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Antes de comenzar quiero aclarar algunas cosas.

•La histora es 100% mía.

•No acepto copias.

•Lenguaje ofensivo, si no te gusta no te recomiendo leer.

•La historia es con Tom Riddle.

•Tom Riddle y Voldemort no son las mismas personas.

•En esta historia Tom Riddle esta en el mismo año que Harry Potter.

•Tom luce como en la cámara de los secretos.

•Ninguno de los personajes que murió en la saga esta muerto.

Ahora si.

•Capitulo 1.

Me despido de mi padre Gellert Grindelwald y de mi madre para subirme al tren que nos dirige hacia Hogwarts.

Honestamente no estoy emocionada por cursar otro año de Hogwarts, mi vida desde que llegue a Hogwarts no es sorprendente.

Mi objetivo principal es terminar mis años en Hogwarts para ser una maga famosa, quiero ser reconocida por todos por mi buen aprendis durante estos años y por ser la mejor en el mundo mágico. Si, mucho ego.

Desde que tengo memoria tengo un ego increíble gracias a mi padre y se lo agradezco. Gracias a él hoy en día soy una persona muy eficiente e capaz de todo.

Con mi madre tenemos una confianza increíble pero soy el calco de mi padre. Tengo cabello blanco, como él y un ojo blanco como él y otro celeste. Cada persona que me viera se daría cuenta de inmediato que él es mi padre.

Por otro lado, hace un año conocí a un chico que me llama la atención, Tom Riddle... Es un chico solitario, no habla con casi nadie y lo he visto varias veces hablar con una serpiente que tiene escondida. No sé si hablara parsel o simplemente le habla sin que ella entienda. Es un chico muy peculiar, a veces siento que trama algo, pero ¿Qué podría ser? Dudo que algún estudiante tenga la capacidad de hacer algo raro, macabro... podría decirse.

La voz de mi padre interrumpió mis pensamientos.

-Hija, recuerda... cabeza en alto, no dejes que nadie te haga menos.

Suspire cuando mi padre termino de hablar, él siempre quiso hacerme mejor que todos y claro, lo logró.

-Si papá. -dije- nunca dejaría que nadie me haga menos.

Mi padre me miraba con orgullo la creación que él había hecho en mi. Era una mini copia de él.

-Ten cuidado Dorcas, no te encariñes con nadie, a veces la persona menos esperada puede hacerte daño.

Las palabras de mi madre hicieron que mi estómago se hiciera chico, ella sabía mucho sobre eso. Su mejor amiga le había hecho una mala pasada, solamente porque le tenía envidia.

Levante la cabeza y dije

-Nada que un hechizo no pueda curar, madre. -susurre para que ella y mi padre pudieran escuchar.-

Me encontraba en el tren buscando un vagón libre, estaban todos ocupados con cantidad de estudiantes.

A lo lejos veo un vagón solitario así que me aproximo para sentarme y leer un libro que me recomendó mi padre.

Me senté y comencé a leer el libro. Era uno que a mi padre le encantaba, lo había visto más de una vez terminarlo y volverlo a leer.

Seguía leyendo y en una página me encontré un pergamino, claramente la letra era de mi padre.

Nada que un crucio no puedo resolver, querida hija.

Cuando leí el pergamino sonreí, había escuchado sobre esa palabra en la clase del profesor Alastor Moody, era una maldición imperdonable. Mi padre siempre gentil...

En ese momento escuché que alguien se acercaba, rápidamente cerré el libro junto la pergamino.

Draco Malfoy.

Rodé los ojos al ver al rubio oxigenado de mi mejor amigo entrar al vagón donde estaba junto a mi mejor amiga Pansy Parkinson.

-Siempre tan gentil, Dorcas. -Dijo Pansy al notar que rodé los ojos.-

Quería estar sola...

-Ya sabes, pensé que estaban por ahí compartiendo saliva. -hice una mueca.-

Si, Pansy y Draco no eran novios pero sé besaban, todo el mundo podía notar la tensión sexual que tienen estos dos.

-Cállate estúpida, podrían escucharte. -susurro Draco-

Solte una carcajada al notar a Draco nervioso.

-Todo Hogwarts sabe que sé gustan, no se hagan los tontos.

C 🛐

Pequeña Grindelwald. • Tom Riddle •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora