Capítulo 3

55 23 10
                                    


Risas, risas infantiles, de niños inocentes, dos personas diminutas borrosas se iban aclarando hasta que llegue a verme a mi de pequeña y a Drake de pequeño montados cada uno en su bicicleta. El camino, el camino por donde íbamos, sabía cual era perfectamente y de repente los dos niños se pararon enfrente de la casa, la casa inocente, esa casa, que a partir de esa noche, no la vería de la misma manera.

-¿ Jugamos al escondite? - dijo Drake.

Asentí, teníamos ocho años, solo pensábamos en jugar, éramos almas inocentes, no sabíamos lo que había detrás de esa puerta.

- Vale, cuenta, yo me escondo- dijo Drake.

Y menos mal que fue así, no podría a ver soportado que hubiera sido el quien abrió esa puerta y encontrara lo que había ahí dentro. Conte hasta cincuenta en el porche de esa casa, sabía que Drake se estaba adentrando en el bosque cuando de repente lo escuché.

Un disparo.

Provenía de dentro de la casa, el disparo no fue muy ruidoso, pero llegue a escucharlo, pensaba que no habitaba nadie en esa casa, así que por pura curiosidad me adentre a esa casa, y fue el mayor error que hice en mi vida.

Y por esa razón estaba bajando de mi casa la bicicleta que lleve ese día, me venía pequeña, ya no la utilizaba, y estaba rota, bueno la rompí para tener excusa de tirarla y por eso me ves ahora de camino a tirarla al contenedor cuando una no dos voces me pararon.

-¿ Que haces?- dijo John, el amigo de Drake.

- ¿Esa no era la bicicleta que utilizabas de pequeña?

- Eeeh, si, ya ves esta rota, que raro no – dije riéndome, ya que se me rompían muchas cosas.

- Vaya que pena – dijo John como si ni le importara y puso una mano en el hombro de Drake y dijo – bueno tenemos prisa, hemos quedado con todos para despedir a Drake antes de que os vayáis a la casa del bosque, ¿quieres venir?

- ¿eh?, o bueno – eso me pillo de sorpresa, el no era de preguntar si quería ir, se ve que hoy estaba de humor – no, gracias, tengo cosas que hacer.

- Otro día será – dijo el y comenzó a andar – adiós Amber.

- Nos vemos a la tarde – me dijo Drake – adiós.

- Adiós - le dije mientras tiraba la bici al contenedor.

Al tirarla apareció un gato del contenedor y me asusté, cuando me recuperé me fui directa a mi casa de nuevo y al entrar solo puede escuchar una cosa que me paralizó por completo.

He vuelto...

Silencio, es lo que pasó en unos segundos hasta que me di cuenta de quien era, y solo pude saber una cosa, bueno varias, pero la que más me preocupaba ahora era que el caso no sería especialmente fácil, se ha complicado y bastante, ¿cuanto? Lo sabré en el instante que llegue mañana al bosque.

-

Ding, dong, se escuchó y unos golpes en la puerta al instante, era Drake y estaba esperándome para irnos al bosque a comenzar a investigar, estaba ansiosa y nerviosa, no sabia lo que me deparaba. Pensaba que estaba todo solucionado, pero veo que no, no se lo que habrá ocurrido pero nada a mejorado, me da la sensación de que ha empeorado y eso solo me da escalofríos. Supuestamente todo había pasado, comenzaba por así decir 'lo bueno', a no ser que...

- ¿Hola, hay alguien en casa? - la voz de Drake me hizo volver a la realidad y olvidarme de mis pensamientos y los errores del pasado.

- Si si ya salgo, estaba buscando – piensa rápido- mi abrigo, quien sabe, en ese bosque puede hacer frío por la noche. - dije mientras le abría la puerta.

- ¿Y tu abrigo?

- Ahí atrás en el perchero – señalé – estaba buscándolo en la habitación, que tonta no lo había visto.

- Bueno – no sonaba del todo convencido, era obvio me conocía muy bien – venga vamos que hay prisa – dijo entusiasmado ayudando con el equipaje.

¡Mierda!

--

¡Hola!

Muchas gracias por las 100 leídas, no  pensé llegar ahí con tan poco, y muchas gracias por leerlo.

Bueno ahora sí, ¿qué pensáis que le pasará a Amber para que este tan preocupada?

¡Os leo!

Chaoo!

Eva

El secreto del caso HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora