ᴘᴇʀᴅɪᴅᴀ ; ʙʀᴜɴᴏ ᴢᴜᴄᴜʟɪɴɪ

𝘛𝘳𝘦𝘴.

Marcelo Gallardo.

–Agustina, la mejor amiga de Santiago, es la primera vez que vengo a un entreno y me parece que la última.- Dice la chica entre risas y llanto, adrenalina y emoción recorre mi cuerpo de arriba abajo.

Veo como da su mano en forma de saludo y yo decido abrazarla, donde se larga a llorar en mis brazos.

–Perdoname, sos mi ídolo y tengo tantas cosas en mi cabeza, wow no me esperaba  terminar hablando con vos hoy.– Se seca las lágrimas que le caen y yo sonrío tiernamente.

–¿En donde conociste a Sosa? Si se puede saber.– Ella ríe, y asiente. –¿Al boludo ese? Fuimos toda la secundaria juntos y bueno nunca nos separamos, somos como hermanos.– Se larga a llorar y la vuelvo a abrazar.

—Tranquila Agustina, esta noche nos juntamos todos a cenar, ¿querés venir?–Ella me niega la oferta y yo me entristezco por dentro, tenía ganas de que Geraldine la vea.

–Disculpame posta, pero si le digo a Santi va a querer pagar él y yo tengo que estudiar se me vienen los finales y no quiero molestar.– Agustina sonríe y yo vuelvo a insistir pero termina negando.

—¿Dale enserio que no querés venir? Estas invitada, vení con Santi o con Dulce, dale— le vuelvo a insistir, ella niega y me vuelve agradecer.

Cuando ella se va, me pongo a pensar y llamo a Rodolfo para ver en qué me puede ayudar.

–Rodolfo, es ella, lo sentí, cuando me abrazo y se largo a llorar, sentí todo.– Le digo temblando, Rodo se ríe y me pone una mano en la rodilla dejando un apretón con ella.

–Marcelo tranquilizáte, primero conocéla, cuando tengás confianza vos o Geral, le contás la historia y ahí vas viendo. No te hagas muchas ilusiones, hay muchas Agustinas en argentina y muchos fans que solo con pensarte se largan a llorar.– Dice, yo reflexiono y pienso lo que me dijo, tengo que conocerla, pero yo tengo la esperanza de que es ella.

Después de un rato, hablé con Zuculini, que había recapacitado y decidió perdonar a Dulce, al Chino y a Agustina.

Salí del entreno con una gran sonrisa, pensando en la cena de esta noche.

Agustina Oliva.

–Pa, ¿Me dejás salir a cenar hoy?– Cagada, le pregunto a mi viejo, es un no asegurado, pero que pierdo en preguntar.

–¿Es con tu amigo no? ¿El pibe pelotudo del grupito de Gallardo? Con ese no vas ni mierda.– Grita enojado y yo me quedo callada.

–Me dieron las prácticas para hacerlas en River, estoy muy feliz.– Le comento y mi papá enojado, se levanta y me cachetea.

–No soy tu mamá para hacer lo que se te cante, las pruebas las haces en Boca si no ni chota haces.– Camino hacia mi pieza y pego un portazo para largarme a llorar.

Después de varias horas encerrada estudiando, voy a lo de mi padrino, Fabián, en el camino voy aguantando las ganas de ir a comer con la banda, era una oportunidad.

–¿Tio vos sabés sobre mi adopción?– Digo pasándole el mate, el se pone pálido y asiente. –Salgamos a comer y hablamos.–

Al llegar al restaurant, estaban todo el equipo comiendo y mi padrino sin pensarlo dos veces se fue a saludar.

–Agustina, al final viniste.– Gallardo se para a saludar a mi padrino y a mí con un abrazo y para mí suerte estaba Zuculini, observando todo.

Marcelo Gallardo.

Cierro la puerta con emoción y voy directo a Geral, a la que encuentro llorando.

–¿Porqué lloras Geraldine? ¿Pasó algo?– La miro asustado y ella sonriente saca del bolsillo del pantalón, una prueba de embarazo.

–Marcelo estoy embarazada, vamos a volver a ser padres.– Contesta con una hermosa sonrisa y yo la atraigo hacia mi, para besarla.

Después de pasar una hermosa tarde hablando sobre Agustina, nos preparamos para ir a comer con el club y vuelvo a besar por última vez a mi mujer antes de irnos.

–Che amor, ¿No es Agustina, la de allá?– Escucho preguntarle Dulce a Santiago y él asiente, yo me volteo a verla y veo como se acercan a nosotros.

–Agustina, al final viniste.– Sonrío y saludo a ella y al hombre que la acompañaba.

–No, ósea, mi padrino me invito a cenar, Marcelo, Fabián.– Agustina lo presenta, yo saludo a Fabián, al que es su padrino y él me devuelve el saludo. Agustina saluda a Geraldine con un abrazo y yo las miro enternecido, hemos encontrado muchísimas Agustinas, pero como está chica ninguna, por eso estoy más convencido de que es ella.

Los invito a comer, ella se niega varias veces, hasta que ceden y se sientan a nuestro lado.

Geraldine y yo, descubrimos que Agustina es una ternura, tímida al contar sobre ella, y muy humilde.

Ella se levantó y se fue con Santiago y Dulce para hablar con ellos, vi a Nahuel y a ella hablando, y en ese momento casi muero de la felicidad.

Agustina Oliva.

Me despido de mi padrino con un abrazo y voy a la pieza de mis primos a dormir, cuando me tiro a la cama, sonrío, es de los mejores placeres de la vida dormir.
–Al fin, paz.– Hablo y me rio sola, hasta que el teléfono empieza a sonar y a vibrar.

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