rh. #4

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No volverá a pasar.—

Las semanas vuelan y RenJun no a mejorado. Los mareos son constantes y termina en el suelo siendo levantado por la nueva empleada de la casa.

HaeChan había contratado a una señora mayor para que hiciera los quehaceres del hogar como disculpas.

Aquella mujer era bastante vieja, pero hacía su trabajo bien y RenJun podía descansar después de la universidad sin estar preocupándose por hacerle la comida a su novio.

HaeChan también le había comprado un celular nuevo y un auto.

No quiero dejarlo solo hoy, joven huang, pero tengo una emergencia y mi hijo vendrá a tomar mi lugar solo un par de horas. — RenJun asiente ante la petición de la mujer y no se opone.

Él esperaba todo menos que fuera alguien joven, en cuanto llegó se presentó y RenJun no le quitaba la vista de encima. No porque le gustara, sino que hace tiempo no veía a alguien de su edad y de su misma nacionalidad.

YangYang hizo el trabajo de su madre tal cual ella lo hacía, RenJun le ayudaba en cosas sencillas como indicarle donde esta cada cosa y fue un día tranquilo en su compañía.

¿Puedo tutear contigo? — Pregunta. RenJun asiente sin pensarlo dos veces — Tú... RenJun, te ves joven ¿no? ¿estás enfermo? Es que mi madre me dijo que no hablas mucho y te la pasas encerrado aquí.

No...solo no sé que decir y mis amigos...ya no tengo amigos...creo. —

Yo puedo ser tu amigo. — YangYang sonríe, mira a RenJun y le extiende la mano.— ¿Amigos?

RenJun duda, mira con miedo el reloj en la pared y toma rápidamente la mano de YangYang.

Amigos...ahora será mejor que te vayas, ya acabó tu turno, nos vemos mañana~. —

Después de despedirse, RenJun respira con tranquilidad y su cuerpo se tensa solo cuando ve a Haechan saliendo del ascensor que YangYang había tomado hace pocos minutos.

¡Bebé! — Grita desde la distancia, se acerca corriendo y levanta a RenJun en sus brazos llenándolo de besos.— Te eché de menos. ¿Qué tal tu día, eh?

Hae~, estás en casa. — RenJun lo besa y ambos entran al apartamento. — Hoy todo estuvo tranquilo. ¿Cómo te fue a ti?

Haechan comienza a hablarle de su día en el trabajo y que tomó la decisión de dejar la universidad, además de cosas irrelevantes.

RenJun por su parte cuenta cada cosa que hizo ese día omitiendo lo de YangYang.

Y así, los demás días. Aunque YangYang viniese con su madre, RenJun decidió esconderselo a su novio.

Al fin había encontrado un amigo con quién se sentía cómodo y HaeChan no lo arruinaba. YangYang era divertido, le sacaba sonrisas y momentos buenos en su compañía. 

¡RenJun! Ya llegará invierno, ¿quieres pasar navidad en el pueblo de mi madre? Prometo que te la pasarás bien. — YangYang dice con ánimos sin dejar de apretar los controles del mando que sostiene.

No...creo que pueda viajar tan lejos...— Dudoso y con miedo, RenJun mira el reloj. Gracias a eso YangYang salta del sofá y extiende sus brazos anunciando su victoria.

¡Gané! En recompensa debes ir conmigo a pasar navidad. Haremos ángeles de nieve, cantaremos y conocerás a mis gatos. —

¿Gatos? Siempre quise tener uno...—

RenJun no le da una respuesta clara a su amigo y es por la misma razón de siempre, primero debe hablar con HaeChan.

Al parecer ese día llegó de mal humor porque en cuanto cruzó la puerta se encerró en la habitación pegando un portazo, RenJun rápidamente lo siguió con preocupación.

¡Ese maldito DoYoung! Se supone que siempre le gano cuando de negocios y estrategias se trata, ¡sino fuera por TaeYong ni siquiera hubiera presentado esa propuesta! ¡es obvio que su noviecito le ayudó! — HaeChan grita quitándose el saco y lanzándolo con fuerza al suelo. El mayor sabe lo competitivo que es su novio y detesta perder, trata de suavizarlo acercándose y abrazándolo con delicadeza.— RenJun...no es momento... Vamos, vamos a la cama.

RenJun sabe a que se refiere y no tarda en quitarse la ropa para complacerlo un par de horas.

En cuanto terminan, Haechan tiene a su novio entre sus brazos y besa con calma el cuerpo desnudo de este. RenJun debe aprovechar.

¿Puedo pasar navidad fuera de seul...? —La pregunta hace que Haechan se detenga y lo miré desconcertado. — Es que...Kun ge quiere que pasemos navidad juntos...como hermanos.

Oh...si es Kun entonces está bien. — RenJun sonríe con felicidad y besa al menor, no fue valiente para decirle la verdad pero al menos lo está dejando salir de la ciudad. — Pero no serán muchos días, claro, sabes que me preocupo mucho por ti y no quiero que nada malo te suceda. Eres lo más importante que tengo en mi vida y siempre debes estar conmigo para estar seguro, ¿si? Prometeme que si algo pasa me llamarás, si Kun te pregunta cosas que no quieres responder también puedo sacarte de ahí y traerte de vuelta.

Nos vemos en el infierno. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora