Estoy con Tigo.

Capítulo 3 "Sueño"

Narra Nayeon

Los meses pasan el tiempo vuela pero tú nunca te vas cada vez q llego a casa siento tu presencia siento todo de ti tus momento cuando decias " amor llegue a casa o cuando no nos veíamos por nuestros apretados orarios sacabas tiempo para mi".

Extraño esos momentos pero a ti en especial MI T/N

Hoy es un dia comun para mi la misma rutina desde que no estas las chicas me animan a salir pero yo me refugio en nuestra habitación mirando nuestras fotos 🤳  juntas en esta soledad sin sabes que hacer tu lista eso nunca lo olvido y la estoy cimpliendo siempre en las nochez frías y despejadas  pido el deseo de volverte a tener entre mis brazos poder abrazarte, besarte todo de ti.............

Nadie

Nayeon caminaba por un prado cuajado de lirios soplaba una amable brisa que hacía que los pétalos sedosos le hicieran cosquillas en la punta de los dedos mientras avanzaba entre el césped verdoso mientras ataba el terreno blando y mullido bajo sus pies descalzos y sentía el cuerpo tan liviano que casi le parecía estar flotando era una nueva sensación para ella, alrededor los pájaros entonaban melodías alegres mientras atendían sus quehaceres. El sol brillaba con tal intensidad en el cielo despejado que tenía que protegerse los ojos, y con cada ráfaga de viento que le acariciaba el rostro el dulce aroma de los lirios le llenaba la nariz.

Era tan... feliz, tan libre.

Una sensación que le resultaba del todo ajena.

Pero no todo es color de rosas......

De pronto el cielo oscureció cuando el sol se escondió tras una enorme nube gris. La brisa arreció y enfrió el aire. Los pétalos corrían alocadamente llevados por el viento, dificultando la visibilidad. El suelo mullido se convirtió en un lecho de afilados guijarros que le arañaban los pies a cada paso.

Los pájaros habían dejado de cantar y estaban posados en las ramas mirándolo todo. Algo iba mal y tuvo miedo mucho miedo, delante de ella, a cierta distancia, una piedra gris se erguía visible en medio.

Quería correr de regreso al hermoso lecho de flores, pero necesitaba averiguar qué había allí delante. Cuando estuvo más cerca oyó unos golpes: ¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! Apretó el paso y acabó corriendo, entre la hierba de afilados tallos que le arañaban brazos y piernas.

Cayó de rodillas delante de la losa gris y soltó un alarido de dolor al descubrir lo que era: la tumba de su amada T/N.

¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!

¡Estaba intentando salir! ¡Estaba llamándola, oía su voz!

Era ella...era su amor su único amor..........

Nayeon despertó del sueño y oyó que alguien aporreaba su puerta.

¡Nayeon! ¡Nayeon! ¡Sé que estás ahí! ¡Déjame entrar, por favor!

Confusa y medio dormida, fue a abrir la puerta y encontró a Jihyo en un estado frenético.

¡Por Dios! ¿Qué estabas haciendo? ¡Llevo siglos llamando a la puerta!

Nayeon echó un vistazo al exterior, aún adormilada el sol brillaba y hacía un poco de frío, debía de ser por la mañana según ella.

Bueno ¿no vas a dejarme entrar? Se pregunto Jihyo en la entrada de la casa.

Ah, sí, claro, Jihyo. Perdona. Me había quedado dormida.

¡Por el amor de Dios! Tienes un aspecto horrible, Nay.