10

250 10 0
                                    







-Oh querida, bienvenida a casa. -Dijo mi abuela.- Te extrañamos mucho.

-Yo también los extrañe, abuela. -Conteste.-

Mi abuela me envolvió con sus brazos dándome un cálido abrazo.

-Hija, debes estar muy cansada. Si quieres sube a tu cuarto a descansar un poco.

Mi madre tenía razón, había sido un viaje largo.

Le hice caso y subí a mi habitación, seguía igual a como la deje antes de ir a Hogwarts.

Me tire en mi cama, realmente la extrañaba.

¿Qué había pasado?

Pues, mi padre había entrado a la sala común de Slytherin causando un ruido increíble y todo para decirme que tenía que volver a casa por unos días.

Mi padre quería que nos vayamos esa misma noche, a las 2 de la mañana.

Claramente tuve que rechazar eso, podían sospechar o algo así.

Finalmente le dije que a la mañana le pediría permiso a Dumbledore y iría ese mismo día.

Para ser sincera no tenía idea de que estaba pasando, de porque papá quería tan repentinamente que vaya a casa. Me dijo que no era nada grave, ni nada por el estilo.

Y como le prometí a mi padre ese mismo día llegue. Vi la mansión, sin duda necesitaba una modificación.

En fin.

Me acosté en mi cama y dormí por un rato largo.



-Dime mi niña ¿Cómo te esta yendo en Hogwarts?

-Muy bien, mamá. Mejor de lo esperado.

-Me alegro mi pequeña.

Pequeña

Mierda.

-Y dime ¿Hay chicos lindos? -Preguntó mi abuela con un tono de voz coqueto.-

Mi abuela siempre había sido de esas personas picaronas, coquetas.

Uff no te lo imaginas, abuela

-De tanto estudio no he tenido tiempo de ver chicos, abuela. -Mentí.-

No podía decirle que estaba siendo super, mega, archi, poseída por Riddle.


-Entiendo. -Contestó.-

-Mamá, Dorcas nunca ha sido de tener novios. -Dijo mi mamá contándole a mi abuela.-

-Y tú que sabes, quizás nunca te contó.

Solté una carcajada al oír eso, mi mamá me hecho una mirada y yo negué con la cabeza aún riéndome.

-Cambiando de tema, ¿Me van a decir que hago aquí o se van a seguir haciendo los misteriosos?

-De hecho si. -Oí a mi padre llegar y entrar a la sala.-

-Hola, padre. -Dije.- Pues bien, cuéntenme. Son toda oídos.

-Dentro de dos días tendremos una pequeña reunión con una persona muy importante, vendrá acompañado de sus dos hijos y se quedarán aquí por unos días.

Mi abuela al escuchar que vendrán dos chicos me hecho una mirada picarona.

-¿Y que edad tienen estos chicos? -Preguntó mi abuela.-

-Uno tiene la misma edad que Dorcas y el otro es un año más chico. -Contestó mi padre.-

-Interesante. -Dijo mi abuela y me giño un ojo.-

Si, interesante.










C 🛐

Pequeña Grindelwald. • Tom Riddle •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora