''Patético'' pensó Naruto escondido entre matorrales mientras veía como los Shinobis que contrato Barga tomaban como si no hubiera un mañana, la mayoría de ellos ya estaban borrachos, y los pocos que no estaban borrachos apenas si podrían sostener una espada, mucho menos batallar contra el.
Naruto desenfundo su Gladius mientras veía con sed de sangra a sus enemigos.
El rubio, sin miedo alguno, se lanzo de los matorrales al Shinobi mas cercano, al cual le corto la cabeza con un corte limpio, causando que los demás miraran de donde provino el sonido del metal cortando carne antes de levantarse y agarrar sus armas al ver a Naruto.
Naruto, sin perder el ritmo, ataco a otro Shinobi, al cual intento cortar en un costado, pero el Shinobi renegado logro detener el golpe con su propia espada.
''Al parecer si pueden sostener una espada, pero...'' dijo Naruto entrando en la defensa de su contrincante, sacarle la espada de la mano, patearlo en el pecho, agarrarle la cabeza y clavarle su Gladius en la garganta.
''No son lo suficientemente fuertes como para hacerme frente'' dijo el rubio dándose la vuelta, mirando con una leve sonrisa sanguinaria y loca a sus contrincantes, los cuales retrocedieron con algo de miedo.
Lo que sucedió después no fue una batalla, fue una masacre, Naruto corto y golpeo a sus enemigos sin un gramo de piedad, matando a cada enemigo de formas brutales y dolorosas.
Algunos ejemplos sería desorientarlos para luego agarrar su cabeza, la cual arrancaba con la columna vertebral incluida, cortes profundos en la yugular, los cuales abría con sus propias manos antes de usar su fuerza para abrirlos por la mitad, o darles una pata espartana, arrodillarlos y abrir su boca antes de meter su Gladius por su boca.
Esto y mas era lo que hizo el rubio, sintiéndose empoderado a la luz de la luna, el rubio acabo con sus enemigos en cuestión de minutos, lo cual hizo que Naruto enfundara su Gladius y mirara el cielo, notando que la luna apenas se había movido de lugar, además de escuchar los gritos de jubilo de los rebeldes, por lo cual...
Empezando a correr hacia el pueblo, Naruto corrió por las ramas de los lo mas rápido que pudo mientras esquivaba ramas errantes.
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Luego de unos dos minutos, el rubio llego al pueblo, donde vio a los rebeldes gritando de jubilo, lo que hizo que mirara todo con una mirada fría desde lejos antes de irse por los tejados, con dirección a la fortaleza donde Barga y sus hombres estaban.
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Barga, un hombre robusto de pelo azul y ojos negros, miraba junto a sus hombres las puertas gigantes de su fortaleza, sabían que la aldea había sido asediada por los rebeldes.
Pero eso no importaba, cuando vengan el mismo los mataría y podría hacer que esta aldea sea mucho mas poderosa y conquistar todas las Naciones Elementales, cuando lo lograra el sería tratados como un dios.
Si hacia esto era para poder saciar su codicia.
Sin embargo, el no sabía que estaba siendo rodeado por clones de cierto hijo de las diosas cazadoras, los cuales estaban apuntando a cada personas con 5 flechas en sus arcos, esperando el permiso del original para dar fuego contra el enemigo.
El rubio original veía a sus enemigos con una mirada fría mientras creaba un plan en su mente en menos de un segundo, lo que lo hizo sonreír.
Tan pronto como el rubio sonrió, las puertas explotaron mientras todos los clones empezaron a disparar contra sus enemigos, los cuales murieron en momentos al no esperar el ataque, pero algunos sobrevivieron al usar los cadáveres de sus aliados como escudos, uno de esos sobrevivientes fue Barga.
