Bas...ta...detente...p-por favor, ¡a-ah~! — RenJun súplica con lágrimas en los ojos tratando de zafarse. HaeChan lo mantiene debajo de él y no deja de besarlo, no lo escucha.
Que sea la última vez que dejas a JaeMin tocarte el cabello, ¿lo entiendes? ¡Eres solo mío, RenJun! — El castaño no se detiene, solo escupe esas palabras con molestia y rabia mientras arranca las prendas de su novio. Cuando no quedan prendas por quitar, procede a tocar cada parte de su cuerpo y descender los besos hasta su cuello.
Sunshine...soy yo...detente, ¡por favor detente! ¿donde está mi hermoso sol...? — La voz rota de RenJun y sus quejidos hacen entrar en razón a HaeChan y se detiene, lo mira con sorpresa y se aparta rápidamente.
No...otra vez no. ¡Lo siento, RenJun! En serio lo siento. — HaeChan se aleja de la cama y se sienta en el suelo agarrándose del cabello, el mayor cubre su cuerpo con una manta y sale de la cama tomando el bote de pastillas del velador, se acerca a él y se lo extiende.
Está bien, es hora de tus medicamentos. —
