzaba a llegar, pero el pelinegro fue más rápido y comenzó a dale las pastillas que le habían recomendado los médicos -No se que haría sin ti, te amo cararajada- lo dijo cuando se quedó dormido en los brazos del moreno, quien solo hacía algarabías en su espalda al abrazarlo en ese momento.

Al día siguiente Harry debía ir al hospital por unos estudios de Draco, y unos lienzos extras a la tienda, ya que el rubio empezaba con más suerte en el mundo del arte, todo empezó cuando el ministro Kingsley vio sus cuadros y decidió colocarlos en el ministerio y museos de arte Muggles, ahora su marido era todo un artista, así que debía alentar su patrimonio, su herencia que más amaría por sobre todo.
Llego a San Mungo, realmente ese lugar cada vez era más cercano a una segunda casa, le costaba admitirlo pero realmente quería saber que estaba pasando Draco y en que momento pasaría lo peor.

-Pasa Harry- Neville lo invito a pasar a su consultorio, donde un olor a productos de limpieza llego a sus fosas nasales -¿Cómo esta Draco?- pregunto seriamente

-Resistiendo, hay días buenos como todos, ayer justamente preparó la cena el con Kreacher- dijo algo sorprendido, pero esta sonrisa fue terminada cuando el medimago negaba silenciosamente al ver los estudios realizados

-Harry, lamento decirte lo que diré pero, hay metástasis en el hígado y estómago, los pulmones empiezan a tener algo de masa tumoral, poca pero los días buenos terminarán dentro de poco- sostuvo su mano en señal de compañía, cuando el azabache lloraba y clamaba a los dioses que todo fuese una mentira

-No puede ser Nev, el esta pintando, lo deje en la recámara pintando un cuadro sobre nosotros, habrá días buenos como hasta ahora- negaba las palabras que decía, al momento que su llanto incrementaba

-Harry, los días buenos tendrán fin, los dolores serán insoportables, te daré morfina inyectable, y dentro de dos semanas no podrá consumir alimento sólido, mírame por favor- los ojos grises de Longbottom se encontraron con los verdes de Potter -Draco tiene menos de tres meses con vida, hazlo disfrutar al maximo- dijo al entregar unas ampolletas de medicamento a Harry, al cual dejo solo en el consultorio para meditarlo poco a poco.

Era duro, claro que era duro, saber que tu amor se iba a morir, y saber cuándo sucedería era lo peor que podría suceder; realmente el amaba a Draco, tanto que buscaba los medios para salvarlo; ¡POR MERLIN MALDITA SEA! EL DARÍA LA FORTUNA BLACK Y POTTER POR LA VIDA DE DRACO, el le diría a cualquiera que le sacase el estómago y se lo dieran a su marido, pero todo eso era imposible; salvar a Draco Malfoy era una posibilidad en cien más...
Limpio sus lágrimas y salió de ahí, tomando las instrucciones de un curso a distancia sobre enfermeria; también varias ampolletas de morfina y algunas jeringas especiales con estiletes y equipos de venoclisis con solución incluida, sin dudarlo al llegar por flú a la casa se apareció en el despacho guardando bajo llave todo eso, definitivamente no iba a dejar que Draco viera todo eso y se deprimiera cada vez más.

-Amor, te preparé pollo en crema, pruebalo- Draco preparo la cena, y la tendia a Harry, quien solo asentía a las palabras -¿Qué dijo Nev?- pregunto algo dudoso

-Dejaras las quimioterapias por dos semanas, y disfrutaremos todo Draco, comida, paseos y todo en lo que podamos extender la felicidad de ambos- lo abrazo a su pecho, no sabría cuanto tiempo duraría eso, pero quería disfrutar la curva de salud de Malfoy a como diera lugar

-Acepto Harry, vámonos a México, siempre quise conocer y regresamos en dos semanas ¿te parece?- pregunto Draco feliz, estaba contento realmente.
Eso era lo que le importaba a Harry, que el estuviera feliz hasta que la muerte lo sorprendiera, Draco era motivo de su felicidad y lo haría completamente feliz por el resto de tiempo que tuviera fuerza alguna

-Te amo Draco Malfoy-

-Te amo Harry Potter, mi estrella favorita- se levantó de su lugar y fue hasta la silla de Harry, para tomarlo entre sus manos y empezar a besarlo con locura, amaba a ese pelinegro...

Notita:
Saben, escribo rápido esto porque tenía un borrador ya hecho, pero simplemente lo estoy corrigiendo...
También he estado llorando al escribirlo, neta como lector no imagino leerlo de sorpresa...

PD. ¿Creen que Draco sobreviva por azares del destino? Y ¿Qué creen que pase con el platinado, habrá dolor, aún más?
PD2. Si quieren que les dedique el capítulo final, que se acerca, diganlo respondiendo esta notita ♡

La cuarta maldición imperdonable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora