Donde Lisa se encuentra a Jennie en una situación bastante comprometedora. Jennie es la idol del momento pero Lisa no tiene ni la más remota idea de quién es.
Lisa pasará de no conocerla a descubrir lo que hay detrás de la idol. Lo que sucede detrá...
-Llegué... - Escuché la voz cantarina de Jisoo provenir desde mi puerta. Me encontraba navegando en el catálogo de Disney+, a ver cuál sería la película que me iba a repetir por millonésima vez el día de hoy.
-Hola, Chu. - La miré y fruncí el ceño ante su cara de asco. ¿Ahora que le pasaba?
-Jennie, huele a que te fumaste 50 porros.
¿Qué!? Pero si lo hice ayer y abrí una ventanita para que saliera el olor.
-No sé de qué hablas, Jisoo. No he fumado nada.
Vi a Jisoo poner los ojos en blanco mientras dejaba su abrigo y su bolso en el perchero que estaba al lado de la puerta.
-Jen, te estás descontrolando cada día más.
Ahora fue mi turno de rodar los ojos. Estaba bien.
-Lo estoy manejando, Chu. No te metas, por favor.
Jisoo resoplo con cansancio pero no me dijo nada más. Supongo que quería lo mismo que yo: llevar la fiesta en paz.
-En fin, no venía a eso. Tenemos problemas con la sesión de fotos de mañana. Tony tuvo que viajar de emergencia, su mamá se puso mal.
Lo lamenté por él y por mí. Ahora mi agenda se retrasaría y tendría a Jisoo tocándome los ovarios.
El sonido de notificación de Instagram me sacó de mis pensamientos.
Sonreí al ver el "buenos días 😊" de Lisa. Llevaba unas semanas hablando con la agradable - y muy bonita- chica que me había ayudado ese día. Sabía que estudia en la Nacional de Seúl - toda una cerebrito-, que estudiaba música, le gustaban en exceso los gatos y que realmente no me conocía de nada.
Me encantaba hablar con ella porque lo sentía sincero. Hace mucho no hablaba con alguien no se acercase a mi sólo porque era Jennie Kim, la idol más popular de Corea. Este medio era así. El interés y la conveniencia manejaban las relaciones en el mundo del entretenimiento coreano y no era algo que yo buscara. Quería algo real. Algo que me hiciera sentir humana.
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-¿Con quién hablas? - Escuché hablar a Jisoo con la boca rellena de ramen.
-A eso vienes a mi casa. A acabarte mi comida. - Le reproche soltando una risita, a lo cual me respondió con un ademán restándole importancia.
Suspiré y giré totalmente mi cuerpo, teniendo a Jisoo devorando el plato de ramen, delante de mí.
-Ya tengo quién me haga las fotos. - Canturree
(...)
Solté una carcajada al escuchar por enésima vez a Lisa bromear sobre algo el entorno o sobre alguna situación. Conocía a Lisa hace muy poco pero su personalidad avasalladora y su sonrisa que iluminaba más que el sol que se cernía sobre nosotros y sobre el campo de flores en el que nos encontrábamos, me hacía querer estar cerca de ella todo el tiempo, como si ella fuera un imán y yo una pieza del más puro de los metales.
Después de hacerme un par de fotos, con mi equipo y en solitario, y de grabar un video vlog para mi canal de YouTube, me encontraba sorbiendo de mi vaso de té helado mientras casi que gastaba con la mirada a Lisa. Ella no parecía darse cuenta y a mí, sinceramente, se me hacía imposible no mirarla. Es decir, se me hacía tan atractiva que, de verdad, dejar de mirarla me parecía un mal uso de mi tiempo libre. Y yo no desperdiciaba para nada mi tiempo libre.
-Vas a desgastar a Lisa...-Escucho la ronca voz de Jisoo a mi lado. Sonrío de medio lado.
-Vale la pena, Chu.-Respondo, mientras hago ruido con la pajilla al sorber el té.
-Deja de hacer eso, me enerva.-Me advierte Jisoo.
Me río y bajo mi vaso de té.
-¿Viste las fotos?-Le pregunto
-Así es y déjame decirte que...La estoy amando. La chica es increíble.-Exclamó mi manager, uniéndose a mi actividad de observación que estaba a un paso de volverse acoso. Lisa estaba mostrándole las fotos a los demás del equipo, mientras hacía ademanes de explicación.
-También compone y produce.-Dije.
-Wow, es linda, es talentosa, seguro cuando va al baño le salen gomitas o algo así.
Estaba apunto de tragar lo último que quedaba del té y casi lo escupo ante el comentario de Jisoo. ¿Por qué era así?
La tarde transcurrió tranquila y muy bien. Hace mucho tiempo no me sentía así. Ni siquiera sentí la necesidad de fumar o de beber al llegar a casa. La había pasado genial y sabía que Lisa había contribuido a eso. Tal vez, haberla encontrado y dejado entrar en mi vida era, por primera vez en mucho tiempo, una buena decisión que tomaba.
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