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Según todos, HaeChan era el novio perfecto y con RenJun hacían la pareja perfecta.

HaeChan consentía, cuidaba y amaba mucho a RenJun.

RenJun...lo soportaba.

El ambiente era cálido cuando estaban ellos dos presentes.

HaeChan le robaba besos, lo molestaba y le sacaba muchas sonrisas, pasaban ratos increíbles.

RenJun parecía un chico serio pero solo su novio sabe lo adorable que puede ser, cuando está con él puede llegarse a comportar como un bebé mimado.

En el campus de la universidad no existían días en que no los veían a los dos abrazados en el césped. RenJun tratando de escapar y HaeChan sosteniéndolo firmemente de la cintura y besando su nuca.

Una escena muy cursi y adorable, flores y arco iris por todas partes.


Sin embargo.

Muy pocos sabían la realidad detrás de esa pareja.

Cómo el mejor amigo y hermano de RenJun, ChenLe.

El joven chino siempre los vigilaba de lejos y evitaba dejar a su hermano solo con...ese.

Ya-ah...hyung...dejálos en paz...estás siendo muy chismoso. — Pedía JiSung.

Si tan solo lo supieras JiSung-ah. —

Desde la distancia, HaeChan le dedicaba una mirada molesta a aquel par.

RenJun temblaba y no se atrevía a hablar, solo se mantenía callado y sumiso.

Injunnie~ bonito Injunnie~ mío, mío, mío. — Decía el menor con voz infantil besando el cuello de su novio, RenJun trataba de apartarlo porque todos los que pasaban cerca de ellos los miraban, algunos con asco y otros con ternura.— No...no te apartes, dejame amarte, ¡lindooo!

El único momento de paz en la universidad era cuando debían retornar a clases, pues RenJun curzaba niveles más avanzados y el esfuerzo de HaeChan de tomar la misma carrera y estar juntos fueron en vano.

Pero aún así, HaeChan le mandaba mensajes cada tres segundos.

¿Otra vez él? Dios, que pesado. — JaeMin rodó los ojos tomando el celular de RenJun y lo apagó. El mayor lo miró con miedo y trató de arrebatarle el celular.

Se va a preocupar... —

Ni Yuta hyung era así con Win-ge. HaeChan esta rebasando los límites de un psicópata. —

JaeMin, el ex novio y amigo de RenJun, era el rival más directo de HaeChan. Y no porqué JaeMin quiera quitárselo, sino porqué creía que HaeChan era demasiado obsesivo y malo para su amigo.

Cuando las clases acaban, JaeMin, RenJun y Mark salen riendo, empujándose y contando algún que otro chiste. Disfrutan de un tiempo agradable pero eso a alguien no le hace gracia.

HaeChan con una mirada llena de furia los está esperando a la salida y en cuanto ve a RenJun se le aproxima y lo toma con fuerza del brazo.

JaeMin gruñe y lo aparta rápidamente.

Te calmas. — Dice firme, JaeMin está molesto y se nota en su tono.

¿Y tú quién te crees qué eres, eh? Todos los días debo soportar que estés viendo a mi novio y compartas espacio con él. Súperalo, RenJun ahora es mío. — HaeChan dice con rabia, su novio lo mira un poco asustado pero el ambiente no se suaviza. Todo empeora cuando JaeMin lanza una carcajada.

¿Eres imbécil? ¿o no te has mirado a un espejo? Si quisiera a RenJun de esa manera ya ni estaría contigo. —

Jodido loco. — Lo último que ve RenJun es a HaeChan lanzándose sobre JaeMin y JiSung junto a Mark tratando de detenerlos.

Un ataque de pánico lo deja en el suelo, lo normal desde que esta con HaeChan.


Días más tarde la situación mejora un poco, HaeChan no volvió desde hace semanas porqué fue suspendido y RenJun puede estar tranquilo con sus amigos.

Pero debe apresurarse en salir y llegar a casa donde su novio lo espera.

HaeChan sonríe y lo abraza en cuanto lo ve cruzar la puerta y le ayuda con sus cosas.

¿Cómo te fue hoy, príncipe injunnie? — El castaño besa el dorso del mayor y lo invita a sentarse al comedor para almorzar.

Lo normal, concentrado en clases. El docente Jung nos dejó un trabajo que lo haré en casa de JiSung.—

No irás, lo harás solo. — Habla con notoria molestia.

Amor...JiSung esta con ChenLe...mi hermano. —

¿Y eso qué? Si te digo que no vas es porqué no vas. — RenJun hace un mohín y se cruza de brazos ante las palabras de su novio.

HaeChan se levanta de su lugar y acaricia la mejilla del mayor, limpiando con su pulgar aquella lágrima que resbaló por esta y sonrió besando dulcemente su frente.

Lo siento pero...no quiero hacerte daño, RenJun. —

Nos vemos en el infierno. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora