Capitulo 6: [Dolor]

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Habían llegado de sus vacaciones en México, Draco no había tenido complicaciones, así que pudieron llevar a cabo dos semanas de diversión, sexo en la playa o en la ciudad, comidas extraordinarias, pero sobre todo el amor que se tenían, que los hacía mantenerse unidos, uno al otro hasta en los momentos más difíciles.

-Draco, ¿te sientes bien?- pregunto cuando notaba que el platinado se estaba durmiendo o desmayando en la cena

-Harry, me duele horrible, por favor sedame, me esta doliendo- no termino de decir cuando volvió a vomitar todo lo que se había comido, más unos coágulos que parecían monstruos, en ese momento empezó su llanto -Harry por favor- en ese momento fue tomado por el de brazos más fuertes y llevado a su habitación, acostado y empezó a sentir una ligadura en su brazo -Harry no por favor-

-Draco, perdóname cielo- una lágrima cayo de repente, pero fue el mismo Draco quien la limpió, con una jeringa saco de la ampolleta menos de 30 unidades de morfina, inyectandolas en una vena del rubio

-AAAAAHHHHH ME ARDE, HARRY POR MERLIN- gritó por el ardor del medicamento.
Harry por su parte solo acariciaba su cabello, eso lo hacía siempre para calmarlo, reconfortaba su alma, la de ambos.

Harry ese día comenzó a aplicar la venoclisis, una solución diaria, Neville llego de emergencia y aún sedado comenzo a hacer una pequeña abertura en su costado abdominal para la alimentación parenteral que fuese necesaria, solo si Draco se negaba a comer o pasaba el día en cama. Medicamentos, pociones y más aún entre tanto, quería que esto acabara bien, quería verlo salir de esa horrenda enfermedad...

-Harry- había despertado, la morfina lo tiró por horas de sueño, donde el azabache velo cada una de ellas -Por favor, en este momento dime que me odias, y déjame hablar- casi era interrumpido cuando su marido abrió la boca para protestar -Tu odio me mandara al hospital y ahí acabaré, sin ti, pero sabiendo que podrás ser feliz, ahora si protesta- le dio entrada al diálogo de su esposo, que su acción más rápido fue tomarlo entre sus brazos y empezar a llorar en el

-Draco, no puedo decir que te odio porque te amo como a mi vida, dime que me odias y estaré, golpeame y seguiré estando, hazme lo que quieras pero no debo perderte, debo luchar- lagrimas de ambos se escuchaban por todos lados, un llanto que paso a ser una comunión entre ambos

-Harry, prometeme algo, por favor no me dejes perder la dignidad- le dijo a su marido, quien solo asintió al mismo tiempo que lo abrazaba

-Si amor, yo te prometo velar por ti- en ese momento, sus bocas se juntaron en un beso largo y muy reconfortante

-Cielo, lamento interrumpir pero... Quiero ir al baño ¿me puedes llevar?- logro formular la pregunta, quería ser lo más independiente, pero necesitaba de Harry hasta para sus necesidades básicas, agradecia a todos los astros que el lo amara tanto

-Vamos- lo tomo por la cintura haciendo que sostuviera sus pies sobre la tierra algunos momentos, pero pareciera repeler la acción, así que convoco una silla de ruedas y en un instante lo llevo hasta el baño ~Será difícil, pero contara conmigo, lo amo~ pensaba para si mismo mientras esperaba la indicación de Draco para salir del baño, así que con tiempo de espera ordeno al elfo preparar una crema de zanahorias para Draco, su favorita

-¡Harry ayuda!- se escuchó dentro del baño, así que el azabache corrió a auxiliarlo, ya que estaba tendido en el suelo -Intente levantarme a la silla, pero me caí- fue lo que dijo cuando Harry lo levantaba de forma amorosa, lavando sus manos con un hechizo que invocaba agua y jabón hasta el rubio -Perdoname- le susurró cuando lo volvía a dejar en la cama

-Apuesto que tu también me cuidarias de esta forma ¿me equivoco?-

-No amor, te cuidaría así porque no hay mejor enfermero que el amor de tu vida- con esto el beso de salida de la recamara se intensificó, tanto que ambos terminaron con sus labios húmedos e hinchados de extrañar sus bocas.

La cuarta maldición imperdonable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora